El exvicepresidente de Coca-Cola pide 4 años de cárcel para los tres acusados por el escrache en su boda
Fue el 30 de septiembre de 2017, a las puertas de la Catedral de Cuenca, durante el enlace de Marcos de Quinto, exvicepresidente de Coca Cola y exdiputado de Cs, con la soprano brasileña Angélica de la Riva; de Quinto acusa a los tres individuos de un delito de coacciones graves, injurias y contra los sentimientos religiosos. Foto: EP

El exvicepresidente de Coca-Cola pide 4 años de cárcel para los tres acusados por el escrache en su boda

El matrimonio reclama también una indemnización de 6.000 euros, "una cantidad simbólica, que no compensa lo que nos hicieron pasar”
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10/9/2020 09:22
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Actualizado: 10/9/2020 09:27
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El exvicepresidente de Coca-Cola, Marcos de Quinto, ha reclamado una pena de 4 años de cárcel para cada uno de los tres acusados por el escache el día de su boda en la Catedral de Cuenca, el 30 de septiembre de 2017.

Además, pide que se les imponga una indemnización «simbólica» de 6.000 euros «porque el ánimo de lucro es cero»; «una cantidad simbólica, que no compensa lo que nos hicieron pasar”, señala.

De Quinto los acusa de un delito de coacciones graves, injurias y contra los sentimientos religiosos.

El juicio, celebrado en el Juzgado de lo Penal numero 1 de Cuenca, quedó ayer visto para sentencia tras casi cinco horas de declaraciones.

Los tres acusados, que responden a las iniciales de A.T.G., D.M.B. e I.A.S., durante el juicio. Foto: EP

Para la acusación, ha quedado acreditado que los tres acusados «atuvieron implicación directa, quedando claro que no estamos ante una manifestación pacífica, sino ante un hostigamiento cruel en un día tan importante como es el de una boda».

«La actuación de los tres acusados supera los límites constitucionales de la libertad de expresión y la libertad de reunión», afirma la acusación.

Destaca que haber estado durante tres horas interrumpiendo tanto el paso de los invitados como de la ceremonia en el interior del templo con proclamas que podían escucharse en el interior, «ha de merecer un reproche penal».

En su declaración, tanto Marcos de Quinto como su esposa, Angélica de la Riva, han asegurado que los insultos eran perfectamente audibles desde el interior de la Catedral, y que estuvieron 10 minutos en el coche nupcial, tras salir de la ceremonia, sin poder avanzar y con los manifestantes, que habían roto el cordón policial, golpeando el vehículo.

De Quinto ha reconocido a los tres acusados como las personas que, mientras él esperaba a la novia en las puertas de la Catedral, se intercambiaban el micrófono y le insultaban a través de la megafonía, “aunque ahora han cambiado sus peinados”, ha precisado.

También ha reconocido a A.T.G. como uno de los que se abalanzó sobre el coche a la salida y les impidió avanzar.

La abogada de Angélica Santos ha hecho hincapié en que «la manifestación no fue para nada pacífica», y que el hecho de que la Policía «no pidiera ni DNI a la gente ni hubiera multas» es «irrelevante».

Denuncia que «se profirieron insultos graves, se alteró el orden público, de desobedecieron las órdenes de los agentes de no traspasar el cordón policial».

También ha señalado que «las palabras contra Angélica eran «vejatorias», pues decirle a una mujer que tiene nuez «equivale a atentar contra su condición sexual».

De esta forma ha reclamado que se les imponga una pena por esos tres delitos.

La Fiscalía, por su parte, los acusa de un delito de coacciones y reclama que una multa de 4.500 euros a cada uno.

Los tres encausados, A.T.G., D.M.B. e I.A.S., han contestado a las preguntas de la Fiscalía y de sus letrados, pero han rehusado contestar a las de los abogados de la acusación particular.

Han negado haber proferido insultos o haber golpeado el vehículo nupcial, como sostiene el Ministerio Público.

La defensa ha solicitado la absolución de sus representados al entender que existió «un fallo a la hora de identificar a los acusados».

Los dos abogados de la defensa han expuesto que los tres acusados «en ningún momento fueron identificados por la Policía en la Plaza Mayor de Cuenca, sino que los identificó el gabinete jurídico de Coca-Cola».

Además, han incidido en que una de las acusadas se estaba manifestando en Cuenca «en su derecho a la libertad sindical» y que la concentración «tenía el fin de reivindicar derechos laborales».

«Si condenamos a los acusados por coacciones, también se debería condenar tanto a Subdelegación del Gobierno como a la Policía por cómplices, porque según Fiscalía se permitieron actos delictivos», ha argumentado la defensa.

