El magistrado del Supremo Antonio Salas se incorpora al despacho SRF Abogados como consultor externo tras su jubilación
Salas se jubiló el pasado 3 de noviembre, con 67 años, tras 43 años de Carrera Judicial, 15 de ellos en el Tribunal Supremo. Foto: Carlos Berbell

El magistrado del Supremo Antonio Salas se incorpora al despacho SRF Abogados como consultor externo tras su jubilación

Es el bufete de su hija Victoria Salas, su yerno, Ginés Riquelme, y un socio, Luis Ferrer, y está especializado en temas civiles y penales fundamentalmente
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04/12/2020 17:51
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Actualizado: 08/3/2021 13:13
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El magistrado de la Sala de lo Civil del Tribunal Supremo (TS) Antonio Salas Carceller, quien se jubiló el pasado 3 noviembre, se incorpora como consultor externo al despacho SRF Abogados, de Murcia, integrado por su hija Victoria Salas, su yerno, Ginés Riquelme, y un socio, Luis Ferrer. 

El bufete está especializado en temas civiles y penales fundamentalmente.

Y da este paso «con la mayor ilusión».

 Así lo ha informado hoy en Twitter, donde ha recibido un aluvión de felicitaciones por su nueva andadura.

Según ha revelado, una de las razones por las que adelantó su jubilación en el Tribunal Supremo fue precisamente «la de poder ayudarles en la tarea de consolidación de un despacho que preste servicios jurídicos con la solvencia y experiencia necesaria».

Salas se ha jubilado, a los 67 años, 10 días antes de cumplir los 68. Podría haber seguido en activo cuatro años más, hasta los 72, el máximo que permite la Carrera Judicial.

«Voy a intentar que ellos obtengan rédito de cuarenta y tres años de Carrera Judicial en la que, como te puedes figurar, he visto de todo», ha explicado en uno de sus mensajes agradeciendo las muestras de apoyo.

También ha informado que deja la Carrera «con el sentimiento de que, en muchos aspectos, la situación es peor» que cuando ingresó.

Antonio Salas Carceller (1952, Murcia) ingresó en 2005 en la Sala Primera del Tribunal Supremo, que se encarga de asuntos civiles y mercantiles, y que forman 10 magistrados, de toda España. 

Su marcha en el Alto Tribunal deja un puesto libre, que se suma al del magistrado Eduardo Baena Ruiz, que ha dejado también este pasado 25 de noviembre la Sala Primera por el mismo motivo.

Todavía no han salido a concurso estas dos plazas, algo curioso ya que lo habitual es que salgan con anterioridad a que se produzca la vacante.

Posiblemente esté en relación con la falta de renovación del Consejo General del Poder Judicial, que precisamente hoy cumple dos años en funciones.

Para solucionar este tema, Salas plantea «que se presenten a votación los candidatos uno a uno, de forma que quien obtenga tres quintos ya estará para integrarse como vocal en el Consejo y quien no los obtenga, tendrá que ser sustituido por otro que sea propuesto por las fuerzas políticas que intervengan en la negociación», según señala a Confilegal.

Es partidario de que se reforme el Código Penal «para describir tipos penales más claros y con un consenso político que impida las continuas reformas a las que venimos asistiendo».

Y le parecería un error que desapareciera del Código Penal la pena de prisión permanente revisable. «El Estado no puede dejar en libertad a quien, sea el que sea el tiempo de cumplimiento en relación con determinados delitos, tiene un pronóstico de reincidencia», manifiesta.

Preguntado por los indultos, afirma que «no se trata de una facultad del Gobierno» y que «no existe ninguna ley que lo habilite para concederlos». «Es una facultad del Rey, igual que la de conceder los títulos nobiliarios», explica Salas.

«Y en ningún momento el Gobierno ha afirmado que sea él quien conceda los títulos nobiliarios», agrega. 

Salas sostiene que «en ambos casos, la función del Gobierno queda limitada a la instrucción de un expediente y a una propuesta de resolución».

Antonio Salas aprobó la oposición en 1977, con 24 años, y su primer destino como juez fue ya con 25. 

El primero fue Valverde, en la isla canaria de El Hierro; después ejerció en el municipio granadino de Motril y en Cieza, en su tierra, Murcia.

Al ascender a magistrado tuvo que desplazarse al Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 2 de Vitoria, donde estuvo entre 1981 y 1982.

Esa fue la etapa “más dura y peligrosa” que ha vivido. “Era la época intensa de ETA, y eso significaba que había que tomar muchas precauciones, y no teníamos escolta”, relata.

Después sirvió en Palma de Mallorca y en Murcia, donde estuvo de 1984 a 2005, llegando a ser presidente de la Audiencia Provincial.

El 16 de junio de 2005 tomó posesión de su plaza en la Sala Primera del Supremo.

Salas decidió dedicarse a la Justicia cuando estaba estudiando 2º de Derecho.

Preguntado acerca de qué consejo daría a los jóvenes que empiezan a estudiar Derecho, señala: «Que busquen los principios, más que las normas vigentes, ya que éstas varían constantemente. Sobre todo, aunque en ello influye mucho el profesorado, que estudien con buenos textos, porque hay de todo».

Entrega del título de juez a Antonio Salas Carceller por el entonces ministro de Justicia Landelino Lavilla -fallecido el pasado mes de abril- en octubre de 1977.

A los que acaban de sacarse la plaza de juez, aconseja «que siempre apliquen la lógica y el buen sentido a la hora de resolver, sin perderse en demasiados tecnicismos», y añade que «la solución justa siempre puede apoyarse en el Derecho».

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