Un 62,5 % de los españoles creen que el teletrabajo se mantendrá tras la pandemia, incluso en un modelo híbrido

Un 62,5 % de los españoles creen que el teletrabajo se mantendrá tras la pandemia, incluso en un modelo híbrido

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23/12/2020 06:48
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Actualizado: 23/12/2020 02:04
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Las relaciones laborales han cambiado y fruto de ello el futuro traerá consigo un modelo hibrido entre los presencial y el teletrabajo. Así se desprende de un estudio hecho por Randstad, consultora de recursos humanos en 33 países sobre qué esperan del mercado laboral y su futuro

En concreto, el 36,3% de los encuestados cree que el modelo será en el futuro una combinación de trabajo presencial y teletrabajo, el 19,2% considera que solo existirá el teletrabajo, mientras que el 7% espera que el trabajo en remoto solo será opcional.

Percepción de los trabajadores sobre el futuro del teletrabajo. Fuente: Randstad a partir de datos de Ranstad Workmonitor.

Por su parte, el 12,8% de los profesionales españoles considera que volveremos a un modelo caracterizado exclusivamente por el trabajo presencial.

El 24,8% restante apuesta por un escenario laboral en el que primará la flexibilidad en cuanto a los horarios de trabajo.

La apuesta por el teletrabajo en nuestro país es claramente superior comparada con otros de nuestro entorno.

El porcentaje de trabajadores que apuesta por este modelo es en España 2,9 puntos porcentuales superior al conjunto de países europeos (59,6%) y cuatro décimas por encima de la media global (62,1%).

También es inferior en Alemania (55,7%), Francia (58,4%), Italia (59,2%) o Italia, siendo Portugal el único que nos supera (69%).

En nuestro país, cuanto mayor es la edad del profesional, más es su confianza por un modelo en el que el teletrabajo es dominante. De esa opinión es el 65% de los trabajadores mayores de 45 años, mientras que el segmento de entre los 25 y los 55 piensa así el 54,5% de los encuestados.

Los menores de 25 años son los que menos confían en un futuro caracterizado por el teletrabajo, ya que así piensa tan solo el 47%.

OPINAN LOS EXPERTOS

María Jesús Herrera, socia de Sagardoy, asesora a diferentes empresas en materia de teletrabajo y su implantación, reconoce que muchas de estas compañías “emplean el teletrabajo desde el inicio de la pandemia, lo que hace que esté exceptuado de la normativa aprobada en octubre. Las empresas prorrogan esta situación y la aplicación de la normativa aún no tiene un impacto directo”.

Para esta experta “algunas firmas ya se están planteando adaptar estos protocolos de teletrabajo que ya tenían a la nueva situación normativa. De hecho, tienen un margen de tres meses de la entrada en vigor de la ley. Y las que tuviera regulaciones convencionales tienen un plazo superior”.

Sobre este estudio de Randstad “creo que hay sectores de la economía donde sería inasumible implantar el teletrabajo, por ejemplo. en el campo de la hostelería. No da el sector para ello y en otros pasará igual”.

Desde su punto de vista, “lo ideal es compaginar el teletrabajo con otro modelo presencial que puede dar resultado. No creo que sea una herramienta útil teletrabajar el cien por cien del tiempo.”

En su opinión, “hay empresas que evidencian que el teletrabajo tienen valor añadido y también elementos negativos, sobre todo si se extiende mucho en el tiempo, lo que se llama el autismo social que le desinvolucra de la empresa”.

María Jesús Herrera es socia de Sagardoy Abogados. 

De cara al futuro “el modelo que va a imperar será una mezcla de la actividad presencial y la digital. Esta combinación será clave para que realmente los trabajadores se les aprovecha realmente. En muchos casos el trabajo presencial será prevalente. Ha llegado, gracia a este modelo, la flexibilidad al mundo de la empresa”.

Para María Jesús Herrera “todo el teletrabajo que hay ahora está derivado de la situacion de pandemia en cuanto a la evitación de un riesgo sanitario de contagio. Por ello esa modalidad no será la prevalente en el futuro para mejorar la productividad”.

En su opinión “como herramienta combinada vale bastante, pero de forma exclusiva no parece que pueda ayudar realmente tanto a las empresas como a los propios trabajadores. Dependerá también de los sectores, hay algunos más factibles en la implantación de esta herramienta”.

Sobre la desconexión digital, que es un derecho recogido en la norma de teletrabajo y en la ultima Ley Orgánica de Protección de Datos y Garantía de Derechos Digitales “la normativa aprobada en octubre ya tiene parámetros para que esa desconexión digital sea efectiva. Es uno de los riesgos que hay que evitar al trabajar tantas horas”, apunta.

DEFINIR BIEN EL ACUERDO DE TELETRABAJO

Para Raúl Rojas, socio de laboral de ECIJA, “la realidad del tejido empresarial español respecto del teletrabajo ha sido, desde luego, un fenómeno llamativo. Una gran parte de las empresas han adoptado la modalidad de trabajo a distancia, pero no tanto de manera indefinida, sino con motivo de las medidas vinculadas al COVID-19”,

“En esta coyuntura,  el Real Decreto-ley 28/2020, de 22 de septiembre, de trabajo a distancia, a diferenciado claramente la situación de trabajo a distancia “general” e indefinida, de la extraordinaria vinculada al COVID-19. Podemos decir que esta última, es la más común en los últimos meses”, apunta.

Por lo que respecta a las condiciones del trabajo a distancia “general”, las mayores incidencias han surgido con motivo de la compensación de gastos y la correcta fórmula de cálculo para considerar que estamos ante una compensación suficiente y justa”.

