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La filosofía de Gustavo Bueno y la situación política actual

La filosofía de Gustavo Bueno y la situación política actual
El autor de la columna es el doctor Felicísimo Valbuena, catedrático emérito, asesor de comunicación y periodista.
04/11/2019 06:15
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Actualizado: 04/11/2019 17:58
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Los sucesos de Barcelona que hemos visto en televisión y las inmediatas elecciones generales plantean problemas que podemos enfocar desde el materialismo filosófico de Gustavo Bueno.

La «Eutaxia» como concepto central en la Filosofía política de Gustavo Bueno

En su filosofía política, Gustavo Bueno tiene la «Eutaxia» como concepto central.

Bueno ha tomado este término del griego, como hace en otros casos, cuando no encuentra un término que recoja fielmente el contenido de los conceptos que él quiere exponer.

Ante todo, no hemos de entender la eutaxia o buen orden social en un contexto ético, moral o religioso («buen orden» como orden social santo, justo, etc., según los criterios).

Eutaxia dice disciplina, sometimiento de las actividades psicológicas a una norma no arbitraria.

Bueno afirma que el fundamento objetivo de la eutaxia política es precisamente la norma, desplegada en planes y programas, que el todo social impone objetivamente a la parte que detenta el poder político.

Cuando hay armonía entre individuos, grupos y organización, el resultado es eutáxico.

Cuando no hay armonía, nos encontramos ante una conducta distáxica.

Gustavo Bueno ha sido una de los grandes filósofos españoles del siglo XX. Larioja.com.

«Buen orden», en sentido político, significa capaz (en potencia o virtud) para mantenerse en el curso del tiempo. En este sentido, la eutaxia encuentra su mejor medida, si se trata como magnitud, en la duración.

La situación política española en la actualidad, vista desde la Eutaxia

Los años han confirmado José Luis Rodríguez Zapatero cedió ante Ernest Maragall, entonces socialista y hoy dirigente de Esquerra Republicana.

Como ha explicado Gregorio Morán en su breve pero muy claro y contundente libro –Memoria personal de Cataluña- fue Maragall quien impulsó y controló el “Estatut”.

La deriva política de Maragall demuestra que Zapatero tuvo un comportamiento distáxico, que no favoreció el buen orden social.

No sólo en la cuestión del Estatut. También en la ruptura del Archivo de Salamanca, que los nacionalistas vieron como una victoria.

Pedro Sánchez ha mostrado, en la situación política actual, que no cedió ante Matteo Salvini, cuando éste todavía era ministro del Interior, en la crisis del “Open Arms”.

Salvini sostenía que, puesto que el barco tenía bandera española y el responsable del barco era también español, nos teníamos que hacer cargo de los emigrantes del barco.

Sánchez sostenía que el problema era europeo y que los países europeos tenían que hacerse cargo de los emigrantes.

Y así fue.

Con lo cual, inició un cambio de política de emigración en Europa. Pequeño, eso sí, pues solo respondieron seis países.

Pero así empiezan muchos cambios políticos.

El presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez. Foto: EP.

En nuestra política interior, Sánchez ha hecho frente a las exigencias de Podemos.

Y el intercambio de argumentos en la polémica veraniega ha mostrado que el asunto de fondo ha sido la eutaxia.

Sánchez ha venido a proclamar que Podemos era distáxico en el momento actual.

También el actual presidente del Gobierno en funciones se ha enfrentado a los separatistas catalanes. Incluso, ha hablado de que podría aplicar el artículo 155 de la Constitución.

Los motivos de Sánchez han podido ser psicológicos, éticos, morales… Ya decía Bueno que Sancho limpiaba a su burro porque estaba sucio. San Ignacio lavaba a su caballo “a mayor gloria de Dios”.

En política, lo que importan son los resultados, no las palabras.

El célebre conde de Romanones decía que, para ser diputado, todo lo que se necesitaba era ser abogado y tener buena voz.

Gran y ridículo error.

