Joe Nascimiento, abogado de Pablo Ibar, dispuesto a un cuarto juicio que revoque su cadena perpetua
El letrado Nasimiento ha identificado 13 irregularidades que, por lógica, tendrían que conducir a una sentencia absolutoria de Pablo Ibar.

Joe Nascimiento, abogado de Pablo Ibar, dispuesto a un cuarto juicio que revoque su cadena perpetua

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21/5/2022 06:49
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Actualizado: 20/5/2022 23:41
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Esta semana estuvo en la capital de España, Joe Nascimiento, el nuevo abogado elegido por Pablo Ibar para su defensa. Acompañado de Andrés Krakenberg, portavoz de la Asociación Pablo Ibar por un juicio justo explicó las líneas básicas de su recurso de apelación para evitar la cadena perpetua que desde el 2018 el Tribunal de Florida le condenó tras dieciséis años en el corredor de la muerte.

Nascimiento, al igual que hiciera Benjamin Waxman su primer abogado, explicó a Confilegal los detalles de un asunto “uno de los más importantes de mi carrera profesional. Si no hubiera sido por el apoyo que ha tenido desde España, Pablo habría sido ejecutado hace años”, aclara.

A Pablo Ibar lo han juzgado tres veces ya por el mismo delito, un triple asesinato. El primero juicio fue nulo. El segundo lo condenaron a muerte. En el tercero le impusieron una cadena perpetua. Un proceso plagado de irregularidades.

Por eso, el letrado Nascimiento tiene esperanzas de conseguir que se haga justicia finalmente y Pablo Ibar –sobrino del mítico campeón europeo de los pesos pesados de boxeo, José Manuel Ibar «Urtain», de los años 60 y 70– recupere su libertad tras más de 28 años en prisión.

Ibar tiene actualmente 50 años. A estas alturas, ha pasado el 56 % de su tiempo de existencia en prisión.

En esta entrevista explica todos los detalles.

¿Podría decirnos, primero, que le ha empujado a asumir este caso, usted que forma parte de la defensa de Pablo desde hace trece años y si es uno de los más complejos de su carrera profesional?

Yo llevo relacionado de una forma u otra con el caso de Ibar desde hace muchos años ya. Yo era estudiante de tercero de derecho y la firma de abogados de Benjamin Waxman, que llevó toda la fase apelatoria desde 2006, me contrató inicialmente como pasante. Es en ese contexto en el que tuve mi primer contacto con el caso.

Me contrataron en 2008. Me gradué como abogado en 2009, hace trece años. Inmediatamente empecé a trabajar en la misma firma y en equipo con el señor Waxman, en todos sus casos. Incluido el de Ibar.

Así pues, participé en su moción de apelación postcondenatoria en 2012, y posteriormente en la preparación de la apelación ante el Tribunal Supremo de Florida.

Cuando ese alto tribunal anuló la condena a muerte de Ibar por estimar que se basaba en pruebas “escasas y débiles”, fui parte del equipo de abogados que le representó en la repetición de su juicio. Llevé aproximadamente el 80 % del peso del interrogatorio de testigos, etcétera.

Claramente estamos ante un caso muy complejo. No me atrevería a decir que sea el caso más complejo de mi carrera profesional, pero sí que para mí es uno de los más importantes, por el contacto que he tenido con mi cliente, su familia, la asociación que le apoya y su causa y me ha impresionado también el enorme apoyo de la gente en España.

De ahí mi deseo de llegar al final del caso, si hay que apelar hasta el Tribunal Supremo de los Estados Unidos, pues habrá que hacerse. Quiero que termine siendo un caso del que me sentiré orgulloso en el futuro.

«Claramente estamos ante un caso muy complejo. No me atrevería a decir que sea el caso más complejo de mi carrera profesional, pero sí que para mí es uno de los más importantes, por el contacto que he tenido con mi cliente, su familia, la asociación que le apoya y su causa y me ha impresionado también el enorme apoyo de la gente en España»

¿Cómo puede entenderse que Pablo Ibar lleve 28 años en prisión?

Básicamente es la forma en que está configurado el sistema. Una vez declarado culpable en primera instancia, es muy, pero que muy difícil revertir ese veredicto.

Y a eso se agarra la Fiscalía, argumentando, por ejemplo, que si se cometieron los errores y defectos que argumentamos en la apelación, estos son inocuos y no afectan al veredicto de culpabilidad.

En este sentido, quiero aprovechar la ocasión para agradecer ese apoyo desde España.

Que quede muy claro, que, sin ese apoyo, hace tiempo que el Estado de Florida habría ejecutado a Ibar hace ya unos cuantos años.

¿Cree que Pablo es inocente, como el mismo señala?

Mire usted, afortunadamente para mí yo no estuve en el lugar de los hechos en el momento en que se produjeron. Por tanto, no sé quiénes son los asesinos de esas tres personas. Pero sé la injusticia que he vivido junto a Pablo durante todos estos años.

He podido comprobar cómo se han destruido pruebas, cómo en este caso la policía ha mentido, cómo ha influenciado y sobornado a testigos durante más de 20 años.

