El TSJCat juzga hoy al consejero Bernat Solé por presunta desobediencia el 1-O
Está acusado de un delito de desobediencia a la autoridad judicial por apoyar el referéndum ilegal, cediendo locales públicos y ocultando urnas. Foto: EP

El TSJCat juzga hoy al consejero Bernat Solé por presunta desobediencia el 1-O

La Fiscalía pide un año de inhabilitación y una multa de 24.000 euros 
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14/12/2020 08:38
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Actualizado: 14/12/2020 08:40
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El Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJCat) juzgará hoy al consejero catalán de Acción Exterior, Relaciones Institucionales y Transparencia, Bernat Solé i Barril (ERC), por presunta desobediencia el 1-O, cuando era alcalde de Agramunt (Lérida).

Está acusado de facilitar la celebración del referéndum ilegal celebrado el 1 de octubre de 2017 en Cataluña.

La Fiscalía reclama una condena de 18 meses de inhabilitación y una multa de 24.000 euros por un delito de desobediencia a la autoridad judicial por apoyar el 1-O, cediendo locales públicos y ocultando urnas.

El juicio comenzará a las 10.00 con la declaración de Solé. A continuación declararán los tres testigos propuestos por las partes.

La causa contra Solé i Barril se abrió precisamente a raíz de una querella de la Fiscalía Superior de Cataluña, presentada el 12 de febrero de 2019.

Solé i Barril -actualmente diputado de ERC en el Parlamento catalán- era entonces alcalde, antes de sustituir a Alfred Bosch al frente de la Consejería.

La Fiscalía sostiene que el ahora consejero de Acción Exterior, Relaciones Institucionales y Transparencia tuvo «una activa participación en la promoción, organización y celebración del ilegal referéndum» en Agramunt, pese a «tener claro y cabal conocimiento» de la suspensión acordada por el Tribunal Constitucional (TC).

La votación se celebró en la escuela de infantil y primaria de titularidad municipal Macià-Companys.

Según la Fiscalía, Solé i Barril se encargó de ocultar las urnas cada vez que los «observadores colocados en puntos exteriores de la población» avisaban de la llegada de agentes «por temor a que fueran descubiertas por la policía encargada de impedir el acto», e incluso propuso a los componentes de las mesas electorales y organizadores «que la votación acabara una hora antes de lo acordado».

Asimismo, le acusa de participar el 25 de septiembre de 2017, con motivo del referéndum, en un acto organizado en el local municipal ‘Teatre Casal d’Agramunt’, donde, tal como recoge un artículo publicado en una revista local, habría instado a acudir a votar el 1-O.

Añade que en esa revista se publicó bajo la firma de “Joan” otro artículo que explicaba que el alcalde de Agramunt decidió parar la votación que se llevaba a cabo en el municipio el 1-O cuando se percató de la llegada de vehículos policiales, y que se escondieran en la casa de un particular urnas, papeletas y “documentación comprometedora”.

La Fiscalía destaca que en esa fecha la Delegación del Gobierno en Cataluña ya le había comunicado la suspensión decretada por el Tribunal Constitucinal mediante un correo electrónico y una carta certificada fechadas el 12 de septiembre, por lo que sabía de «su deber de impedir o paralizar cualquier iniciativa que supusiera ignorar o eludir» dicha decisión.

Una notificación en la que, destaca el Ministerio Público, quedaba constancia de «las responsabilidades en las que podía incurrir en caso de no atender a lo ordenado» por el TC.

Esta querella es resultado de la instrucción que en vísperas del referéndum dictó el entonces fiscal general del Estado, José Manuel Maza, para que se investigara a alcaldes que habían cedido equipamientos municipales.

Desde septiembre de 2017, la Fiscalía abrió en toda Cataluña unas ochenta diligencias de investigación a alcaldes por el 1-O. Una decena se ha judicializado.

Hoy están citados como testigos el director y un redactor de la revista municipal Sió, que publicó el artículo al que hace referencia la Fiscalía.

El consejero asegura que está tranquilo ante el inicio del juicio, según ha manifestado en una entrevista publicada ayer en Naciodigital.cat.

«Estar al lado de la ciudadanía no puede ser considerado un acto de desobediencia», afirma Solé.

Explica que defenderá ante el TSJCat que en «un acto multitudinario como lo fue el 1 de octubre» los alcaldes estuvieron al lado de la ciudadanía.

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