Las medidas de Sánchez han sido políticas. Incluso, aunque algunas hayan desmentido las palabras que ha pronunciado en otras ocasiones.

Bueno decía que eso de “ser consecuente” puede ser muy perjudicial en política.

Un político puede cambiar sus planes y programas si es para sustituirlos por otros mejores.

Entonces, ¿qué es lo que ocurre con Sánchez en la actualidad?

Pues que suscita dudas sobre cuánto tiempo mantendrá su conducta eutáxica.

Es decir, cuál será la duración de su política.

Una sociedad política que se mantiene más tiempo que otra que le sea comparable (en nivel de desarrollo, volumen, etc.) es más eutáxica que la primera.

Bueno piensa que la duración de una constitución eutáxica parece que ha de desbordar la escala del presente individual -medido en años‑, es decir, parece que habrá de darse en una escala histórica, con presente, pretérito y futuro.

La medida de la duración sería un siglo.

En los debates, la eutaxia sale en el bloque de política territorial y en el modelo de Estado.

UN EJEMPLO HISTÓRICO DE LA EUTAXIA EN EL REINO UNIDO

Posiblemente, la serie de Comunicación Política más profunda y con más sentido del humor sea la inglesa «Sí, Ministro» y «Sí, Primer Ministro».

En «Terribles profecías», episodio 5 de la Temporada I, en televisión, sir Humphrey Appleby expone cuál ha sido la política británica durante cinco siglos y continuaba siendo en los años ochenta del siglo pasado (tiempo de la serie) y en la actualidad.

En pocas líneas, los creadores de la serie, Jonathan Lynn y Anthony Jay sintetizan varios siglos.

Estos guionistas no temen que tomen por cínicos a los británicos, pues presentan los hechos con el estilo flemático que caracteriza a muchos de ellos.

«Esto era aún más sorprendente. Yo siempre había creído que el Ministerio del Exterior era pro-Europa.

«– ¿Lo es o no lo es? –pregunté a Humphrey.

«– Sí y no –dijo, por supuesto–, si me perdona usted esta expresión. El Ministerio del Exterior es pro-Europa porque es en realidad anti-Europa. En realidad, toda la Administración Pública se unió para hacer que el Mercado Común europeo no funcionara. Por eso entramos en él».

«Me parecía un enigma. Le pedí que lo explicara mejor.

«El argumento era, en lo esencial, el siguiente: Gran Bretaña ha mantenido una misma política exterior durante los últimos quinientos años, destinada a mantener una Europa dividida.

«Por esa causa peleamos con los holandeses contra los españoles; con los alemanes contra los franceses; con los franceses y los italianos contra los alemanes, y con los franceses contra los italianos y los alemanes [La rebelión holandesa contra Felipe II de España, las guerras napoleónicas, la Primera Guerra Mundial y la Segunda Guerra Mundial].

«En otras palabras, dividir para reinar. Y el Ministerio del Exterior no veía motivos para cambiar una política que tan bien ha funcionado hasta ahora».

Sobre estas líneas, los protagonistas de las series británicas «Sí, ministro» y «Sí, primer ministro», de las que habla el profesor Valbuena. Fueron interpretadas por Paul Eddington, el ministro –y después primer ministro– James Hacker (en el centro); Nigel Hawthorne como sir Humphrey Appleby, secretario permanente para el ministro de Asuntos Admistrativos y luego secretario del Gabinete (a la izquierda); y Derek Fowlds como Bernard Woolley, secretario privado principal del ministro y después secretario privado principal del primer ministro (a la derecha).

 

 

La duración es un criterio, una medida, pero no es la esencia de la eutaxia.

Bueno afirma que una sociedad eutáxica durará más que una distáxica en términos generales; pero no será más eutáxica por durar más sino que durará más porque es, en general, más eutáxica. En el Reino Unido, con el Brexit, lo que ha ocurrido es una ruptura de la eutaxia.

Políticos y asesores platónicos-galénicos y aristotélicos-hipocráticos

Los políticos tienen asesores. Lo importante es saber si son de Platón y de Galeno o de Aristóteles e Hipócrates.

