Esteban Ibarra, presidente de Movimiento contra la Intolerancia, advierte que "los insultos abren la puerta al odio".
Movimiento contra la Intolerancia reprocha a Iglesias que defienda la normalización del insulto
Emplaza al vicepresidente a que "reconsidere su postura" y "no sea parte del problema"
|
09/7/2020 16:14
|
Actualizado: 10/7/2020 22:09
|
Movimiento contra la Intolerancia reprocha al vicepresidente Pablo Iglesias que defienda la normalización del insulto.
A esta asociación de derechos humanos, que preside Esteban Ibarra, le han «indignado» las declaraciones de Iglesias asegurando que la crítica es “una cosa normal y propia de las democracias” que él no perseguiría, y se haya mostrado partidario de “naturalizar que en una democracia avanzada, cualquiera que tenga presencia pública o cualquiera que tenga responsabilidad en una empresa de comunicación o en la política” esté expuesto “tanto a la crítica como al insulto en las redes”.
El vicepresidente lleva desde el pasado viernes aludiendo a políticos, periodistas y medios de comunicación a raíz de las informaciones sobre la pieza Dina del ‘caso Villarejo’, en la que se investiga el robo del móvil de su exasesora, Dina Bousselham, y el uso posterior de sus datos.
El viernes afirmó que “la dimensión fundamental de las cloacas del Estado es mediática”, y el domingo dijo que “se nota” que “la derecha” y sus “medios” de comunicación quieren “sacar” a Unidas Podemos del Gobierno.
Movimiento contra la Intolerancia ha publicado hoy un comunicado en el que destaca que bajo ningún concepto se puede aceptar que haya que “naturalizar” que cualquiera que tenga presencia pública o responsabilidades en una empresa de comunicación o esté en política esté sometido al insulto en las redes sociales.
«No podemos aceptar esta normalización porque de hacerse es una mala práctica que daña la convivencia, el respeto y el aprecio al otro y, por tanto, imposibilita la tolerancia, y daña la calidad democrática de una sociedad«, advierte Esteban Ibarra.
«Y no se deben realizar ni hacia periodistas, ni políticos, ni hacia nadie en ningún ámbito social porque los insultos abren la puerta al odio», señala.
Asimismo, el presidente de Movimiento contra la Intolerancia afirma que «tampoco hay que confundir una crítica, algo legítimo democráticamente, con el insulto, que es ilegítimo por inmoral, y que no debe realizarse en ninguna parte».
Recuerda que «si se hace con publicidad en las redes sociales, puede llegar a constituir diferentes infracciones reprochadas punitivamente».
HACE HINCAPIÉ EN QUE ‘LIBERTAD DE EXPRESION NO ES LIBERTAD DE AGRESION’
Esteban Ibarra también señala en que «el insulto es una acción que ofende y humilla a una persona, a un semejante que comparte igual dignidad, libertades y derechos, y que siempre debe recibir del prójimo respeto y aprecio más allá de la discrepancia, con independencia de la crítica y el debate derivado».
Y hace hincapié en que el insulto «no se puede defender como libertad de expresión».
«Libertad de expresión no es libertad de agresión», sentencia.
Ibarra afirma que si defiende «la práctica del insulto, más bien lo que se acaba defendiendo es la impunidad para degradar, despreciar y denigrar, para promover prejuicios, burlarse y difamar, para coadyuvar en la construcción de un discurso basado en la intolerancia».
«Defender esa mala práctica es posicionarse en el lado de la libertad de agresión, y eso nunca lo debe defender nadie, menos aún un alto cargo institucional», apostilla.
El presidente de Movimiento contra la Intolerancia destaca que «ni la Constitución Española, ni la Carta Universal de Derechos Humanos, ni los Códigos deontológicos profesionales amparan la normalización del insulto».
Asimismo, dice que «tampoco ninguna organización social que haga suya la praxis de la pedagogía de la convivencia democrática, de la tolerancia, que trabaje con la infancia, con los jóvenes, y con la sociedad en general puede hoy asumir la defensa del insulto, que es la puerta de entrada a la espiral del discurso de odio y a la evolución a males mayores».
Esteban Ibarra recuerda que su asociación «trabaja socialmente por todo lo contrario: Por no normalizar el insulto, sino por desterrarlo, por erradicar los malos comportamientos en las redes sociales, y por educar a nuestros menores y mayores en el respeto profundo a la dignidad de la persona».
«Nadie desde un planteamiento ético de responsabilidad puede defender el insulto como práctica normalizada», afirma.
Por consiguiente, Movimiento contra la Intolerancia emplaza al vicepresidente a que «reconsidere su postura respecto a las malas prácticas del insulto, y no sea parte del problema».
Noticias relacionadas:
Noticias Relacionadas:
