El exministro de Justicia afirmó que "estamos asistiendo a una devaluación de la política, a una negación del adversario". Foto: Carlos Berbell/Confilegal.
Juan Carlos Campo, Gran Cruz de la Justicia Social: «Estamos sustituyendo la palabra por el insulto y supliendo la falta de ideas con la negación del otro»
Es la quinta persona en su historia a la que el CGOGS distingue con su máximo galardón
El Consejo General de Colegios Oficiales de Graduados Sociales (CGCOGS) entregó ayer su máxima distinción, la Gran Cruz de la Justicia Social, al exministro de Justicia, Juan Carlos Campo, en el marco de la gala de esta institución, que se celebró en el histórico marco del antiguo salón de Plenos del Senado. Y de manos de su sucesora, la ministra Pilar Llop, y del presidente de dicho Consejo, Ricardo Gabaldón.
Es una distinción que solo tienen cuatro personas: El Rey Emérito, don Juan Carlos, el Rey Felipe VI, su antecesor, el exministro de Justicia, Rafael Catalá, y el expresidente del Tribunal Constitucional, Juan José González Rivas.
Campo, después de agradecer la distinción y de reivindicar que el proyecto de transformación de la justicia iniciado bajo su mandado «trasciende a las personas», expresó su gran preocupación por el actual estado de cosas que está viviendo España.
«Una preocupación, cuando no un desgarro. Estamos asistiendo, en el mundo conocido y también en nuestro país, a una devaluación de la política, a una negación del adversario. Estamos sustituyendo la palabra por el insulto y estamos supliendo la falta de ideas con la negación del otro. Y eso es un mal camino», afirmó en clara referencia a los acontecimientos que han tenido lugar en la sede de la soberanía nacional.
Campo recordó que «La Justicia social solo se puede definir desde el ámbito constitucional. Es una decantación de lo que es ese artículo primero cuando habla de lo que es, de lo que queremos ser los españoles: un estado social, democrático y de derecho».
El presidente del Senado, Ander Gil, que intervino en el comienzo del acto, subrayó que la Gran Cruz de la Justicia Social, concedida por el Consejo –en reconocimiento «a su preparación y actuación en las diferentes responsabilidades que has tenido a lo largo de tu trayectoria profesional y más en concreto por tu vinculación y compromiso con la justicia social»– es un reconocimiento muy merecido.
«Por su ejemplaridad en defender la política como un lugar de encuentro y de entendimiento y por haber sido valiente como ministro en tiempos de pandemia», afirmó.
Entre los asistentes se encontraban los magistrados del Tribunal Supremo, César Tolosa –presidente de la Sala de lo Contencioso-Administrativo–, Pilar Teso, Rosa María Virolés, Julián Sánchez Melgar, José Manuel Bandrés, Rafael Fernández Valverde, también vocal del Consejo General del Poder Judicial y su compañero del órgano de gobierno de los jueces, Rafael Mozo, el presidente del Tribunal Superior de Justicia de Madrid, Celso Rodríguez Padrón, el magistrado de la Audiencia Nacional, Alfonso Guevara, Borja Vargués, y la presidenta de los Registradores de España, María Emilia Adán.
En este acto el Consejo también entregó su premio a la Justicia Social 2020, suspendido el pasado año por causa de la pandemia, a los agentes sociales que ahora, precisamente, están sentados en la mesa de negociaciones para la reforma laboral.
Recibieron su galardón de manos de la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, en representación de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), Pilar González de Frutos, presidenta de la Comisión Fiscal de esa organización y de UNESPA –Antonio Garamendi no pudo estar presente–, por Comisiones Obreras (CC.OO.), su secretario general, Unai Soto, por la Unión General de Trabajadores (UGT), Cristina Estévez, secretaria de Política Institucional y Políticas Territoriales –Pepe Álvarez estaba poniéndose la tercera vacuna contra el COVID– y Luis Aribayos, secretario general de la Confederación Española de Pqueña y Mediana, Empresa (CEPYME), en sustitución de Gerardo Cuerva.