El Consejo de Ministros «se lo inventó», formal y oficialmente, el Rey Fernando VII en 1823
Fernando VII, el rey más denostado, menos apreciado, más criticado de la historia de España fue el que se inventó el Consejo de Ministros.

El Consejo de Ministros «se lo inventó», formal y oficialmente, el Rey Fernando VII en 1823

No quiere decir que antes no hubieran consejos de ministros en España. Pero es a partir del 19 de noviembre de 1823 cuando quedaron reglados de forma oficial.

Aquel día, el Rey Fernando VII dictó un decreto dirigido al entonces primer secretario de Estado, Víctor Damián Sáez, por el que ordenó la creación del Consejo de Ministros que, desde aquella fecha, ha venido existiendo.

«En él se tratarán todos los asuntos de utilidad general: cada ministro dará cuenta de los negocios correspondientes a la secretaría de su cargo, recibirá mis resoluciones, y cuidará de hacerlas ejecutar. Los acuerdos del Consejo se escribirán en un libro, expresando las razones que los motivasen. Cuando Yo no asista, presidiréis vos, como mi primer secretario de Estado, y el de Despacho de Gracia y Justicia asentará las deliberaciones, teniendo a su cuidado el libro destinado para este objeto», decía el mencionado decreto.

El puesto de primer secretario de Estado era el equivalente a presidente del Gobierno actual, o primer ministro.

Pero hay que recordar que, por aquellas fechas, Fernando VII había conseguido recuperar el control de España después de tres años del llamado trienio liberal, restaurando el absolutismo.

El 1 de enero de 1820 el teniente coronel Rafael del Riego, que iba a embarcarse con un contingente de tropas rumbo a la América española para aplastar las rebeliones, se rebeló a su vez, dio un golpe de Estado, proclamó la restauración de la Constitución de Cádiz de 1812 y restableció el sistema constitucional.

Un sistema que el Rey había suprimido en 1814, tras regresar a España, después de que el emperador Napoleón le devolviera la corona.

RECELO EUROPEO AL GOBIERNO LIBERAL ESPAÑOL

En Europa, tras la derrota de Napoleón, los distintos países habían vuelto a instaurar monarquías absolutas. Veían con gran recelo el gobierno liberal español, que había despojado al Rey de sus poderes, haciéndole jurar la Constitución.

La preocupación era mayor en Francia.

Allí había sido restaurada la dinastía de los borbones en la persona de Luis XVIII, quien el 26 de enero de 1823 pronunció un discurso afirmando que»Cien mil franceses están dispuestos a marchar invocando al Dios de San Luis para conservar en el trono de España a un nieto de Enrique IV«.

El Rey de Francia se refirió a Enrique IV de Borbón, quien había sido descendiente del Rey Enrique III de Navarra.

Previamente, Fernando VII había solicitado dicha intervención.

Con ese objetivo, se erigió un potente ejército capitaneado por el duque de Angulema, hijo del futuro Carlos X de Francia, en virtud de los acuerdos de la llamada Santa Alianza –Prusia, Rusia y Austria– para invadir España, aplastar al Gobierno liberal encabezado por Riego y reponer el sistema absolutista con Fernando VII a la cabeza.

La expedición fue un paseo militar.

El 1 de octubre de 1823 cayó la última ciudad, Cádiz.

Fernando VII recuperó todos sus poderes y laminó el constitucionalismo español por segunda vez en la historia en menos de diez años.

Dos meses después, el 7 de noviembre de 1823 el teniente coronel Del Riego fue ejecutado en Madrid, en la madrileña Plaza de la Cebada.

El sistema utilizado fue la horca.

Su cadáver fue después desmembrado. La cabeza quedó expuesta en una pica y su cuerpo fue desmembrado y dispersado por distintas zonas de Madrid, Sevilla e Isla de León.

12 DÍAS DESPUÉS, EL CONSEJO DE MINISTROS

Doce días después de aquella horrorosa ejecución, el mencionado 19 de noviembre, comenzaron las reuniones del Consejo de Ministros del Reino de España.

Se reunía una o dos veces por semana. Se componía de cinco secretarios de Despacho –seis cuando se añadía el ministro del Interior– más un secretario.

Cuando faltaba alguno, sus funciones las cumplía el ministro de Gracia y Justicia o su sustituto.

En su origen no tenía un lugar fijo de reunión, aunque se cita el «sitio de costumbre» que era la Secretaría de Despacho de Marina, según cuenta el libro «1812-1992. El arte de gobernar. Historia del Consejo de Ministros y de la Presidencia del Gobierno».

Tras varios años en los que la reuniones tuvieron lugar los viernes.

En la actualidad y desde el 21 de enero de 2020, el Consejo de Ministros celebra sus reuniones ordinarias las mañanas de los martes en el palacio de La Moncloa.

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