11 años de cárcel para un preso por intentar matar a otro que se negó a asumir la autoría de un crimen por el que estaban investigados
Los hechos tuvieron lugar el pasado 20 de marzo, en el centro penitenciario de Valladolid.

11 años de cárcel para un preso por intentar matar a otro que se negó a asumir la autoría de un crimen por el que estaban investigados

Ha sido sentenciado por un delito de obstrucción a la justicia, en concurso real con una tentativa acabada de asesinato alevoso
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04/1/2021 15:28
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Actualizado: 04/1/2021 15:32
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La Audiencia Provincial de Valladolid ha condenado a 11 años y seis meses de cárcel a un preso por intentar matar a otro interno que se negó a asumir la autoría de un crimen en Salamanca por el que ambos estaban investigados.

El tribunal considera probado que Cristóbal M.V., alias ‘El Viñas’, asestó a Rafael S.J. (conocido como ‘Rafi’) dos pinchazos en el cuello con unas tijeras cuando ambos participaban en un taller en el centro penitenciario de Villanubla (Valladolid).

Los hechos tuvieron lugar el pasado 20 de marzo.

Rafael S.J. ha sido sentenciado por un delito de obstrucción a la Justicia a dos años y seis meses y a una multa de 1.800 euros, y por uno de tentativa acabada de asesinato a 9 años de prisión.

Además, tendrá que indemnizar a la víctima con 650 euros por las lesiones, y con 2.685 euros por las secuelas.

También deberá abonar a Sanidad de Castilla y León (Sacyl) los gastos de asistencia médica dispensados a la víctima.

La sentencia, número 192/2020, está fechada a 29 de diciembre y se ha conocido hoy.

La firman los magistrados de la Sección Segunda Fernando Pizarro García (presidente), Miguel Donis Carracedo (ponente) y Miguel Ángel de la Torre Aparicio.

No es firme. Contra la misma cabe recurso de apelacion ante el Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León (TSJCyL).

La Fiscalía pedía 12 años de cárcel por un delito de asesinato en grado de tentativa (9 años) y otro contra la Administración de Justicia (dos años), por haber conminado al herido a modificar su versión por el crimen de Salamanca, mientras que la defensa reclamaba la absolución, y solicitaba que se le impusiera una multa de 9.000 euros, y que indemnizara al perjudicado con 650 euros por las lesiones y 2.685 por la  secuelas, así como al Sacyl.

El tribunal informa que en el marco de las Previas 166/2020 seguidas en el Juzgado de Instrucción número 4 de Salamanca, por un posible delito contra las personas, en el tiempo de los hechos se encontraban, entre otros, en prisión preventiva Cristóbal M. V., mayor de edad y con antecedentes penales cancelados, así como Rafael S. J., ambos en el centro penitenciario de Villanubla.

Considera probado que la víctima fue conminada por Cristóbal M.V. para que asumiese la autoría de los actos que se investigaban en ese procedimiento, la muerte violenta en Salamanca de ‘El Chispi’, que fue tiroteado a principios de 2020 mientras sostenía en brazos a su hija.

Los magistrados exponen que en su declaración como investigado ante el Juzgado de Instrucción el pasado 2 de marzo, Rafael S.J. negó su participación en los actos que en ese procedimiento se investigaban, lo cual fue conocido por el condenado sobre el 20 de marzo, por lo que a partir de ese momento Cristóbal M.V. «concibió el propósito de acabar» con su vida.

Según relatan, el 20 de marzo, sobre las 17.30, ambos coincidieron en el taller de madera y cuero del centro penitenciario, aunque sentados en diferentes mesas, situada la que ocupaba el condenado detrás de la de Rafael S.J. y estando provisto el primero de unas tijeras, de aproximadamente 15 centímetros de longitud.

También según los hechos probados, alrededor de las 18.00 horas, el condenado se levantó de la mesa que ocupaba y se acercó a la de la víctima para, «de manera inesperada», asestarle por la espalda «dos golpes en el cuello con las tijeras»propiciando con ello que éste cayera al suelo, donde entonces el condenado le propinó algunas patadas.

El tribunal indica que ante la situación creada, los internos presentes procedieron unos a sujetar al condenado y otro a quitarle las tijeras y a evitar que siguiera pinchando a Rafael S. J. «como era su propósito».

La víctima fue sacada del lugar por otro interno, llevado a una sala de funcionarios ubicada en el módulo cuatro, y de ahí, sobre las 18.15, fue trasladado a la enfermería del centro, lugar en el que fue curado, y desde ella se precisó su traslado urgente al correspondiente servicio del Hospital Clínico Universitario de Valladolid, donde fue atendido a las 20.06 horas.

Recibió el alta a las 00.23 horas del día 21.

El tribunal señala que como consecuencia de la agresión con las tijeras, y según lo que testificaron los expertos forenses una de las lesiones, compatibles con haberse producido por la espalda, fue superficial, pero la otra, de cinco centímetros de profundidad, pasó muy próxima a la carótida y la yugular.

Destaca que la zona corporal en que se produjeron las lesiones “tienen una importancia vital, que, de haberse producido la lesión del paquete vascular, podrían haber ocasionado la muerte”.

El condenado se encuentra en prisión provisional por esta causa desde el 23 de marzo de 2020, a raíz de un auto del Juzgado de Instrucción número 5 de Valladolid.

El tribunal señala que pese a que el condenado presenta un historial de psicosis (esquizofrenia), y «sin noticia de reagudizaciones  recientes”, «no se aprecia ninguna relación de sentido entre su padecimiento psíquico y los hechos de autos, por lo que se considera que estaban perfectamente íntegras las bases  biológicas de la imputabilidad en el momento de los mismos”.

El condenado había manifestado que aquella tarde él estaba en el taller pintando un caballo con alas y que tan sólo tenía en su mano un lápiz. Afirmó que únicamente recuerda que se produjo «revuelo» y que él, al intentar de acercarse para ver qué ocurría, fue agarrado por otros dos reclusos y le tiraron al suelo.

Asimismo, relató que su hijo y la víctima eran amigos, «como uña y carne».

Según indicó, su hijo se suicidó meses después de los hechos en la cárcel de Dueñas (Palencia).

Por su parte, la víctima sostiene que Cristóbal M. V. fue la persona que, acompañado de su hijo, le asaltó por la espalda de forma traicionera cuando estaba haciendo manualidades.

El tribunal expone que el hijo del condenado, también involucrado en los actos descritos, falleció en el centro  penitenciario de Dueñas, lugar en el que también se encontraba en situación de prisión preventiva en el marco  de aludidas Diligencias Previas 166/2020, por lo que esta Sala emitió auto, fechado el 30 de septiembre, declarando la extinción de su responsabilidad penal en la presente causa.

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