Como he descrito anteriormente, llevo ya muchos años de relación con Pablo y su familia. Afirmo que ese hombre que he conocido y con el que he interactuado tantas veces no es capaz de hacer lo que se ve en ese vídeo. Pablo nunca tuvo ningún episodio violento en su historial ni antes de los hechos ni después de los mismos.

«He podido comprobar cómo se han destruido pruebas, cómo en este caso la policía ha mentido, cómo ha influenciado y sobornado a testigos durante más de 20 años»

Joe Nascimiento y Andrés Krakenberg, portavoz de la Asociación Pablo Ibar por un juicio justo, explicando los detalles que rodean a esta cuarta apelación.

¿En qué punto procesal se encuentra el recurso que interpusieron para revocar la pena de cadena perpetua a Pablo Ibar y solicitar la celebración de un nuevo juicio?

Hemos presentado el recurso, la fiscalía ha presentado sus contra-argumentos, y nosotros hemos presentado nuestros contra-argumentos a los contra-argumentos de la Fiscalía. Ahora falta que el Tribunal de Apelaciones del Cuarto Distrito Judicial de Florida fije fecha para la vista oral y posteriormente decidirá.

Todo ello es muy lento y no me atrevo ahora mismo a vaticinar fechas ni plazos exactos.

¿Sobre las irregularidades que se han cometido en el último juicio, cuáles destacaría de mayor importancia?

Los trece argumentos que presentamos se pueden clasificar en tres grandes áreas. La primera es escasa validez del testimonio de Gary Foy, vecino de una de las víctimas (Sucharski).

Vio, mirando por su retrovisor, a dos hombres en el coche de esa víctima, cosa que inicialmente no le sorprendió ya que al parecer era habitual en el barrio ver que prestaba su coche.

Al día siguiente, al enterarse del triple asesinato, denuncia haberlos visto y describe al que iba en el asiento del copiloto como con pelo corto y sin afeitar. Las ruedas de reconocimiento fueron claramente dirigidas para que señalara a Ibar, mediante procedimientos que hoy en día están directamente prohibidos.

 La segunda es el ADN. La mínima mancha de ADN que un programa informático basado en estadísticas (no en análisis químicos) afirma como de Ibar tiene toda la morfología de ser una contaminación.

«Las ruedas de reconocimiento fueron claramente dirigidas para que señalara a Ibar, mediante procedimientos que hoy en día están directamente prohibidos»

De hecho, el laboratorio donde se custodiaban esas pruebas tiene un historial de casos de contaminación, historial que el juez no nos permitió presentar ante el jurado.

En 1994 cuando se produjeron los hechos la ciencia del ADN estaba en sus inicios y se desconocía el potencial de transmisión del ADN de origen líquido y las pruebas se guardaban desconociendo estas características.

Y estamos hablando de una mancha mínima. La camiseta está llena de ADN de una persona de sexo masculino no identificada –y que la fiscalía no ha hecho nada por identificar- que no es Pablo. En el vídeo se ve como el perpetrador se limpia la cara con la camiseta. De haber sido Pablo su ADN en la camiseta sería abundante.

¿Como ha influido el juez Dennis Bailey en este procedimiento? ¿Cree que tiene una actitud premeditada de encontrar culpable a Pablo Ibar, sea como sea?

Esa es la tercera área de los 16 argumentos que presentamos en la apelación. Él mismo debería haberse autoexcluido del caso. Solicitamos que se autoexcluyera hasta en dos ocasiones durante el juicio.

 Su exmujer fue la fiscal del caso de Pablo en la fase inicial de la apelación formulada en 2006 y él mismo había sido fiscal subordinado del fiscal que ha llevado el caso la mayor parte del tiempo.

«La camiseta está llena de ADN de una persona de sexo masculino no identificada –y que la fiscalía no ha hecho nada por identificar- que no es Pablo. En el vídeo se ve como el perpetrador se limpia la cara con la camiseta. De haber sido Pablo su ADN en la camiseta sería abundante»

Tras el veredicto, el primer día laborable después del mismo, un miembro del jurado acudió al juzgado diciendo que había sufrido presiones para cambiar su voto. El juez no lo investigó, se limitó a excluirle del jurado.

Y tenemos razones para pensar que otros jurados que tenían dudas sobre qué votar también sufrieron esas presiones. Afortunadamente ya no es juez. Los jueces en EEUU son electos, y no ha sido reelegido. Por tanto, si conseguimos repetir el juicio, él no participará.

En el caso de que no prospere la apelación parece que el último recurso seria el Tribunal Supremo de Estados Unidos, ¿Cree que aun habría posibilidades de que Pablo fuera designado inocente?

Si no prospera esta apelación ante el Tribunal de Apelaciones del Cuarto Distrito Judicial de Florida, acudiríamos al Tribunal Supremo de Florida.

Ahí se agota la vía estatal, pero nos quedaría la vía federal, que cuenta con dos instancias judiciales previas a llegar al Tribunal Supremo de los Estados Unidos. Esperamos no tener que llegar hasta allí.

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