El Anteproyecto de Ley para combatir el desperdicio alimentario plantea un desafío organizativo
A finales de 2021, el Consejo de Ministros aprobó el anteproyecto de Ley de Prevención de las Pérdidas y el Desperdicio Alimentario. El Ministerio espera que la ley sea aprobada definitivamente este año y entre en vigor en 2023. Foto: Confilegal.

El Anteproyecto de Ley para combatir el desperdicio alimentario plantea un desafío organizativo

Expertos del sector abordaron esta cuestión durante el foro Confilegal 'Los retos frente a la reducción del desperdicio alimentario'
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20/1/2022 06:47
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Actualizado: 20/1/2022 10:21
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Es una de las conclusiones de los expertos que participaron en la segunda mesa de debate del foro Confilegal ‘Los retos frente a la reducción del desperdicio alimentario’, que se celebró este miércoles con la participación de Sivarious como ‘media partner’.

David Esteller, responsable del Proyecto Desperdicio Alimentario de la Asociación Española de Codificación Comercial (AECOC); Clara Fuentes, responsable de asuntos públicos de las Asociación Marcas de Restauración; Patricia Estanheiro, responsable Calidad Alimentaria de Hostelería Madrid, y Adrián Martínez Bazaga, Food Market Leader España y Portugal de Bureau Veritas, analizaron esta y otras cuestiones en un debate moderado por Carlos Berbell, director de Confilegal.

«Nos funciona mejor que sea el propio cliente el que pueda salvar productos al final de la jornada, porque muchas veces podemos generar un bloqueo en las entidades que lo gestionan porque no tienen capacidad», explicó Patricia Estanheiro, responsable Calidad Alimentaria de Hostelería Madrid.

En este sentido, apuntó que «muchas veces nos encontramos con un problema logístico porque las propias entidades no pueden distribuir, por eso nos esta funcionando mejor que sea el propio cliente el que vaya a recoger el producto, a través de una app, de modo que siempre queda reflejado donde va el producto. Sobre todo es un problema de logística».

Y es que el Anteproyecto de Ley plantea una jerarquía de prioridades de uso. Así, los alimentos que se donen deberán tener suficiente vida útil de almacenamiento para hacer posible su distribución y uso seguro a sus destinatarios finales.

Tanto las empresas agroalimentarias donantes como las organizaciones receptoras están obligadas a garantizar la trazabilidad de los productos donados mediante un sistema de registro de entrada y salida de los mismos.

Sobre esto, David Esteller, responsable del Proyecto Desperdicio Alimentario de AECOC, planteó que «hacer trazabilidad en organizaciones con estos prodecimientos puede ser muy sencillo o muy complicado porque no todas tienen los sistemas informáticos que puede tener un distribuidor o un pequeño comercio».

A su juicio, la trazabilidad «es fácil de explicar sobre un manual, pero es muy difícil de realizar».

David Esteller, responsable del Proyecto Desperdicio Alimentario de AECOC. Foto: Confilegal.

Por su parte, Clara Fuentes, responsable de asuntos públicos de las Asociación Marcas de Restauración, indicó que «estamos muy expectantes por ver cómo se va a materializar la futura ley».

«Tendremos que ver cómo se va a cuantificar el desperdicio alimentario y si la cuantificación va a ser estricta y, por tanto, la empresa va a tener que invertir en formación de sus plantillas, sistemas de procesos, logística… así que abogamos por una política fiscal que se pueda aplicar de una manera eficaz. Desde la restauración valoramos positivamente la exención al IVA».

Desde esta asociación, explicó, «pedimos al Ministerio que se haga un estudio preliminar a la puesta en marcha de la ley, para saber de dónde venimos y después conocer su impacto».

A su juicio, lo que se plantea en este anteproyecto es «una sostenibilidad financiera que va unida a la ambiental y a la social«.

Destacó que la Asociación de Marcas de Restauración, «estamos representando a empresas que llevan trabajando en digitalización muchos años, es un sector que tiene una adaptabilidad grande, durante la pandemia lo han demostrado».

Por eso, «al final les va a ser fácil asumir las obligaciones, tenemos los recursos y abogamos por medidas preventivas para que el desperdicio sea lo mínimo y la donación sea la solución final».

Clara Fuentes, responsable de asuntos públicos de las Asociación Marcas de Restauración. Foto: Confilegal.

Adrián Martínez Bazaga, Food Market Leader de Bureau Veritas en España y Portugal, una compañía global que ofrece servicios y soluciones sobre aspectos como la inspección y la certificación, comentó que desde su compañía trabajan para «planificar, hacer, controlar y actuar desde un punto de vista de mejora»

«Somos una entidad evaluadora, lo que hacemos es auditar para verificar que todo el sistema esta bien implantado». 

De modo que «si hay alguna reglamentación aplicable esta tiene que cumplirse, además de otra serie de requisitos, como el sistema de gestión. Es necesario que la organización elabore una memoria pública de los resultados de un año y los retos que se plantea para el año siguiente».

Así, agregó «esa memoria es un compromiso que adquieren, no solo con su cadena de clientes, sino como rendición de cuentas«.

En esto coincidió Estanheiro, quién también apuntó que «hay una parte muy importante de restauración que necesita un tiempo medio largo para meterse en ese ciclo que sirve para acabar con el desperdicio».

Dentro del sector, agregó, «hay muchos niveles y mucha diversidad y cada uno se va a tener que adaptar a un ritmo que no es igual para todos«. 

Patricia Estanheiro, responsable Calidad Alimentaria de Hostelería Madrid, y Adrián Martínez Bazaga, Food Market Leader España y Portugal de Bureau Veritas. Foto: Confilegal.

Sobre el objetivo que marca la Agenda 2030 de reducir a la mitad el desperdicio de alimentos per cápita en el mundo, tanto en la venta al por menor y entre los consumidores, como en la cadena de producción y suministro, Esteller explicó que es posible dependiendo de la «foto inicial» de la situación de la que se parte.

«Hay empresas que hace muchos años están trabajando en esto, si me pides reducir un 50% el desperdicio a partir de un 0,7% hay muy poco margen, con otras cifras es diferente».

Esteller mostró la total colaboración de su entidad con el Ministerio para sacar adelante la ley, el anteproyecto «es un primer paso que no tiene que ser inamovible, sino flexible y adaptarse a las necesidades del futuro».

Por su parte, Estanheiro planteó que «es un buen momento para avanzar y ponernos en marcha, creo que la restauración es un sector comprometido que va a aprovechar esta oportunidad de retarse. Vamos a necesitar nuestro tiempo, pero creo que es un buen momento y que entre todos podemos llegar a ese objetivo«.

«Si algo le deseo al Ministerio es el mayor éxito con esta ley, al final hay que hilar muy fino pero estamos en el camino. Desde aquí, siempre de la mano con la administración pública», afirmó Clara Fuentes. 

Adrián Martínez valoró positivamente el anteproyecto. «Ojalá puedan cubrirse rápido los trámites para que pronto la ley pueda ser una realidad«.

«Estamos en un país dentro de la UE que es de lo más avanzados en este asunto, hay aspectos básicos de la seguridad alimentaria que ya están cubiertos, somos afortunados porque ya hemos superado una serie de aspectos básicos y estamos trabajando en otros retos«, concluyó. 

La jornada ha estado patrocinada por Phenix y Bureau Veritas.

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