Tomás Pérez Bitrián, el Nº 1 de la 60ª promoción de fiscales logró aprobar en 2 años y medio estudiando hasta 12 horas diarias

Tomás Pérez Bitrián, el Nº 1 de la 60ª promoción de fiscales logró aprobar en 2 años y medio estudiando hasta 12 horas diarias

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07/1/2023 06:50
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Actualizado: 09/1/2023 08:18
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Tomás Enrique Pérez Bitrián es un joven que a sus 27 años ha logrado convertirse en el número 1 de la 60ª promoción de fiscales. Comenzó a estudiar la oposición con 24 años y siempre tuvo claro que quería ser fiscal.

A pesar de que ha logrado aprobar en dos años y medio, ha reconocido en una entrevista a Confilegal que ha habido momentos buenos pero otros también muy duros.

¿Por qué decidió estudiar la oposición? ¿Tuvo claro desde un principio que querías ser fiscal y no juez?

En mi caso lo tuve clarísimo desde el principio que quería ser fiscal. De hecho, cuando comencé a mirar las oposiciones, desde un principio busqué las de fiscal. El motivo, básicamente es que mientras estaba en la universidad, cuando fui conociendo las distintas ramas del ordenamiento jurídico me surgió el interés por la jurisdicción de menores, tanto la reforma en el campo penal como la protección en el ámbito civil.

Empecé a investigar por mi cuenta, sobre todo a través de cursillos, leía recesiones, ensayos e incluso al final, hice el Trabajo de Fin de Grado (TFG) con Manuel Calvo García acerca de los principios informadores del proceso penal de menores y el papel que jugaba el Ministerio Fiscal.

Me centré en estudiar un poco cuáles eran las posibilidades que ofrecía la jurisdicción de menores en orden a reeducar a aquellos que habían cometido delitos menos graves o que se encontraban en una en una situación familiar desfavorable, y como a través de las posibilidades que ofrece la ley podían encauzarse su vida con una segunda oportunidad.

También, como vi que en la jurisdicción de menores fundamentalmente era el Ministerio fiscal quien tomaba las decisiones y quien buscaba la manera de orientar a los infractores, pedí las prácticas de la Universidad en la Fiscalía Provincial de Huesca para ver un poco sobre el terreno cómo era el trabajo de la Fiscalía.

¿En cuánto tiempo la sacó?

Me costó dos años y seis meses, comencé a prepararlas con 24, las saqué con 26 y ahora tengo 27.

Tomás Enrique Pérez Bitrián.
¿Y cuál ha sido su técnica para sacárselas en tan poco tiempo cuando la media es de cinco años y medio?

Bueno, en mi caso a mí me pusieron en contacto con un preparador de Zaragoza, con Armando Barrera, y cuando busqué preparado. Existen dos sistemas para opositar, que son el de arrastre y el sistema de vueltas, que fue el que utilicé.

Al principio, durante los primeros meses estudiaba ocho horas al día y luego, una vez que terminé el primer bloque que en mi caso fue el de Civil ya pasamos a estudiar 12 horas al día. Sobre todo el sistema que yo seguí era un sistema que buscaba aprovechar al máximo el tiempo, en el sentido de que cambiábamos mucho de materias.

Combinamos temas de las distintas ramas y de esta forma lo que conseguía era mantener la cabeza activa. Luego yo también busqué mis pequeños trucos como, por ejemplo, que cuando planificaba lo que iba a estudiar al día siguiente ponía al principio de la mañana los temas que yo consideraba más difíciles o que más me costaban, y de esta manera aprovechaba el tiempo que yo sabía que estaba más lúcido en repasar las partes que más me costaban.

Luego, al principio, como lo más difícil para mí, era la exposición oral de los temas sí que dedicaba más tiempo del que en principio tenía asignado, no a memorizar los temas, sino mejorar la expresión oral de cara a exponer de manera más clara los contenidos ante el tribunal. Y luego sí que Armando, cuando exponía los temas, me iba dando pequeñas instrucciones. 

Entiendo que en este tiempo ha habido momentos complicados, ¿cuál definiría que ha sido el mejor y el peor de estos años?

