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De Afganistán a Ucrania: De aquellos barros estos lodos

De Afganistán a Ucrania: De aquellos barros estos lodos
Ricardo Rodríguez entra a fondo sobre los orígenes del conflicto que ha provocado la invasión rusa de Ucrania.
13/3/2022 06:47
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Actualizado: 13/3/2022 01:08
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¡Qué horror!, ¡qué masacre!, ¡qué atrocidad! Misiles y bombas caen por doquier en zonas residenciales, hospitales, maternidades, escuelas, fábricas… ¡de pan!, acribilla universidades, vuela depósitos de fuel y gas para privar de calor a los habitantes de Ucrania en su crudo invierno.

Los rusos, mejor dicho, Putin está masacrando la población civil ucraniana. Nada han hecho. Un ataque preparado desde hace meses… y desde hace meses negado. Pero por fin han dado el paso. Ucrania, pueblo valiente y guerrero, nada tiene que hacer frente al poderío militar ruso. Nada. Es cuestión de tiempo… y poco tiempo.

¿Y qué hacen Europa y EE.UU.? Nada. ¿Cómo? Nada de nada… o, sí, sanciones económicas. Prohibición al Estado y gobierno ruso de acceder a los mercados financieros europeos y americanos.

Limitaciones a la importación de tecnología; bloqueos a grandes bancos; congelación a oligarcas cercanos al dictador; eliminar a determinados bancos (que no todos) del sistema de mensajería «swift», que permite la transferencia directa de dinero a través de las fronteras; congelación de los activos del Banco Central de Rusia para limitar su capacidad de acceder a sus reservas internacionales, cifradas en 630.000 millones de dólares.

Tales medidas tienen como objetivo aislar a Rusia del sistema financiero internacional, perjudicar su capacidad para operar a nivel mundial y “empujar a toda Rusia a una recesión lo más profunda posible, con el caos adicional de las corridas bancarias”, según el editor de economía de la BBC, Faisal Islam.

Son medidas que no tienen precedente en la historia de las sanciones.

Las naciones occidentales también podrían considerar la opción de bloquear las exportaciones rusas de petróleo y gas, que representan una quinta parte de la economía de Rusia y la mitad de sus ingresos por exportaciones.

Negarse a comprar su petróleo y gas sería una sanción muy dura… pero también sería muy perjudicial para las naciones occidentales que dependen de él (sólo el año pasado, entre gas y petróleo Europa le compró a Rusia 150.000 millones de euros).

OBJETIVO: LA ECONOMÍA RUSA

Las sanciones están diseñadas para paralizar la economía rusa y castigar a su gobierno por emprender acciones militares. Pero tales sanciones serán la ruina no de Putin (demostrado está que tiene muchos miles de millones de euros fuera de Rusia), si no del pueblo ruso.

El rublo se desploma vertiginosamente: un 40 % desde el comienzo del año… y sigue en caída libre. La agencia Moody´s recortará la calificación de la deuda rusa a Ca, lo que significa que existe una alta probabilidad de imago.

Al día de hoy los diferenciales entre oferta y demanda se situaron en 1 dólar por 140 rublos. La economía rusa se hunde… y con ello los rusos.

El pueblo ruso está desinformado de la invasión de Ucrania, está privado prácticamente de acceso a información objetiva, imparcial y fidedigna.

Las autoridades han lanzado una campaña de represión sin precedentes en todo el país contra el periodismo independiente, las protestas contra la guerra y las voces disidentes por esta guerra imperialista de Putin. Así lo ha denunciado Amnistía Internacional.

A instancias de Putin, el Parlamento ruso ha aprobado una legislación muy represiva que penaliza, aún más, el acto de difundir “información falsa” sobre las actividades de las fuerzas armadas rusas o” desacreditar” a las tropas rusas

Se han bloqueado los medios de comunicación críticos más populares, cerrado emisoras de radio independientes y obligado a decenas de periodistas a interrumpir su trabajo y abandonar el país; la mayoría de los periodistas de las grandes cadenas internacionales han abandonado Rusia, ha sido un éxodo masivo de periodistas (más de 150 desde que empezó la guerra) ante el temor de no poder informar libremente bajo acusación de deslealtad al Estado.

