A juicio por coaccionar a una compañera de trabajo durante varios meses para que mantuviera una relación con él
Detalle de los Juzgados de Oviedo.

A juicio por coaccionar a una compañera de trabajo durante varios meses para que mantuviera una relación con él

El Ministerio fiscal pide una pena de un año de prisión y la prohibición de aproximación y de comunicación por cualquier medio
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23/11/2019 06:44
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Actualizado: 23/11/2019 02:20
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La Fiscalía del Principado de Asturias solicita la condena de un acusado de coaccionar a una compañera de trabajo durante varios meses para que mantuviera una relación con él.

El Ministerio Fiscal pide una pena de un año de prisión y la prohibición de aproximación y de comunicación por cualquier medio con la mujer durante 3 años a menos de 500 metros de su domicilio, lugar de trabajo y cualquier otro que sea frecuentado por ella.

En concepto de responsabilidad civil,se solicita que el acusado indemnice a la chica con 3.000 euros por el daño moral sufrido.

La vista oral está señalada el lunes, 25 de noviembre, el Juzgado de lo Penal número 2 de Oviedo, a las 9.30 horas.

Según sostiene Fiscalía, en el mes de marzo de 2018, el acusado era empleado de una empresa con centro de trabajo en una nave en la calle Almacenes Industriales de Oviedo. El 17 de marzo del mismo año comenzó a trabajar en la empresa la víctima.

Desde el principio, el acusado ofreció a la mujer su ayuda para toda cuestión relativa al trabajo, por lo que ambos mantuvieron una fluida relación.

Pasadas apenas dos semanas, el acusado comenzó a dirigir a la chica insinuaciones con la finalidad de mantener con ella una relación sentimental, propuestas que fueron rechazadas en todo momento por ella , hasta el punto de que esta le retiró la palabra.

Como quiera que el acusado no aceptó la negativa y con la intención de doblegar su voluntad, inició una actitud de seguimiento persistente y reiterado.

Acoso a través de las redes sociales

Comenzó a enviarle mensajes a través de la aplicación WhatsApp, que contenían reproches personales sobre su cambio de humor, le recriminaba que le pusiera mala cara cuando le veía y utilizaba expresiones insultantes.

Le comunicaba, al mismo tiempo, lo mal que le sentaba el hecho de imaginarse que pudiera estar besándose con otro y le pedía una y otra vez que le hablara cuando ella no contestaba sus misivas.

Cuando la víctima bloqueaba al acusado para poner de manifiesto que no quería mantener contacto alguno con él a través de alguna aplicación –llegó a recibir por WhatsApp 68 mensajes el 29 de mayo, 18 el 10 de junio, 21 el 24 de julio y 20 el 25 de julio–, el acusado optaba por comunicarse con ella mediante otras redes sociales.

A través de Instagram envió a la mujer múltiples mensajes en los que le pedía que lo desbloqueara y que volvieran a tener risas y confianza. También por SMS. En ellos insistía en que lo desbloqueara de otras redes sociales y que quedara con él para tomar un café.

Así mismo el acusado la llamó por teléfono en muchas ocasiones y procuraba el contacto físico con ella. Le tocaba la cabeza o el hombro y a veces la empujaba levemente por los pasillos de la empresa en la que ambos trabajaban y luego se disculpaba alegando que había sido sin querer.

Habitualmente la esperaba a la salida del trabajo e insistía en llevarla en coche a su domicilio o la seguía con su vehículo.

La conducta del acusado, consistente en un continuo e incesante intento de comunicación, perjudicó la tranquilidad y sosiego de la mujer.

Hasta el punto de que, además de bloquearlo de los medios de comunicación que utilizaba, tuvo que cambiar hasta cuatro veces su ruta de regreso desde el trabajo a su domicilio optando por zonas concurridas por temor a ser seguida por él y pidió a una amiga que la acompañara.

La víctima presentó denuncia por estos hechos el 4 de septiembre de 2018. La Fiscalía considera que los hechos son constitutivos de un delito de coacciones.

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