A su juicio, «el acto más violento que hay, subjetivamente, es de alguien que golpeó un coche al final de la boda, para pedir 4 años de cárcel. Si lo queremos acreditar, habría que haber traído algunos daños en el vehículo, y no se ha traído nada a este juicio», ha aseverado.

También creen que deberían haberse llevado más testigos al juicio «por ejemplo, para probar el delito contra los sentimientos religiosos, por el que tenía que haber compadecido el sacerdote que ofició la misa».

«Entendemos que para Angélica -la mujer de De Quintos- fue duro que le estropeasen el día más importante de su vida, pero más duro es para los acusados que se les estropearan toda su vida con los despidos», han argumentado los defensores de los acusados, y han agregado que «si se pudo celebrar la boda, aquí no hubo ninguna coacción».

LAS DECLARACIONES DE LOS TESTIGOS

En la sesión han declarado tres testigos.

El primero de ellos ha sido el comisario provincial de la Policía Nacional, Manuel Laguna, quien ha incidido desde el inicio que él acudió a la boda en calidad de invitado institucional y no como persona al mando del operativo montado en el exterior.

Ha relatado que en la Plaza Mayor «los manifestantes portaban equipos de sonido de grandísima potencia», a través de los cuales «pusieron la música de ‘El padrino’ y hacían arengas e insultos muy graves a los contrayentes», como el calificativo de «terrorista» a De Quinto y a Angélica Santos «que tenía nuez».

Ha señalado que todo esto «también era audible» dentro de la Catedral, por lo que «no se pudo escuchar a la novia cantar».

Laguna ha narrado que al término de la boda, él se situó en la parte superior de las escalinatas y vio cómo cuando salieron los recién casados «hubo manifestantes que se dirigieron sobre el coche y golpearon la puerta».

Por último, ha indicado que «le consta» que la Policía pidió «en varias ocasiones» que se bajara la música que tenían puesta y que «no se pidió sancionar a nadie porque la competencia en materia de ruido es de la Policía Local».

También ha comparecido la responsable de la organización de la boda, quien ha relatado que cuando llegó vio un grupo de en torno a 40 manifestantes.

Ha dicho que no se acordaba bien de todos los insultos que se profirieron, pero sí de que a De Quinto «se le llamó terrorista y a la novia se le dijo desde travesti hasta puta».

Según ha expuesto, también gritaban que estaban dispuestos a hacer «cualquier cosa para joder la boda», y ha dicho que «hubo muchas cosas planteadas que se tuvieron que cancelar o modificar».

Ha relatado también que cuando los novios salieron de la Catedral vio como los manifestantes «fueron hasta el coche de De Quinto y lo golpearon», reconociendo a uno de los acusados como uno de los integrantes de ese grupo.

El último de los testigos ha asegurado que vio «todo lo que ocurrió». «La situación estaba muy tensa, pedí a De Quinto que no saliera a recibir la novia, porque estaba la cosa de esa forma», ha relatado.

También ha incidido en que «se escucharon intimidaciones e insultos hacia los novios, desde hijo de puta a explotador, hasta haciendo parecer que Angélica era un señor y no una señora».

Ha afirmado que dentro de la Catedral «también se escuchaba el ruido de la calle, cosa que desconcentró a Angélica cuando cantó, ya que lo hizo con interrupciones», aunque no ha podido reconocer a ninguno de los acusados.

«Recuerdo ver a un señor con barba, pero no a ninguno de estos», ha declarado.

VISIONADO DE LOS VÍDEOS DE LA BODA

Tras un receso, se ha procedido al visionado de vídeos de cámaras de seguridad del día de la boda. En ellos se ha podido ver y escuchar a los manifestantes dirigiéndose a los directivos de Coca-Cola en términos despectivos o frases como «esta gente tiene dinero y no quiere soltarlo del bolsillo».

Se han escuchado los cánticos relatados en el escrito de la Fiscalía, como «la brasileña tiene mucha nuez», «hemos venido a joder la boda y el resultado nos da igual» o «Fuenlabrada no se quema» -en relación con la planta de embotellado que hay en esa localidad madrileña- o «te quedan 3 o 4 años junto a él».

También se han reproducido vídeos grabados en el interior de la Catedral , en los que se ha podido escuchar cómo se oía el bullicio del exterior dentro del templo a la hora que Angélica iba a cantar.

Marcos de Quinto ha denunciado en Twitter su familia y él llevan «más de 7 años de continuo acoso y generación de odio”.

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