En su gran libro «Primer Ensayo sobre las categorías políticas (1991)», Bueno  afirma: Platón ha insistido en la analogía entre el político y el médico, lo que implica la consideración de la sociedad como un organismo susceptible de enfermar.

La política sería algo así, según Platón, como la “medicina” de la República” (La República, IX, 588c).

Más adelante, sostiene que “La concepción aristotélica de la sociedad política difiere en su enfoque de la concepción platónica…».

En el fondo, habría que hablar de una convergencia armónica de las partes en el todo, convergencia que no excluye la posibilidad de enfermedades eventuales ni menos aún la necesidad de un gobierno racional (prudente) del organismo social, un gobierno que se considerará tan natural como el “nous” pueda serlo para la dirección del organismo humano” (Pp. 224-225)

En «Panfleto contra la democracia realmente existente» (2002), Bueno expone los dos métodos tradicionalmente reconocidos en la medicina: el método de la medicina expectante –(Hipócrates)– que espera que la salud perdida sea recuperada espontáneamente por la «vix medicatrix Naturae» (la fuerza curativa de la naturaleza) y el de la medicina interventiva (Galeno), según la cual el médico se aproxima más al ingeniero, capaz de actuar sobre algunas piezas de la máquina, o sustituirlas por otras.

¿Qué podemos extraer de estas distinciones de Bueno?

Parece que Iván Redondo, el que aconseja a Sánchez, le ha recomendado que convierta prácticamente todos sus actos en acciones destinadas a cambiar la realidad.

O al menos, a dar la impresión de que la cambia.

Ha dedicado todo el verano a reunirse con representantes de la “sociedad civil”.

También, a preparar cómo sacar a Franco del Valle de los Caídos. Es decir, ha actuado como un político platónico.

Tanto ha actuado que, al final, la Junta Electoral le ha tenido que llamar la atención.

Ya sabemos el éxito que tienen los aficionados a la policirugía.

Pablo Iglesias durante una intervención en la Comisión de Justicia del Congreso de los Diputados. Carlos Berbell/Confilegal.

Pablo Iglesias ha querido intervenir como un “cirujano de hierro”, tal como quería el regeneracionista Joaquín Costa, para remediar los males de España.

Ha pretendido ir más allá que el activo Sánchez.

Mientras tanto, Albert Rivera ha estado ausente de la vida política española durante mes y medio. Demasiadas vacaciones para un político.

Ha llegado a declarar que las noticias políticas del mes de Agosto no merecen la pena.

Se ha comportado como un político aristotélico, como un médico hipocrático. Resultado: Puede sufrir un castigo electoral muy severo, por no saber interpretar la realidad.

Lo de Vox ha sido mitad y mitad. Abascal ha estado ausente de la vida política española durante tres semanas. Sin embargo, su lugar ha sido ocupado por la pareja Espinosa de los Monteros-Monasterio, que han tenido en vilo todo el verano la formación del Gobierno del PP-Ciudadanos en la Comunidad de Madrid.

Sobre estas líneas, el presidente del PP, Pablo Casado,. Foto: EP.

Y Casado también ha estado ausente durante el tiempo que necesitaba para que le creciera su barba.

Al parecer, su asesor le ha debido de aconsejar que mostrase un cambio físico, probablemente para aparentar madurez.

A la vez, le han recomendado que haga intervenir a Mariano Rajoy, el político que practicó su afán de no cambiar las cosas, y que de 186 diputados en 2011, dejó al PP de Pablo Casado en 66.

En resumen: Casado emite una “imagen borrosa” platónico-aristotélica. Y menos mal que no tiene como asesor al célebre Pedro Arriola, tan partidario del no hacer.

LA CAMPAÑA ELECTORAL

El poder político es indisociable de la palabra, como instrumento suyo. Por la palabra es posible incorporar total o parcialmente a alguien en un plan o programa político.

