Por el derecho humano a la tolerancia

En un mundo con conflictos y guerras de índole diversa, envuelto en crispaciones, indefensiones económicas, sanitarias, sociales, carente de la suficiente solidaridad internacional, desde el pensamiento libre y desde la libertad por la verdad, con respeto, suplico que jamás sea olvidado en la cuneta de la vida, el Derecho Humano a la Tolerancia.

Ejercitar el Derecho Humano a la Tolerancia, no consiste en acoger o fomentar todo aquello que sangre la auténtica razón del ser y estar en la Humanidad, sino todo lo contrario, velando integralmente por que la desigualdad no sea una actual realidad, por que el odio y la violencia cesen para siempre, porque las guerras, no sean armas bélicas para lograr la paz, siendo el amor quién obtenga la más saludable paz social en la Tierra.

¡La tolerancia, cómo progenitora de libertades, pone vida en el corazón social de la Humanidad!

Tolerancia es contrario a la imposición dictatorial, a la opinión única, a la desigualdad, a la discriminación, a la carencia de oportunidades en la vida de todo ser humano.

Tolerancia significa “prohibido prohibir” todo aquello que dañe las libertades, todo aquello que sangre el progreso, el avance de los pueblos, todo aquello que oculte, tape, borre o manipule la vida y muerte digna de las mujeres y los hombres en el mundo.

Tolerancia es contrario a discriminación, a desigualdad, a los sofismas, las utopías, los engaños que ensucian la vida de los pueblos en determinados y graves supuestos.

Tolerancia constituye el derecho humano por la libertad de la verdad, por la erradicación de la desigualdad, de la discriminación, por el cese efectivo de todo tipo de guerras, desde las víricas hasta las guerras por el poder.

Ser tolerantes constituye el ejercicio social del respeto, de la cordialidad, de la concordia, de la suma en voluntades, multiplicando avances, progreso, logrando pueblos, mujeres y hombres con libertad económica suficiente para hacer del progreso del avance, una necesaria igualdad en los seres humanos, evitando indigencias, miseria social, hambre, paro, erradicando la insolidaridad en todos los seres humanos del planeta.

Tolerancia constituye ejercicio de comprensión, generosidad, suma intergeneracional, buscando lograr el talento social, la inteligencia emocional e institucional que hace a los pueblos más libres, más independientes, más verdad y más amorosamente solidarios.

Tolerar es respetar las Leyes, defender todo aquello que sea justo, legítimo, necesario y razonable para que los seres humanos, desterrando todo tipo de odios, logremos avanzar, progresar, sin dictaduras, sin poderes omnímodos, sin leyes-poder, constituyendo las Instituciones Públicas y las Leyes-Servicio, la más tolerante, tutelar y garante seguridad en cumplir la inexcusable obligación de servir a los pueblos, mujeres, hombres, jóvenes, menores y mayores, como solidaria y eficaz función-deber, función social, logrando que la tolerancia internacional, constituya el derecho humano fundamental para que la concordia mundial siempre triunfe, haciendo a los pueblos titulares de derecho y libertades en progreso, en avance y en verdad.

Ser tolerantes engrandece las libertades, ensancha los derechos y hace vivir la solidaridad en el mundo, poniendo vida a la vida, como camino de progreso en la Tierra, evitando las discriminaciones, las desigualdades, los odios y las dictaduras.

Respetar, como amar, constituyen ejercicio fundamental de tolerancia en un mundo dónde la diversidad gesta suma de derechos, multiplicidad de libertades, expresión plural en la vida e historia de la Humanidad.

Sumar unicidades, aumenta el ejercicio de la diversidad, la cultura de las libertades, el patrimonio social y emocional de la concordia, el compromiso histórico creador de respeto, tolerancia y convivencia sin discriminaciones.

Los Estados Sociales y Democráticos de Derecho, enraízan su verdad en la suma de derechos y libertades, en la concordia de la diversidad, en el talento institucional, logrando seguridad, garantía y legitimidad histórica en favor de la no discriminación, la tolerancia y el respeto legal, social, humanista, ambiental y cultural.

¡En el Derecho Humano a la Tolerancia, reside la raíz, la semilla de la Libertad de la Verdad en todos los confines de la Tierra!

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