El COVID-19 obliga a buscar fórmulas para reactivar el mercado laboral y que crezca el empleo
Los datos de la Encuesta de Población Activa del segundo trimestre, indican que dos tercios de los empleos desaparecidos fueron temporales.

El COVID-19 obliga a buscar fórmulas para reactivar el mercado laboral y que crezca el empleo

Se han perdido 1,3 millones de empleos netos en nuestro país desde el inicio de esta crisis sanitaria el pasado mes de marzo
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02/9/2020 06:51
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Actualizado: 01/9/2020 22:49
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La economía española perdió un 7,5 % del empleo entre abril y junio, según datos homogeneizados de Eurostat. Y a esta pérdida hay que añadirle otro 1% del primer trimestre, es decir, se destruyó en torno a un 8 % del empleo en la primera mitad del año.

Si se toman las cifras del INE, entre enero y junio desaparecieron en España 1,35 millones de ocupados.

Los datos de la Encuesta de Población Activa del segundo trimestre, indican que dos tercios de los empleos desaparecidos fueron temporales, mientras que la tasa de destrucción fue del 2% entre los fijos, en los temporales se disparó al 11 %.

En este contexto, varios expertos en derecho del trabajo explican a Confilegal algunas medidas para reactivar el maltrecho mercado laboral.

Como reto está reducir el desempleo juvenil, uno de los más altos de Europa y mantener la actividad de pymes y autónomos con más estímulos empresariales de los que reciben.

Carlos de la Torre, «of counsel» de Baker Mckenzie en el área laboral y vicepresidente de la Asociación de directivos y profesionales de relaciones laborales (Adirelab), considera que la situación actual de crisis del mercado de trabajo y de la economía viene propiciada por varios factores simultáneos en el tiempo, como el confinamiento, la alta temporalidad de nuestro mercado laboral y el factor sectorial, turismo y hostelería. Lo que ha generado la pérdida de 1,3 millones de empleos netos desde marzo.

A juicio de este experto en derecho laboral, las claves para crear empleo en nuestro país pasan por cinco consideraciones a tener en cuenta. “La primera, los estímulos al mercado de trabajo, que deben permanecer para muchas empresas. Creo que funcionan de forma razonable los fondos ICO y apoyo a las empresas estratégicas y los ERTE, ahora habrá que ver como encaja el ingreso mínimo vital. Pero no son suficientes dichos estímulos”.

De la Torre habla también de “impulsar los estímulos y diseñar una política de gasto más expansiva aprovechando las ayudas europeas que vienen de Bruselas para la reconstrucción del país. Hay que acertar en el destino de esos fondos y gastar con criterio y eficiencia”. A su juicio, es clave la colaboración pública y privada en este contexto.

Carlos de la Torre, of counsel de Baker Mckenzie en el área laboral y vicepresidente de la Asociación de directivos y profesionales de relaciones laborales (Adirelab).

Otro elemento que considera importante para la creación de empleo es “la formación y el reciclaje en los planes sectoriales. Se trata de potenciar la formación de los desempleados y mejorar su empleabilidad para que estos ciudadanos puedan tener más presencia en el mercado de trabajo. Se trata de reciclar a esos profesionales de manera conveniente con itinerarios formativos nuevos”.

La tercera clave que señala Carlos de la Torre tiene que ver con “tener una política monetaria y fiscal sólida. En estos momentos el Banco Central Europeo está funcionando y nos compra deuda, con lo cual pese a nuestra recesión tenemos liquidez como país y dicha liquidez puede llegar a familias y empresas. Pero no es suficiente, la clave de la policía fiscal está en menos impuestos y más incentivos para que las empresas tengan entornos amables para hacer negocio”.

Para este experto, “el futuro pasa por tener un nuevo modelo productivo, con muchos más servicios digitales y sostenibles. Eso hace que haya que apoyar el movimiento de ‘startups’ en nuestro país, al igual que a los autónomos. Es una buena noticia que se vaya a tramitar una Ley de ‘startups’, demandada por el sector. Los nuevos negocios y emprendedores son el motor de la creación de empleo. Hay que darles un sistema monetario que les dé liquidez y otro fiscal que les ayude para que puedan poner en marcha sus empresas”.