Desde julio de 2020, «algunas empresas están planteado no abonar dicha compensación de acuerdo a una ecuación de variables, y por lo tanto, diferente para cada trabajador según sus condiciones de trabajo a distancia, sino fijar un ‘plus único de teletrabajo’ igual para toda la plantilla”.

En ese estudio se habla que un 62% de los trabajadores se decanta por el teletrabajo. “El ahorro del tiempo de desplazamientos al centro de trabajo suele ser el motivo más habitual para optar por esta modalidad contractual”.

En cualquier caso, no debemos olvidar que el trabajo a distancia, tal y como se contiene en la exposición de motivos del Real Decreto-ley 28/2020, así como en el artículo 5, es algo voluntario y que, en cualquier caso, su duración debe ser pactada según las partes establezcan en el correspondiente anexo o acuerdo (Artículo 7.g del Real Decreto-ley 28/2020)”.

Raúl Rojas, socio de laboral de ECIJA.

Rojas también indica que sobre esta materia “resulta especialmente interesante tener en cuenta que, aunque muchos trabajadores y trabajadoras prefieran hoy en día el teletrabajo, si esto se mantiene durante un largo periodo de tiempo, es posible que cambien de opinión”.

“Por ello, es importante mantener un acuerdo de trabajo a distancia detallado, claro y que contenga toda la información, incluyendo las vías y plazos para dar por finalizada esta situación de trabajo a distancia si alguna de las partes tiene interés”, advierte.

A juicio de este jurista no es sorprende que los mayores de 45 años sean los más partidarios del teletrabajo. “No es una información sorpresiva, pero no sabemos hasta qué punto ello depende de la edad”.

Parece que muchos empleados abogan por la modalidad de trabajo a distancia, con independencia de la edad, «pero si los mayores de dicha edad tienen un mayor o especial interés, es posible que esté vinculado con una mayor incidencia del COVID-19 en personas de mayor edad”.

Rojas considera que vamos “hacia un modelo mixto (de tiempos alternos entre trabajo presencial y trabajo a distancia). Con el paso de los meses, y sin perjuicio de que los beneficios del trabajo a distancia son evidentes, encuestas de clima laboral están indicando que las plantillas valoran muy positivamente el entorno laboral y de trabajo en equipo, algo que pierde su esencia en el trabajo a distancia”

En este contexto este experto considera “esencial que empresarios y personas trabajadoras tengan claros los términos del trabajo a distancia, de cara a poder tener garantizados sus derechos, y también claras sus obligaciones”.

AÚN BAJO LOS EFECTOS DEL COVID-19

Por su parte, Pilar Cascón, responsable área Derecho Laboral y Seguridad Social del Estudio Jurídico Almagro y secretaria de la Junta Directiva de ASNALA  señala que la implantación hasta el momento del teletrabajo responde a la pandemia y al Rd 8/2020 de marzo y no tanto a la normativa aprobada en octubre.

“La mayoría de los casos de teletrabajo aún se retrotraen a aquel escenario anterior”.

Cascón también ve que el modelo híbrido es el que se va a imponer en el futuro en muchas empresas. “Esta claro que la tendencia puede ir por ahí. De esa manera los equipos se relacionan y se comunican y mantienen al mismo tiempo un vínculo presencial con los clientes. Habría que pensar en la racionalización de los horarios y evitar que los profesionales estén conectados todo el dia teletrabajando”.

A su juicio “los empresarios ya están pensando en qué hacer y si realmente van a mantener de cara al futuro esta herramienta del teletrabajo. La nueva normativa les puede ayudar a decidirse”.

“Pero aún no creo que se esté aplicando esta nueva normativa y seguimos a rebufo del Covid19. Que se mantenga en el futuro, dependerá de muchos factores, entre ellos de la pandemia y sus efectos a corto y medio plazo”, comenta este jurista.

En cuanto a las incidencias existentes, Cascón habla de todo lo relacionado con la prevención de riesgos laborales “es un reto para los servicios de prevención de todas las empresas que ahora tendrán que adaptarse a este nuevo escenario. Hay que analizar la ergonomía del puesto de trabajo sino también del aislamiento de algunos trabajadores. Son dos cuestiones relevantes que las empresas deben tener en cuenta”.

Pilar Cascón, responsable área Derecho Laboral y Seguridad Social del Estudio Jurídico Almagro.

Sobre el informe de Randstad que señala que los trabajadores en un 62% creen que se va a mantener, esta jurista indica que “es evidente que hay un grupo de profesionales que se han adaptado mejor a esta nueva forma de trabajar. Al mismo tiempo hay que darse cuenta que no todos los perfiles se adaptan a estas características. La verdad es que se parece que no valga para todos, a priori”.

Esta experta en derecho del trabajo reconoce que “profesionales con cierta experiencia. Que ya tienen su trabajo y rutinas más consolidadas y con intereses más vitales se han adaptado mejor al teletrabajo que los más jóvenes”

A su juicio, “sin embargo no creo que el teletrabajo sea una herramienta para el desarrollo de equipos. Ahora el modelo de trabajar dos días en casa y tres en la oficina, a nivel de rotación parece más efectivo en estos momentos”.

Otro riesgo que ve en el teletrabajo es que “las mujeres son más proclives al teletrabajo. Sabemos que los sindicatos se preocupan porque las trabajadoras vuelvan a quedarse en casa, al seguir asumiendo al mismo tiempo las responsabilidades de la casa y el cuidado de los niños. Habrá que trabajar para mitigar este tipo de situaciones”.

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