El peor momento fue cuando me suspendieron el Letrado de la Administración de Justicia. Eso ocurrió más o menos un año antes de que aprobara judicatura. Más que por el hecho de que me suspendieran, porque no me volví de Madrid con buenas sensaciones.

Fui a hacer el examen, lo llevaba preparado y cuando regresé a Huesca mi sensación personal era que todo el trabajo que ya había preparado en ese momento no lo había sabido plasmarlo. Y me entraron dudas acerca de si tenía la templanza, por mucho que pudiera tener los conocimientos, expresarlos ante un grupo de personas que tienen conocimientos jurídicos elevados.

Y el mejor momento seguramente fue cuando aprobé el primer oral de judicatura meses después porque me di cuenta que había mejorado mucho y que la experiencia de suspender el oral de Letrados de la Administración de Justicia me había servido, en primer lugar para ganar confianza y en segundo lugar, para ciertos aspectos o ciertos puntos que vi que no llevaba ahí bien preparados reforzarlos y mejorarlos de cara al examen de judicatura.

¿Y en algún momento se le pasó por la cabeza abandonar?

Sí, bueno, a mi me ocurrió que unos diez días antes de que fuera el test de judicatura, cuando aprobé, mi abuela tuvo un accidente y de hecho falleció el día de después. Y a pesar de que lo había superado me di cuenta de que era muy difícil compaginar lo que es la oposición con la vida personal.

Esos días, por decirlo así, yo había estado sin estar en ningún sitio porque no estaba en la oposición, no estaba con la familia y ahí sí que me di cuenta que el sacrificio que estaba haciendo a nivel personal, si no conseguía aprobar después era excesivo y ahí me planté si seguir o no, más aún cuando venía con las dudas de meses de la experiencia de haber suspendido letrado. 

Por lo que recomiendo a los que están opositando o quieren hacerlo que al principio, aunque sea duro, intenten continuar, porque yo durante el primer mes, cuando llevaba una semana opositando, sí que lo pasé muy mal y me planteé ya dejarlo.

Ha comentado que ha llegado a estudiar hasta 12 horas al día, ¿a qué cosas ha tenido que renunciar?

Exacto. Básicamente es eso. Te das cuenta de que tu vida social está condicionada completamente por la oposición y que tus amigos siguen evolucionando. Van haciendo entrevistas, van cambiando de puesto de trabajo, que si uno hace un máster, otro se va a hacer una experiencia al extranjero.

Todos tienen sus vacaciones y sin embargo, lo único que haces al levantarte por las mañanas y seguir repasando temas, en mi caso, por ejemplo, uno de los sacrificios más duros fue cuando mi hermano mayor defendió la tesis durante la oposición y yo no pude ir porque no podía perder tanto tiempo. Tampoco pude ir a la celebración posterior.

¿Y cómo se evadía para que su día a día no fuese sólo estudiar?

Yo lo que hacía principalmente era que todos los días me reservaba un rato para hacer deporte y justo antes de irme a dormir leía un rato. Pero no lecturas jurídicas sino sobre todo novelas negras o de aventuras para irme a dormir con otra idea en la cabeza que no fuera la oposición.

¿Y qué sintió el día que le comunicaron que había sido el número 1?

Sí, lo del número uno fue un poco poco sorpresivo porque no me esperaba aprobar con una nota tan elevada. Mis amigos siempre me decían que si lo conseguía iba a ser de los primeros, pero siempre me lo tomé como que me daban ánimos. Cuando salió la noticia me quede un poco en shock porque no me esperaba aprobar la oposición con tan buenos resultados. 

Queda poco para que se incorpore a su primer destino, Tarrasa, ¿cómo lo afronta Tomás?

Queda una semana y estoy con un poco de inquietud porque, por un lado, estás con ganas de incorporarte, pero por otro dices a ver, que me toca de trabajo. Ahora toca poner los conocimientos en práctica.

También tengo mucha incertidumbre por si consigo adaptarme rápido, si consigo empezar a sacar pronto el trabajo al ritmo de mis compañeros. Pero sobre todo estoy muy ilusionado, es un cambio muy grande porque sales de la zona de confort porque la mayoría no nos quedamos en la ciudad en la que hemos nacido. Pero ya he conocido a los compañeros, me han explicado cómo funciona todo y ha ido muy bien.

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