La quinta clave que señala nuestro experto tiene que ver “con la necesidad de diseñar planes sectoriales que ya funcionan en otros países y adaptarlos al modelo español. El escenario es de incertidumbre porque no sabemos cuándo estará la vacuna del Covid-19 y cuándo será eficaz. Es posible que sectores como turismo y hostelería deban ocupar un segundo plano por la alta exposición que genera a los ciudadanos y priorizar otros”.

Carlos de la Torre reconoce que estos sectores tendrán problemas para reflotarse en los próximos meses, “la movilidad global en el mundo se ha limitado mucho y hay otra forma de enfocar la vida en estos momentos, como vemos en EEUU y América Latina. Esos planes sectoriales requieren de recursos e imaginación para ponerlos en marcha. Pero hay que acertar con dichos planes y saber dónde poner el dinero. Suecia lo ha hecho muy bien”.

IMPULSAR MEDIDAS FLEXIBLES

Por su parte, Ana Gómez, socia de Ceca Magán y presidenta de la Asociación Nacional de Laboralistas (ASNALA), considera que “la grave crisis económica derivada de la crisis sanitaria del Covid-19 está siendo mucho más profunda de lo que nadie podía imaginar y las noticias indican que durará más tiempo el que inicialmente se pensó”.

Gómez cree que “volver a lo que la realidad estadística de altas cifras de paro evidenció que no generaba empleo no es la solución. Por tanto, no deben modificarse aquellos mecanismos que vienen demostrando su eficacia en la protección del empleo vigente y la potenciación de nueva contratación. Hay que innovar legislativamente, pero de forma realista”.

En su opinión, “sí que sería útil revisar aquellas fórmulas legales que en el pasado han propiciado, efectivamente, la generación de empleo nuevo, aunque para ello haya de volverse a promulgar mecanismos de contratación flexible a la vez que renunciar a principios dogmáticos a favor de un contrato de trabajo que basa su estabilidad en la rigidez”.

El ejemplo más claro de estas fórmulas flexibles, y de ayuda a la nueva contratación laboral, fue el contrato indefinido de apoyo a emprendedores que entre julio 2012 y diciembre 2018 fue una vía eficaz para la creación de empleo estable dentro de la pequeña empresa, que es el sector de la economía que, en este momento, más apoyo necesita”.

Ana Gómez, socia de Ceca Magán y presidenta de la Asociación Nacional de Laboralistas (ASNALA).

“Desde luego entendemos que sí debe recuperarse dicho tipo de contrato indefinido porque, desgraciadamente, el número de población desempleada ha vuelto a superar el 15% del total del mercado de trabajo”, apunta esta experta.

A este respecto, analiza el uso masivo del ERTE, “es necesario dotarles de un marco legal, que dé seguridad jurídica a las empresas y a los trabajadores, así como que fije criterios claros para la aplicación por parte de las autoridades laborales de las distintas comunidades autónomas, el SEPE como gestor de las prestaciones por desempleo y la Seguridad Social”.

A su juicio, “el nuevo marco regulador de los ERTE debe prever nuevos mecanismos y figuras legales para que las empresas puedan decidir, de forma rápida y ágil, la afectación o desafectación al ERTE de los trabajadores que conforman su fuerza laboral”.

La otra gran novedad de la crisis del Covid-19 en el mercado de trabajo ha sido el teletrabajo. “A día de hoy, la mayor parte de dichos trabajadores siguen prestando sus servicios desde sus domicilios privados, para mantener el empleo y evitar los contagios del Covid-19, pero sin un marco legal que dé respuesta a muchas de las cuestiones que se vienen planteando”.

En ese escenario flexible, Gómez cree que “debería rediseñarse la contratación laboral de carácter temporal dando más protagonismo a dicha contratación cuando su origen o causa vaya vinculado directamente a las consecuencias de la crisis del Covid-19, sectores como la educación o el sanitario, son ejemplo de ello”.