Además, la palabra es la única vía a través de la cual unas partes del todo social pueden «pro-poner» (poner delante), a los demás, planes y programas relativos a un sistema global y que sólo por la palabra puede ser representado.

Así, Bueno indica cuál es el dominio de la comunicación política.

Y dentro de la campaña electoral juegan un papel muy importante los debates televisados.

Sobre los debates, Bueno presenta este panorama: “Uno de los efectos más repugnantes derivados de la dialéctica entre los partidos políticos mayoritarios es la tendencia a las descalificaciones sistemáticas mutuas, acompañadas de insultos graves entre sus jefes.

¡Esto es debido a que en una democracia, los partidos constitucionalistas, al no poder reconocer una oposición «de fondo», tienen que atribuirse diferencias fingidas para justificar su intento de sustituir al partido en el gobierno, o de mantenerse en el gobierno en su caso…

“En este punto podemos encontrar una diferencia importante entre el mercado de bienes y el mercado de candidatos: en las campañas publicitarias es casi una regla ética, o simplemente de estilo, que, sin perjuicio de encarecer el producto anunciado en los términos más hiperbólicos, y aún engañosos, sin embargo no se descalifique a la competencia, al menos de un modo explícito;

“Las descalificaciones tendrán lugar en un terreno muy sutil, que incluso pasa desapercibido a los compradores. Pero en las campañas electorales, sobre todo en las legislativas, los insultos y descalificaciones entre los partidos en competencia son la regla y no la excepción”.

He estudiado, y publicado como capítulos de libros, debates de México y de España; me parece magnífico el dictamen de Bueno, pero no quiero hacer responsables únicamente a los políticos del mal estilo que demuestran en la mayor parte de los debates.

Entonces, ¿quiénes son co-responsables del desarrollo de los debates?

Como regla general, en España cada moderador/a quiere dejar su impronta, con resultados desiguales. Pondré ejemplos de los cuatro debates de 2015 y 2016:

En el primero, el moderador Carlos de Vega expuso las reglas y los bloques del Debate. Sin embargo, y ya desde el primer momento, planteó el asunto del terrorismo yihadista, que no aparecía dentro de los cuatro bloques que los políticos habían acordado.

Con lo cual, los candidatos consumieron 8 minutos del tiempo establecido para los bloques que los partidos habían negociado.

Por otra parte, fue laxo para controlar el tiempo de cada candidato, como demostró con su última afirmación que cerró el debate: “Han sido tan disciplinados que ha sido el único apartado en que no han sobrepasado el tiempo”.

Vicente Vallés y Ana Pastor dirigieron uno de los debates de los candidatos. Foto: La Sexta.

En el segundo debate, Ana Pastor y Vicente Vallés concretaron las siete condiciones en las que iba a celebrarse el debate. Pues bien, prácticamente todas esas condiciones eran insustanciales; sólo querían resaltar la importancia de Atres Media. Con el gran error de colocar los podios o atriles detrás de cada candidato/a.

En el tercero, el veterano moderador Manuel Campo Vidal adoptó la posición de querer pasar desapercibido. Llegó a decir a los contendientes: “Pueden ustedes interrumpirse”. ¿Resultado? El debate fue bronco y lleno de insultos, entre Rajoy y Sánchez.

Finalmente, Ana Blanco, Pedro Piqueras y Vicente Vallés sí quisieron controlar la marcha del debate de Junio de 2016, seguramente por la impresión tan perjudicial que había dejado el tercero.

Por tanto, una medida muy prudente es que los representantes de los partidos que negocian las normas de los debates no depositen una confianza total en los moderadores.

Los hechos demuestran que las televisiones van buscando el espectáculo, lo reconozcan o no. Que luego los representantes de los partidos no se lamenten de cómo han ido los debates para sus candidatos.

LOS NUEVE PODERES POLÍTICOS QUE DISTINGUE GUSTAVO BUENO Y LOS BLOQUES DE LOS DEBATES

Los organizadores de los debates acuerdan con los negociadores de los partidos los “bloques” con los asuntos que van a abordar. Encuentro que una manera excelente de ordenar esos bloques puede ser el modelo de la sociedad política, con los nueve poderes políticos, de Gustavo Bueno.

