FJI sobre el «Plan de Choque» del CGPJ: Medidas de mayor control a los jueces «van a provocar el efecto contrario»
La Comisión Gestora de FJI, de izquierda a derecha: Juan Montero García Andrade; Francisco Hazas Viamonte; Cristina de Vicente Hernández; Concepción Rodríguez González del Real; Fernando Portillo Rodrigo; Iván Oliver; y María José Hernández González.

FJI sobre el «Plan de Choque» del CGPJ: Medidas de mayor control a los jueces «van a provocar el efecto contrario»

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16/4/2020 12:55
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Actualizado: 19/8/2020 10:50
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«Dada la situación actual, lo que debería hacer [el Consejo General del Poder Judicial] es motivar motivar positivamente a los jueces y magistrados para que afrontemos la situación, y ello mediante herramientas adecuadas a fin de que nuestro trabajo pueda ser desarrollado con mayor eficacia», dice la asociación Foro Judicial Independiente (FJI) en su valoración del «Plan de choque» del órgano de gobierno de los jueces.

«Medidas basadas en un mayor control y presión van a provocar el efecto contrario, al igual que sucede en la empresa privada. Bajar el sueldo a los jueces, reducir sus vacaciones, aumentar su jornada laboral, controlar más su actividad y dedicar la retribución variable únicamente a una parte del colectivo en detrimento de la mayoría, lo que va a conseguir es desincentivar completamente el esfuerzo que tenemos que hacer para afrontar esta situación», añade FJI con rotundidad.

De acuerdo con esta asociación de jueces, el «Plan» trasluce cierto desconocemiento de la pandemia.

«La prioridad debería estar en poder trabajar sin contagiarnos ni contagiar a otros. Adoptar una nueva forma de trabajar en este entorno. La evitación del contagio debería ser la principal preocupación del Consejo. Lo procedente sería, entonces, fomentar el teletrabajo y reanudar la actividad presencial de forma gradual y a un ritmo menor que el anterior a la crisis sanitaria», señala.

SUPERCONTAGIADORES Y TESTS

Según FJI, tanto los jueces, los fiscales o los funcionarios de auxilio judicial que están todos los días en Sala corren, no solo el riesgo de contagiarse, sino de convertise en supercontagiadores, porque no todas las salas ni todos los edificios judiciales permiten mantener una distancia de dos metros entre  las personas.

«Convendría que el Consejo General del Poder Judicial, responsable de la salud y seguridad en nuestro trabajo, identificara a los colectivos vulnerables, dentro de la carrera, para redoblar con ellos todos los esfuerzos de prevención. Parece razonable que estas personas deberían ser las últimas en incorporarse a una forma de trabajar que implique el contacto diario con el público», afirma.

FJI recuerda que los países que más éxito han tenido en la contención de los contagios ha sido por el rastreo infatigable de contactos cuando alguien ha dado positivo a la infección. Aquellos que han realizado tests.

«Aquí aún no se ha establecido ningún protocolo claro de lo que hay que hacer cuando hay un positivo por coronavirus en un edificio judicial«, recuerda.

«Lo lógico sería identificar qué personas han entrado en contacto con el enfermo (sea juez, fiscal, funcionario, profesional…) y decretar la inmediata cuarentena de todos los que hayan tenido un contacto que se define como «estrecho» en un determinado período de tiempo».

TRABAJO EN REMOTO DE JUECES Y FUNCIONARIOS

La asociación judicial opina que debería abandonarse «el presentismo» y fomentar el teletrabajo para  reducir al mínimo los contactos interpersonales.

El Consejo debería reclamar de la administración prestacional que se generalicen los programas informáticos y el expediente electrónico de manera que todos los jueces de España puedan trabajar en remoto, así como los letrados de la Administración de Justicia y los funcionarios.

«No se puede eliminar el papel al cien por cien, pero sí podría facilitarse parte del trabajo a realizar».

«Lo que pretende el Consejo en su ‘Plan de choque’ es justo lo contrario a lo que los criterios sanitarios aconsejarían: no solo volver al juzgado como si no pasara nada sino, encima, incrementar los contactos interpersonales en los edificios judiciales», aseguran.