Gómez recuerda que “en materia de creación de empleo, también tiene su responsabilidad las administraciones públicas, como es el caso de la administración de justicia, que deberían igualmente proceder a la contratación de nuevos profesionales, aunque fuese de forma temporal, para desbloquear nuestros órganos de justicia y que éstos respondan con agilidad al ciudadano”.

ROMPER DESAJUSTES CRÓNICOS DEL MERCADO LABORAL

Por su parte, Ferrán Camas, catedrático de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social y Director de la Cátedra de Inmigración, Derechos y Ciudadanía de la Universidad de Girona, apunta que “la destrucción de empleo provocada por la pandemia del coronavirus tiene su justificación en diversos desajustes de nuestro mercado de trabajo que pervivían antes que en marzo se declarara el Estado de alarma”.

“Entre dichos déficits que pervivían en el tiempo se encontraban un importante nivel de desempleo, sobre todo del de larga duración; una visible brecha de género respecto a la población ocupada; una gran atipicidad en las relaciones laborales, es decir, de contratos no indefinidos o estándar –a tiempo completo- (por ejemplo, desproporcionada contratación temporal o a tiempo parcial), así como numerosas situaciones de pobreza laboral, ligada en muchas ocasiones al trabajo autónomo”.

Camas señala que “han sido los trabajadores más expuestos a malas condiciones de trabajo los primeros en ser expulsados del empleo. Se debe hacer hincapié en los trabajadores temporales, pero también han sido muy vulnerables a la crisis todos aquellos con bajos salarios, sobre todo mujeres sin cualificación con formas atípicas de trabajos, que trabajan en pequeñas empresas, así como todo aquel personal incluido en la economía informal, especialmente las mujeres del servicio doméstico han sido los más vulnerables a la crisis”.

Este jurista apuesta por diferentes medidas para reactivar el mercado de trabajo. “En primer lugar, reducir el peso del sector servicios, especialmente turismo y comercio, para ir complementado con una visión de creación de industria en aquellos ámbitos en los que España aporta un valor específico”.

“Al mismo tiempo se trata de ir un deslizamiento progresivo a sectores llamados a ser importantes en el futuro como aquellos intensivos en conocimiento, como la educación, la tecnología de la información y las comunicaciones, así como también todo lo relativo a la salud humana, al sector de cuidados y el trabajo social”.

“Especial atención debe merecer el sector de cuidados en un país que, como el nuestro, mantiene la tendencia a un envejecimiento progresivo”, aclara.

Ferrán Camas, catedrático de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social y Director de la Cátedra de Inmigración, Derechos y Ciudadanía de la Universidad de Girona.

Otra cuestión que indica Camas es la necesidad de “llevar a cabo un importante esfuerzo en materia de políticas activas de empleo, especialmente en materia de intermediación laboral y también de educación y formación para el empleo. Esto supone una reconversión de los sistemas educativos y formativos en nuestro país, pero también una orientación determinada de las medidas activas de empleo respecto de la población en general”.

En su opinión, “estas medidas deben abocarse a todos los grupos de edad, aunque debe atajarse la sangría que se está produciendo respecto de los jóvenes. Deben reforzarse los instrumentos de garantía juvenil, especialmente en relación al asesoramiento, la orientación profesional. Especial atención debe dedicarse al acceso de las mujeres al mercado de trabajo, en especial en aquellos ámbitos laborales en los que están infrarrepresentadas”.

Otro aspecto que destaca es que “debe fortalecerse la calidad en el trabajo en aquellos sectores que han demostrado ser más sensibles a la crisis (como el turismo), y especialmente respecto de aquellas actividades que han sido declaradas como esenciales. Aquellos trabajadores que prestan sus servicios en actividades esenciales para la sociedad no pueden estar expuestos a contrataciones de baja calidad o atípicas”.

Por último, Ferrán Camas advierte que “debe mantenerse la distinción legal entre trabajadores autónomos y por cuenta ajena, combatiendo adecuadamente la realidad de los falsos autónomos, así como la economía informal. En todo caso, respeto de los trabajadores autónomos debe aumentarse la protección ante situaciones de cese de actividades”.

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