No dispongo de espacio para explicar las ramas y capas del poder político. Por tanto, me voy a limitar a identificar los nueve poderes y los bloques que han ido saliendo en los pasados debates.

PODER EJECUTIVO

En estos momentos, un asunto central es la obediencia o desobediencia civil y qué proponen los diferentes candidatos para resolver este asunto.

PODER GESTOR

Es muy importante todo lo relacionado con la contribución y los impuestos justos. Y, en sentido contrario, Bueno especifica el sabotaje. Aquí se incluyen la lucha contra la economía sumergida, los paraísos fiscales… y todos los que no quieren contribuir al buen orden social. (Bloque: impuestos).

PODER MILITAR

En los debates sólo mencionan las misiones de los militares en el extranjero.

PODER LEGISLATIVO

Todas las cuestiones relativas al sufragio y la abstención tienen aquí su lugar. Los moderadores están interesados en los pactos post-electorales, pero los líderes de los partidos, excepto Pablo Iglesias, eluden estos asuntos, para evitar que les acusen de hacer una política frentista.

Y sin embargo, después de las elecciones, el asunto de los pactos ocupa el primer término. (Bloque: Pactos post-electorales)

PODER PLANIFICADOR

Bueno da una gran importancia a todos los procesos productivos. Aquí entran también los conflictos de las huelgas y el drama del desempleo. (Bloque: Empleo).

PODER FEDERATIVO

El filósofo español incluye aquí el comercio y el contrabando.

PODER JUDICIAL

El cumplimiento de las sentencias o el desacato encuentran aquí su lugar. Bueno recuerda una y otra vez que las sentencias judiciales son papel mojado si el papel ejecutivo no las hace cumplir. Y no pierde ocasión de recordar a los jueces que no se salgan de su poder clasificador.

PODER REDISTRIBUTIVO

Bueno explicó este poder hace casi treinta años, mostrando el gran panorama de la tributación. Pues bien, desde hace algunos años, hay partidos políticos que insisten en este poder. Sobre todo, a propósito de las pensiones.

También el filósofo se ocupa del fraude, que ahora sí ha adquirido una perspectiva global. (Bloques: pensiones, educación, sanidad, política social y estado del bienestar, recortes, corrupción y regeneración democrática, …)

PODER DIPLOMÁTICO

Cada nación establece alianzas con otros países. Bueno sitúa aquí el asunto de la inmigración. (Bloque: política exterior)

Me consta que ha habido ya varias Tesis Doctorales sobre la teoría política de Gustavo Bueno. Ahora, lo que hace falta es difundir esa teoría en los diversos medios de comunicación hasta que cale en el lenguaje. No solo en el de los políticos sino en el de los votantes y contribuyentes.

NECESIDAD DE PUBLICAR LAS OBRAS COMPLETAS DE GUSTAVO BUENO

Finalmente, y como ya he manifestado en varias ocasiones, necesitamos las Obras Completas de Gustavo Bueno. Que un filósofo menor, como Sergio Rábade, tenga editadas sus Obras Completas nos obliga a pensar qué está ocurriendo con las de Bueno.

He asistido hace tres semanas en Potes a las IV Jornadas Hispanistas Lebaniegas.

Además de un dinamismo extraordinario de los congresistas, con intervenciones de solo diez minutos, me he dado cuenta de la importancia de un mecenas, el mexicano, de origen asturiano, Fredo Arias de la Canal. Está financiando la edición de los Romanceros y Cancioneros más ambiciosa que alguien podría imaginarse.

Entonces, quien nos hace falta es alguien como José Julián Labrador, que supo y sabe presentar sus planes a Fredo Arias y logró convencer a este mecenas. En España, seguro que hay muchos ricos que quisieran ser mecenas si alguien les supiera convencer de los grandes horizontes que abren los escritos de Bueno.

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