El presidente del TC explica que para hacer una reforma de la Constitución tiene que haber “distensión política” y una “hoja de ruta”
Pedro González-Trevijano en una instantánea de la entrevista que le ha realizado Angels Barceló. Foto: Cadena SER.

El presidente del TC explica que para hacer una reforma de la Constitución tiene que haber “distensión política” y una “hoja de ruta”

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07/12/2021 12:01
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Actualizado: 07/12/2021 12:04
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Pedro González-Trevijano, el nuevo presidente del Tribunal Constitucional, entiende –»como lo entendía el tercer presidente de los Estados Unidos, Thomas Jefferson, y yo lo comparto»– que las generaciones modernas «tienen derecho a organizar su vida jurídico-política de acuerdo con las exigencias de los nuevos tiempos».

Por eso le parece razonable y válido, con carácter general, reformar la Constitución y acomodar algunos puntos a las nuevas exigencias de los tiempos, ha explicado en el curso de una entrevista en la Cadena Ser.

Sin embargo, ha subrayado que «siempre que se insta un proceso de reforma constitucional, los catedráticos en la universidad enseguida solemos establecer una hoja de ruta».

Y ha añadido: «La hoja de ruta consiste en abrir la reforma de la Constitución en momentos de distensión política, y hay que saber tres cosas: primero, ¿qué se reforma?; segundo, ¿por qué se reforma?. Y, tercero, ¿de acuerdo con qué criterios se reforma?».

Sobre estos tiempos, que no son precisamente de distensión política, González-Trevijano ha recordado que en ocasiones, cuando las situaciones están muy enconadas, de repente el contexto cambia.

«¿Por qué no va poder cambiar en un tiempo razonablemente oportuno y en su día los partidos políticos no se van a poder poner de acuerdo en instar un proceso de reforma constitucional? La clave está en mantener los principios en los que se basó la Constitución que siguen estando vigentes», ha destacado.

Unos principios que querían superar las diferencias del pasado.

«La Constitución no es sino la síntesis jurídica de la transición política. Para cerrar las ideas cainitas de una fraticida guerra civil. Para terminar con un constitucionalismo decimonónico de bandería y de facción. Una Constitución que, como decía Virgilio Zapatero, se asienta en una idea de consenso, que tiene un contenido ontológico fantástico. Que, como decía el profesor Peces-Barba, es la preservación de los derechos fundamentales y de la separación de poderes, lo que sigue estando vigente», ha destacado, mencionando a dos históricos catedráticos de derecho, socialistas.

También ha citado al penúltimo presidente de Gobierno socialista, José Luis Rodríguez Zapatero, quién se pronunció en su día en la línea de la reforma de la Constitución: «El presidente Rodríguez Zapatero puso sobre la mesa alguna reforma constitucional posible, incluso el Consejo de Estado hizo un informe», y en los medios de comunicación se ha hablado profusamente de ello.

Desde su punto de vista, las dos reformas constitucionales que los teóricos han venido haciendo son la redefinición del papel del Senado y la calificación del sistema de competencias entre el Estado y las Autonomías.

La Constitución también «necesitaría una limpia en muchos artículos sobre la distribución territorial del Estado que estaba pensado para el inicio del proceso autonómicos que no tiene sentido que se mantenga. En segundo lugar, yo creo que nadie discute que haya una mención al proceso de construcción europeo, que estaba en la idea de los constituyentes, pero que en 1978 no habíamos entrado en la Comunidad Económica Europea. Y se eliminará la discriminación por razón de sexo en la continuidad de la corona».

Sobre la renovación del Consejo General del Poder Judicial, el presidente del Tribunal Constitucional ha opinado que las instituciones, si se preservan, hay que renovarlas en tiempo y forma. Y las formaciones políticas están obligadas a tratar de hacer el esfuerzo de llegar a un acuerdo.

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