Dos horas antes de la votación en el TC los magistrados conservadores percibieron que «los vientos» no soplaban a favor
Inmaculada Montalbán, la nueva vicepresidenta del TC. Toda la votación se trató de llevar con el máximo secreto, lo que fue imposible. Foto: TC.

Dos horas antes de la votación en el TC los magistrados conservadores percibieron que «los vientos» no soplaban a favor

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12/1/2023 06:48
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Actualizado: 12/1/2023 07:59
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El bloque progresista del Tribunal Constitucional (TC), formado por Cándido Conde-Pumpido, Ramón Sáez Valcárcel, Inmaculada Montalbán, Laura Díez, María Luisa Segoviano y Juan Carlos Campo adoptó la misma operativa que semanas antes el bloque conservador del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) en la elección de los dos magistrados del TC que le correspondían nombrar: un silencio sepulcral.

Y como ocurrió el 27 de diciembre pasado, el grupo conservador del TC –compuesto por Concepción Espejel, Enrique Arnaldo, César Tolosa y Ricardo Enríquez– se enteró del golpe de mano en la votación, tras comenzar la reunión ayer a las 13.10.

El guión no escrito esperado es que la nueva magistrada María Luisa Segoviano, por su trayectoria feminista y en defensa de la aplicación de la visión de género, votaría por una afín, como era María Luisa Balaguer, también progresista, quien contaba con los cuatro votos de los conservadores.

Sin embargo, apenas dos horas antes, los microgestos, las actitudes de algunos de los miembros del sector progresista, permitieron percibir a algunos de los magistrados conservadores que aquello no iba a salir como se esperaba. Que el voto de Segoviano finalmente se decantaría por Conde-Pumpido, como así sucedió, por 6 a 5.

Y con ello, un nombramiento diferente para el puesto vacante dejado por Juan Antonio Xiol en la Vicepresidencia: Inmaculada Montalbán.

De haber salido la «operación Balaguer», el vicepresidente habría sido Ricardo Enríquez. Manteniendo la norma no escrita de que si el presidente es de la mayoría, la vicepresidencia debe ocuparla la minoría. En este caso tanto Conde-Pumpido como Montalbán pertenecen al sector progresista.

Lo que prueba que el hermetismo en seres humanos es imposible.

INMACULADA MONTALBÁN

Curiosamente, la nueva vicepresidenta del Constitucional, Inmaculada Montalbán –miembro de Juezas y Jueces para la Democracia–, se ha visto beneficiada de un modo personal por el retraso en la renovación del CGPJ.

Estaba destinada a convertirse en el segundo magistrado en la historia –después de Rafael Fernández Valverde– en repetir como vocal en el órgano de gobierno de los jueces, donde sirvió entre 2008 y 2013, bajo las presidencias de Carlos Dívar y de Gonzalo Moliner, cuando el primero dimitió, y en el que ejerció la Presidencia del Observatorio contra la violencia doméstica y de género y la Presidencia de la Comisión de Igualdad del CGPJ.

No es difícil intuir que habría repetido en las mencionadas responsabilidades.

La ausencia de acuerdo entre PSOE y PP para renovar el CGPJ la catapultó, desde la Presidencia de la Sección Tercera de la Sala de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía, su destino, a la magistratura en el Tribunal Constitucional.

Y ahora a la Vicepresidencia del máximo tribunal de garantías.

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