En efecto, a instancias de Putin, el Parlamento ruso ha aprobado una legislación muy represiva que penaliza, aún más, el acto de difundir “información falsa” sobre las actividades de las fuerzas armadas rusas o” desacreditar” a las tropas rusas.

Toda persona acusada de cometer estos delitos se enfrenta a pagar multas exorbitantes o penas de prisión que pueden llegar a 15 años de cárcel.

Se han cerrado plataformas como Whastapp, Facebook, Instagram y Twitter; ya habían cerrado Tik-Tok (por cierto, plataforma perteneciente al gobierno chino, aliado de Rusia).

A pesar de estas restricciones draconianas y la feroz respuesta policial (miles y miles de ciudadanos detenidos por participar en manifestaciones de forma verdaderamente brutal por agentes policiales), el movimiento ruso contra la guerra sigue llenando las calles de concentraciones, que las autoridades disuelven de forma inmediata y por medios brutales.

15.000 MANIFESTANTES PACÍFICOS DETENIDOS EN RUSIA

Según OVD-Info, ONG de observación de la actuación policial en el mundo, alrededor de 15.000 manifestantes pacíficos han sido detenidos arbitrariamente en las concentraciones celebradas en toda Rusia contra la guerra desde el 24 de febrero.

Debe recordarse que, si bien Rusia es parte del CEPDHLF, hecho en Roma en 1950, al ser suspendida de manera temporal por tal institución como consecuencia del ataque armado a Ucrania, el 10 de marzo ha abandonado el Consejo de Europa, desvinculándose, de tal manera, del CEPDHLF, justificando su decisión en que los países de la Unión Europea y la OTAN “continúan su camino hacia la destrucción” de esta institución y “del espacio humanitario y legal común europeo”.

 Las personas privadas de libertad son sometidas sistemáticamente a vejaciones, palizas y otros malos tratos; muchas han contado que, además de no tener acceso a representación letrada, fueron privadas de agua, comida o ropa de cama.

Pero… ¿cuál es el motivo de la invasión e Ucrania por Putin? El pretexto es que Ucrania pidió el ingreso en la OTAN y -dijo Putin- que no lo podía consentir, que no podía permitir el despliegue de misiles a menos de 500 kilómetros de Moscú (esto nos suena… ¿se acuerdan de la crisis de los misiles en Cuba, allá por el año 1962?), que Ucrania reconozca como rusa la península de Crimea, ya tomada por la fuerza en el año 2014 (y tampoco la UE y EE.UU. hicieron nada), y que se les de la independencia a las regiones separatistas prorrusas del Donbás, donde han afirmado fuentes del Kremlin que “sobre la población local se cernía la amenaza de un genocidio” por parte del gobierno ucraniano. Mentira, mentira y mentira… pero buen pretexto para justificar una invasión.

Sabemos que le costará caro, muy caro en vidas y en dinero. Las vidas, como dictador que es, no le importan… basta ver a los soldados que ha enviado a la guerra: soldados de no más de 20 años, de reemplazo, que llevaban hasta tres meses emboscados en Bielorrusia, sin campamentos, si hospitales de campaña, comiendo comida caducada

¿Cuáles son las verdaderas razones de Putin para invadir Ucrania?

Son fáciles de discernir: el deseo de Putin de frenar la integración de Ucrania en la órbita occidental; el pleno desarrollo de su democracia, lo que podría ser un peligroso ejemplo para la ciudadanía rusa oprimida bajo su régimen autoritario; Ucrania es parte del proyecto de recuperación imperialista rusa que Putin abandera a través del restablecimiento de una zona de influencia en el perímetro de la antigua Unión Soviética que, según entiende, ni los países occidentales deben meterse ni, de facto, las ciudadanías locales deberían ser libres de elegir su destino… si éste no coincide con sus deseos y planes.

¿Querrá quedarse con toda Ucrania y poner un gobierno títere? No lo sabemos.

Pero sí sabemos que le costará caro, muy caro en vidas y en dinero. Las vidas, como dictador que es, no le importan… basta ver a los soldados que ha enviado a la guerra: soldados de no más de 20 años, de reemplazo, que llevaban hasta tres meses emboscados en Bielorrusia, sin campamentos, si hospitales de campaña, comiendo comida caducada… pero ya tiene preparadas las fuerzas de élite, más de 15.000 chechenos y sirios , éstos especialistas en guerrilla urbana. Armamento tiene mucho, mucho… y capacidad de producir mucho más.

