Las eurodiputadas llegaron al CGPJ con la idea de que la proposición de ley «arreglaba» la ley del «sólo sí es sí»
La responsable de la secretaría de la Comisión de Derechos de la Mujer e Igualdad de Género en Europa, Zuzana Hruscova y la jefa de la delegación de la Eurocámara, Elzbieta Katarzyna Lukacijewska. Foto: Gustavo Valiente/EP.

Las eurodiputadas llegaron al CGPJ con la idea de que la proposición de ley «arreglaba» la ley del «sólo sí es sí»

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23/2/2023 06:52
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Actualizado: 23/2/2023 08:06
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Y se quedaron de una pieza cuando se les explicó que eso no iba a ser posible. Fue ayer, en la reunión que mantuvieron con las vocales María Ángeles Carmona, también presidenta del Observatorio contra la violencia doméstica y de género, Carmen Llombart y el magistrado de la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo, Vicente Magro, cuya presencia en el Alto Tribunal ha contribuido a transformar su jurisprudencia a favor de las mujeres víctimas.

La expresión de sorpresa fue prácticamente idéntica en las caras de la polaca Elzbieta Katarzyna Lukacijewska y el resto de los miembros de la delegación de eurodiputadas de la comisión de derechos de la mujer del Parlamento Europeo, entre ellas la chipriota Eleni Stavrou, las suecas Carina Ohlsson y Alice Kuhnke y la italiana Isabella Tovaglieri.

Lo mismo que en las también eurodiputadas españolas Rosa Estarás Ferragut, Lina Gálvez Muñoz, María Soraya Rodríguez Ramos, Margarita De la Pisa Carrión y Eugenia Rodríguez Palop, y el grupo de asesores que las acompañaban, en el marco del Salón de Plenos del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ).

«De ninguna manera. No va a tener ese efecto pretendido. No hay forma de solucionarlo. Es irreversible», les explicó el magistrado Magro, un referente nacional en la lucha contra la violencia de género.

La reforma de penas que conllevaba la ley del «sólo sí es sí» tuvo un efecto que no se tuvo en cuenta y es el efecto de la retroactividad favorable, un principio jurídico idéntico al que existe en el resto de los 26 países de la Unión Europea.

MATEMÁTICA SIMPLE

«Es una cuestión de matemática simple», les explicó el magistrado. «Si 7 es menor que 12, hay que bajar la pena. Porque es una ley que aprobó el Parlamento español y nosotros tenemos que cumplirla. Si no lo hiciéramos, los jueces estaríamos prevaricando», añadió.

Las eurodiputadas relataron a las vocales y al magistrado español que en la reunión que tuvieron el pasado martes con la ministra de Igualdad, Irene Montero, esta les contó que no existía ningún problema con la «Ley del sólo sí es sí», que su redacción estaba bien, que el único obstáculo residía en un puñado de jueces machistas que se resistían a cumplirla y que los datos de revisiones de penas no eran fiables.

Magro y las vocales les explicaron que eso no era cierto: «Se está cumpliendo la ley, como no podía ser de otra manera».

Recordaron que el 56 % de la carrera judicial ya son mujeres. Y los jueces que dictan sentencias de violencia de género están al día por la formación continua –presencial y telemática– que están recibiendo, incluyendo al Tribunal Supremo. «La carrera judicial está totalmente formada», afirmaron los representantes españoles.

«Las sentencias del Tribunal Supremo, en sus cinco salas, se dictan con perspectiva de género», relató Magro. «Aquí aplicamos el Convenio de Estambul, con independencia de que sean pareja o expareja. La perspectiva de género no vulnera la presunción de inocencia. Desde 2018 hemos ya hemos dictado 10 sentencias con ese sentido». Y relató el caso Arandina, el primero al que se aplicó la ley del «solo sí es sí», en el que, de un tribunal de 5 magistrados, 2 fueron mujeres.

No era cuestión de jueces «fachas», palabra que no se mencionó durante el encuentro pero que planeó mientras duró.

Carmona explicó a las eurodiputadas la función del Observatorio, sus objetivos y los informes que elaboran. Y Carmen Llombart les contó el esfuerzo del CGPJ en la formación que reciben los jueces en esta materia.

EL CGPJ YA LO ADVIRTIÓ

Las vocales contaron a las eurodiputadas que el CGPJ ya advirtió, en febrero de 2021, de los efectos perniciosos que ahora se han sentido, con las revisiones de más de 500 penas actuales –y las 4.000 que hay pendientes–; de las que se han beneficiado más de 50 condenados, que han recuperado la libertad gracias a la reforma del Código Penal con esta ley.

Fue en su informe sobre el anteproyecto de la ley del «sólo sí es sí»: su aprobación provocaría la revisión a la baja de aquellas condenas en las que se hubiera impuesto penas máximas conforme a la regulación anterior. Avisaron.

Y así ha ocurrido.

La propuesta de reforma de la ley del «sólo sí es sí», impulsada por el PSOE, explicaron, por último, las vocales y el magistrado, comenzará a estar operativa desde el momento en que entre en vigor.

Pero no puede impedir las revisiones de las sentencias ya impuestas.

No hay forma de devolver a las cárceles a los que se les dio la libertad ni en volver a sumar meses o años de cárcel a los que se les ha restado por la aplicación de una ley aprobada en la sede de la soberanía popular.

La delegación de eurodiputadas dejó ayer España con la «esperanza» de que se encuentre una «buena solución» a los «posibles problemas» generados por la Ley del ‘solo sí es sí’, aunque los magistrados les han trasladado que la solución es «difícil».

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