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El sistema de elección a la Presidencia del CGAE no es democrático
12/1/2020 00:00
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Actualizado: 12/1/2020 00:00
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Hace tres años, tras tres tener conocimiento por la prensa de la convocatoria de elecciones al Consejo General de la Abogacía Española (CGAE), y sin haber recibido comunicación del Ilustre Colegio de la Abogacía de Barcelona sobre la convocatoria, y observando, con indignación como ni siquiera el único requisito, que la convocatoria exigía la publicación en el tablón de anuncios de los colegios profesionales, y al darme cuenta de que los colegiados no podemos votar ,y sólo votan los decanos y decanas, decidí presentar mi candidatura a la Presidencia, proponiendo una reforma que permita a todos los abogados de España elegir a sus representantes.
En mi opinión, el actual sistema de elección de los miembros del CGAE, y su funcionamiento, no son democráticos, y no responden a la exigencia constitucional del artículo 36 de la Constitución Española.
Fui la primera candidata en proponerlo y no obtuve ningún voto, ya que parece existir la norma no escrita de que los candidatos que no somos, o hemos sido decanos o decanas, no somos elegibles aunque nuestra norma suprema disponga que todos los abogados ejercientes podemos ser elegibles, pero no votar.
Ese es un privilegio reservado a los decanos y decanas que no sólo no están obligados a rendir cuentas a sus colegiados en esta cuestión sino que ni siquiera lo están ante las juntas de gobierno de los colegios de abogados que tampoco tiene derecho a participar de la decisión del decano.
Celebro que ahora existan otros candidatos que también propongan lo mismo que yo propuse en la anterior elección, y que he llevado sin éxito por el momento ante los tribunales pero que volveré a tratar de defender y es que los que no somos decanos estamos en una absoluta inferioridad de condiciones para acceder a dicho cargo.
El decano de Sabadell, imagino que ya tiene por lo menos su propio voto, yo no puedo votar por lo que el resultado con antelación ya esta viciado, pues hay candidatos con derecho a voto y otros sin derechos. Por tanto, no existe igualdad de posibilidades de acceso al cargo y en consecuencia entiendo que la elección de la máxima representación de la Abogacía Española no es democrática.
He solicitado que, para paliar dicho desagravio, se me permita votar ,ya que soy candidata, y que se convoque un debate entre los distintos candidatos antes de la elección para poder exponer mi programa.
Nuevamente el secretario del CGAE, ya que al parecer no existe siquiera un comité electoral encargado de velar por el cumplimiento democrático de las normas, me lo ha denegado.
EL CGAE TIENE QUE MODERNIZARSE
Es hora de que la abogacía española se modernice y que desde las instituciones, se convoquen elecciones anticipadas, pero se continué sin reformar el sistema de elección de los miembros del CGAE, algo que tuvo la posibilidad de hacer la hasta ahora presidenta Victoria Ortega, pero que no ha hecho y entiendo que, de ganar ella nuevamente la elección no hará, ya que ni lo he hecho ni ha manifestado en ningún momento que esta sea su opción.
Llamo a la reflexión a todos los Decanos y Decanas que tienen en su manos cambiar algo que en el año 2020 no puede sostenerse por más tiempo.
Los abogados tenemos derecho a poder elegir a nuestros representantes, a aprobar los presupuestos y su gestión.
Porque el Consejo General de la Abogacía Española no es un club de amigos. No es un consejo de sabios. Y lo pagamos todos los abogados de España que estamos obligados a pertenecer a él y a financiarlo con nuestras cuotas.
No podemos permitirnos más presidentes o presidentas sin una elección en igualdad de condiciones y bajo el paraguas de la democracia. Se debe permitir votar a todos los abogados de España, estableciendo unas normas democráticas para tal elección, que a día de hoy no existen.
Pero lo verdaderamente triste es que un simple debate que no esta previsto pero tampoco esta prohibido, obviamente ha sido denegado por el Secretario General del Consejo que, sinceramente, no considero que esté legitimado apra tomar una decisión que corresponde al Pleno del CGAE.
Es de justicia que ya que los candidatos que no somos Decanos, y que no podemos potar, se nos permita exponer nuestro programa, o proyecto, para el CGAE. Mi posición, como candidata, está en evidente desigualdad a aquellos que son Decanos o que ocupan, o han ocupado, la Presidencia del CGAE.
Vuelvo a repetirlo, para terminar, y para que quede claro: La elección ni es democrática ni garantiza la igualdad de oportunidades a todos los candidatos.
Los Decanos y Decanas de España tienen en sus manos la oportunidad de cambiar una triste realidad que hace años ya debió rectificarse.
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