EL HOMOLODOR

¿Y el pueblo ucraniano? Ya sufrió las atrocidades de la Segunda Guerra Mundial, como toda Europa, y el “homolodor” que, en ucraniano significa “matar de hambre” y se refiere a la hambruna que Joseph Stalin creó a principios de la década de 1930 para eliminar físicamente a los campesinos ucranianos y, al mismo tiempo, aplastar cualquier intento de esa nación de independizarse de Rusia. Solo por esta hambruna se calcula que murieron entre 7 y 12 millones de ucranianos.

Ahora se enfrenta a un invasor mucho, mucho más poderoso que ellos. El ejército rojo. Misiles, aviones, tanques, toda la artillería rusa. Pero le están haciendo frente… y les están haciendo daño.

Pero Putin quiere afianzar el terror. Machaca, masacra, devasta, asola a la población civil sin piedad en ciudades como Jàrkov, la segunda ciudad del país, Jerson, Mariupol, mientras rodea con sus fuerzas la capital Kiev, para sembrar el terror en el resto de la población y que se someta o huya.

Sólo permite corredores humanitarios hacia la frontera rusa o bielorrusa. Los otros corredores humanitarios pactados, hacia Polonia o Moldavia, no han sido respetados. Quienes huían por ellos, familias enteras niños, mujeres y ancianos han sido masacrados tanto por la artillería como por helicópteros. Que salvajada.

Pero están solos, muy solos. Sólo cuentan con las armas que EE.UU. y los países europeos -entre ellos España- y occidentales les están enviado a través de Polonia. Poca ayuda frente a la maquinaria de guerra rusa. Los están masacrando de forma contumaz, salvaje, sin miramientos.

Putin quiere afianzar el terror. Machaca, masacra, devasta, asola a la población civil sin piedad en ciudades como Jàrkov, la segunda ciudad del país, Jerson, Mariupol, mientras rodea con sus fuerzas la capital Kiev, para sembrar el terror en el resto de la población y que se someta o huya

Les hemos puesto a los ucranianos la miel en los labios, cual es la promesa de entrada en la UE. Un país pobre, como lo era España en la década de los cincuenta del siglo pasado, asolada por una guerra civil, con los miles y miles de millones que conllevaría en todo tipo de ayudas… ¿se acuerdan los miles y miles de millones que recibimos cuando entramos en 1985 en la UE durante 20 años? España cambió con esa ayuda más de lo que había cambiado desde los Reyes Católicos-… y les hemos dejado abandonados. Lo podemos decir más suavemente, pero esta es la dura realidad.

Ya hay más de 2,5 millones de refugiados, principalmente por la frontera polaca. La ultraderechista Polonia se está volcando con sus hermanos ucranianos, pero llegará un momento que no puedan atender a tantos refugiados. Se esperan alrededor de 10 millones… y ¿qué hacen el resto de los países europeos, la UE? Nada. Bueno sí, sanciones económicas.

¿Es suficiente? Sin duda no. Antes al contrario…

Putin ya ha amenazado a otros países, si bien no miembros de la UE (Finlandia y Noruega), y ha afirmado que las sanciones económicas impuestas por los países occidentales las toma como una declaración de guerra.

¿Está loco Putin? Sí. Pero es listo, muy listo. Ha aprovechado para atacar cuando EE.UU. tiene un presidente muy débil y contestado dentro de su propio país, Joe Biden; en Alemania no está la mano de hierro, Ángela Merkel; en Inglaterra está Boris Johnson, más preocupado con sus problemas derivados de sus juergas en pleno confinamiento que de la política exterior; Francia tiene elecciones presidenciales el próximo mes de abril; España e Italia no cuentan o cuentan poco.

Además la UE no cuenta con un ejército propio; la OTAN sí pero por EE.UU: poco puede hacer. No es un ejército en sí mismo, si no lo que cada país quiere enviar… y dirigido por sus propios jefes, no existe un mando integrado.