Foro Judicial Independiente sigue, en su valoración del «Plan de choque», similar sentido que la Asociación Profesional de la Magistratura y la Asociación Judicial Francisco de Vitoria.

Porque subraya el desconocimiento del órgano de los jueces en cómo funciona la Administración de Justicia.

«Resultan risibles algunos planteamientos del Consejo General del Poder Judicial, cuando por ejemplo, donde se había de señalar una comparecencia en treinta días, ahora se pondría en la ley a 15 días y así se recorta el tiempo a la mitad. Es absurdo, porque nunca ha habido jueces suficientes para que se señalen los asuntos a 30 días vista. Da lo mismo que la Ley de Enjuiciamiento Civil prevea un plazo de 15 días, de 30 ó de 60: las vistas y juicios se señalarán donde haya hueco en las agendas, y éstas están llenas ya para las próximas semanas, meses o años», dice.

«Por ejemplo, el Consejo alega que una de las causas de que los juicios ordinarios en civil duren tanto es la audiencia previa. No. La principal causa de que los juicios ordinarios duren lo que duran es que la primera instancia civil tramita demasiados pleitos de este tipo, de manera que no puede cumplir los plazos procesales ideales que constan en las leyes«, recuerda.

¿TRABAJAR DE TARDE?

FJI percibe que en el texto del CGPJ subyace la idea de que cuando el juez se marcha a su casa dedica las tardes al ocio y al esparcimiento, cuando eso está lejos de ser verdad en la inmensa mayoría de los casos. «¿Cuándo pretende el Consejo que se haga ese trabajo? ¿Por la noche?», se pregunta.

«La ‘solución’ del Consejo General del Poder Judicial, cuando indica la posibilidad de ahorrar tiempo dictando resoluciones orales en distintas jurisdicciones, es que se celebren vistas por las tardes, y el único reparo que pone es que quizá abogados y procuradores se opongan porque tienen tareas vespertinas de despacho».

Olvida que en muchas vistas están también el fiscal o el funcionario de auxilio y, a veces, los letrados de la Administración de Justicia, y que todos los que deben participar en ellas tienen trabajo vespertino que hacer, dice FJI.

LA ESPECIALIZACIÓN Y EL FRACASADO MODELO DE JUZGADOS DE CLÁUSULAS SUELO

Al igual que la APM y que la AJFV, FJI arremete contra la idea de la especialización, planteada por el CGPJ, y especialmente sobre la idea de volver a poner en marcha un modelo parecido al de los Juzgados de cláusulas suelo, a los que define como «agujeros negros».

«Si algo han puesto de manifiesto los juzgados de cláusulas es, precisamente, que no sirven ni para lograr más celeridad ni tampoco para desincentivar la litigiosidad. Crear estos agujeros negros en los que acaban miles de pleitos que luego se van a ir resolviendo a cuentagotas solo ha servido para crear el más llamativo fenómeno de litigiosidad artificial que han visto nunca los juzgados españoles«, subraya.

«No solo no ha servido para que haya menos pleitos, sino que incluso se ha creado una industria de la litigiosidad en este ramo. Que a su vez ha provocado que las entidades se sientan menos inclinadas a llegar a acuerdos», resalta.

EL PROBLEMA ES LA ESCASEZ DE JUECES

En España, a juicio de FJI, el problema sigue siendo la falta de jueces. Porque el tiempo que se tarda en tramitar un asnto depende de los medios de los que se disponen.

«Somos la mitad de los que deberíamos en condiciones normales. Cuando hay una situación de excepcional crecimiento de un tipo de litigios, o sea, lo que podríamos llamar un brote de litigiosidad, el sistema ya está, por definición, sobrepasado, lo centres en un solo órgano o lo distribuyas entre todos», insiste.

«Por ello, el problema de estos brotes litigiosos no puede ni debe solucionarse por vía de las adscripciones forzosas, y menos aun si hablamos de jurisdicciones especializadas».

DESCARGAR Informe Valoraciones «Plan de choque» FJI

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