La juez propone juzgar a la exdirectora del IVAM por aprovecharse del museo para promocionar la carrera artística de su hijo
La exdirectora del Institut Valencià de Art Modern (IVAM) Consuelo Ciscar. EP.

La juez propone juzgar a la exdirectora del IVAM por aprovecharse del museo para promocionar la carrera artística de su hijo

Encausa a su hijo, a un empresario y a tres trabajadores del IVAM y archiva el caso para otros cinco investigados
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11/6/2020 17:59
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Actualizado: 11/6/2020 18:09
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El juzgado de Instrucción número 21 de Valencia que investiga las presuntas irregularidades cometidas en el Instituto Valenciano de Arte Moderno (IVAM) propone juzgar a la exdirectora del museo Consuelo Ciscar por aprovecharse presuntamente de la institución para promocionar la carrera artística de su hijo, Rafael B., conocido como ‘Rablaci’.

En el auto de procedimiento abreviado, según ha informado el Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana, la juez apunta que los hechos podrían ser constitutivos de los delitos continuados de malversación, prevaricación administrativa, cohecho y falsedad de documento oficial.

La instructora propone juzgar también al propio artista, a un empresario, al exdirector económico administrativo, al exdirector de Publicaciones y Acción Exterior y a una funcionaria. En cambio, ha archivado las diligencias para otros cinco investigados.

Hizo uso personal del IVAM

La instructora considera que de las diligencias de investigación practicadas se desprende que Ciscar se aprovechó de su “posición de superioridad como directora gerente del IVAM” e hizo un “uso personal” de esta institución pública para “para construir y promocionar la carrera artística de su hijo”.

Lo hizo, según la resolución, a través de dos vías. La primera pasaba por usar trabajadores y dinero del museo para destinarlo a esos fines. La segunda consistía en conceder servicios o comprar obras de arte con cargo a los fondos del IVAM a entidades o artistas coincidiendo con exposiciones y/o edición de catálogos de Rablaci.

Así, el auto, que puede ser recurrido tanto en reforma como en apelación, enumera múltiples correos electrónicos intervenidos durante la investigación “que indican que a las órdenes de la señora C. varios trabajadores del IVAM prestaron sus servicios para la construcción y/o promoción de la carrera artística de su hijo”.

Según el auto, los trabajadores prestaron esa colaboración entre los años 2008 y 2010 en distintas áreas como las relaciones institucionales, la confección de currículos de Rablaci o la edición y traducción de catálogos y textos.

Igualmente participaron en la organización de exposiciones y del transporte de sus obras de arte, fundamentalmente esculturas y fotografías, en países como Cuba, Mexico, Argentina o China, entre otros.

Uno de los encausados, un colaborador independiente del IVAM que redactaba en paralelo textos para las muestras del hijo de Ciscar, fue designado en octubre de 2012 director de Publicaciones del museo, nombramiento en el que la magistrada aprecia una contraprestación a esos trabajos.

«Adjudicaciones irregulares»

La resolución detalla también pagos con fondos del IVAM a entidades, críticos de arte o artistas que se vieron beneficiados mediante la compra o la exposición internacional de sus obras, el comisariado de muestras o la contratación de publicaciones, a cambio presuntamente de su colaboración en la promoción y la formación de la carrera artística de Rablaci.

Asimismo, el auto recoge multitud de “adjudicaciones irregulares” de servicios por parte de la cúpula directiva del IVAM a distintas sociedades de un empresario que también realizaba el transporte y montaje u desmontaje de las exposiciones del hijo de la exdirectora gerente.

Igualmente, dedica una mención específica a la exposición itinerante de la obra de Rablaci ‘Materia y Espíritu en Asia’, coincidiendo con exposiciones de fondos del propio IVAM, y concluye que ello no habría sido posible sin la colaboración de una delegada de la SGAE en ese continente, a cuyo marido el museo valenciano había contratado por 284.000 euros sin expediente alguno de licitación.

“La política de expansión internacional de la colección del IVAM o de obras de artistas individuales asumiendo el Instituto todo el coste que ello implicaba y que fue adoptada de una manera unilateral por la señora Ciscar permitió que su hijo tuviese una proyección internacional como artista (y ello cuando el mismo contaba con la edad de 20 años sin haber finalizado sus estudios de Bellas Artes)”, apunta la instructora.

De este modo, Rablaci pudo exponer en el extranjero en los mismos o en lugares cercanos a las exposiciones del IVAM y en momentos temporales iguales o próximos. En ambos casos los transportes, sufragados con fondos públicos, fueron asumidos por la empresa Logística del Arte SL.

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