Putin, zorro como es, ya se aseguró la retaguardia pactando con el gobierno chino sus suministros; el patio trasero cubierto. Y tomó nota de la política europea, pero especialmente norteamericana de la huida humillante de Afganistán (de lo que ya nos ocupamos en otra columna.. pon el título y la fecha….

No la encuentro!!!.. creo que se llamaba algo así como La humillación de Occidente”). Después de 40 años y casi 10.000 muertos, con dos generaciones nacidas con la esperanza de un estado laico y democrático, nos fuimos -como se dice vulgo- “con el rabo entre las piernas”; hasta cuando estábamos esperando a embarcar a todos nuestros soldados -europeos y norteamericanos- nos pusieron bombas en el propio aeropuerto… que sensación de derrota, de humillación, de abandono a un pueblo entero.

Los dejamos en manos de unos verdaderos salvajes teocráticos que no respetan ningún derecho, especialmente de las mujeres, condenando a todo un pueblo a retroceder varios siglos culturalmente.

Y Putin lo sabe… y ha actuado. Y nada, pero nada hacemos.

NO PERDER DE VISTA A SUWALKI

Ultima pregunta: ¿se parará Putin en Ucrania o buscará un corredor terrestre a Kaliningrado?, el famoso corredor de Suwalki, un pasillo plano de apenas 96 kilómetros, pero que supondría la invasión de territorio polaco y lituano, ambos países miembros de la UE… y de la OTAN.

¿Supondría el estallido de la IIIGM? Así lo ha dicho hoy el presidente de EE.UU. No sabemos si Putin, ante la paralización de Occidente ante sus desmanes en Ucrania, intentará hacerse con ese corredor que tantas veces ha reclamado, pero… ¿esperaremos a saberlo?

Quizás ya sea demasiado tarde.

Occidente está agotado. Europa, el paraíso de los derechos y libertades, no puede más. Nos acosan por todos lados. ¿Y qué hacen nuestros líderes políticos? Nada, reunirse y reunirse… para nada. Cómo echamos de menos Merkel, a aquellos líderes históricos como Churchill y Roosevelt.

“No se puede perseguir la paz en base al miedo ni se debe tener miedo al enemigo cuando la causa defendida está forjada en el valor absoluto de la libertad” (Daniel Múgica, post de 12 de marzo).

No podemos estar más de acuerdo: cuando te atacan sin razón alguna, cuando te invaden, cuando matan a tus seres queridos, cuando te quieren privar de todos tus derechos como persona y como nación, ¿tiene sentido pedir la paz? No, rotundamente no. Y los ucranianos no quieren paz, quieren que los rusos, que Putin, se vaya de su país.

Volodomir Zelenski, presidente de Ucrania, es joven, muy joven, de poco más de 40 años. Pero muy valiente. Todos los días sale en los medios con su ya famosa camiseta y forro polar verde… y está conquistando a toda la ciudadanía occidental.

Hace unos días, a través de videoconferencia, hizo una alocución ante todo el Parlamento británico. Y ¿qué les dijo? “Lucharemos en las playas, lucharemos en todos los aeródromos, lucharemos en los campos y en las calles, lucharemos en las colinas, ¡nunca nos rendiremos!”… ¿les suenan?

Efectivamente, son las palabras que pronunció Winston Churchill en el Parlamente británico para negarse a pactar -como quería su primer ministro- con Hitler lo que, de facto, era una rendición.

Son frases que cambiaron la historia de Inglaterra y están en el código genético de los británicos. Se estudian en las escuelas y la gente se las sabe de memoria.

Al pronunciarlas Zelenski, una vez más, todos los parlamentarios británicos, todos sin excepción alguna, estallaron en vítores y aclamaciones ante el joven político que, en camiseta, les sonreía y alzaba el puño saludándoles.

Sí, España está en guerra, como el resto de los países de la UE y EE.UU. al mandar armas a Ucrania. No lo podemos negar. Y si es así, ¿nos pararemos ahí, viendo como masacra el ejército de Putin a los ucranianos?

¿No a la guerra? Creo que ya estamos inmersos en ella.  Que alguien nos ampare… porque los europeos estamos solos, muy solos frente a un tigre sediento de sangre… y territorios.

Y cuidado con China, el dragón se está despertando.

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