Desesperación en una familia española que adoptó a 3 niños colombianos: Se los arrebataron y ahora tienen padres canadienses
Los familiares de los menores adoptados, todavía en Colombia, días antes de llegar a España. Foto cedida.

Desesperación en una familia española que adoptó a 3 niños colombianos: Se los arrebataron y ahora tienen padres canadienses

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23/4/2023 06:48
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Actualizado: 23/4/2023 10:43
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Una familia lleva 12 años luchando para poder tener noticias sobre los tres hijos que adoptaron en Colombia. Nunca llegaron a pisar Asturias -ciudad de origen de los padres-, ya que a pesar de que todo estaba listo y registrados legalmente en España, dos días antes de volar, un despliegue policial en el hotel en el que se hospedaban les arrebató a los niños.

Ahora los menores están también adoptados en Canadá, pero su progenitor español sigue sin darse por vencido. De la mano de los letrados Emilia Zaballos y Francisco Manuel Jiménez, de Zaballos Abogados, han presentado recientemente una demanda contra los padres canadienses para, al menos, que les deje comunicarse con ellos y visitarles.

Javier Pintado Vicente y su mujer, María Cruz Martín Martín, que desgraciadamente falleció en 2020, iniciaron en mayo de 2009 a través de la Consejería de Bienestar Social y Vivienda del Principado de Asturias el proceso de adopción de sus tres hijos. Entre ellos eran hermanos.

La muerte de la madre añade un problema insoluble, por ahora. Su viudo no puede ni aceptar la herencia ni vender los bienes de su mujer porque los hijos siguen siendo legalmente suyos y deben comparecer para aceptar la herencia. Es un nudo gordiano legal. Porque son los hijos de cuatro padres legales diferentes, en dos países distintos. Y no se encuentra solución a esto.

Un proceso de adopción sin problemas, de principio

El proceso de adopción se culminó sin problemas y, a través de una sentencia dictada el 12 de noviembre de 2010 en el Juzgado Nº2 de Familia del Circuito de Villavicencio situado en Meta, Colombia, se constituyó legalmente la adopción. 

Dicho trámite también quedó plasmado tanto en el registro del lugar de nacimiento de los menores como en el Registro Civil de Villaviciosa, Asturias, lugar de la familia Pintado Martín. En esos momentos se convirtieron en sus padres de forma legal y pudieron adquirir la nacionalidad española.

Tras haberse perfeccionado el proceso de adopción, la familia se hospedó con los menores en un hotel de Bogotá para realizar las últimas gestiones antes de regresar a España, pero este hecho nunca sucedió.

Francisco Manuel Jiménez y Emilia Zaballos, letrados de Javier Pintado.

Una reprimenda al menor por su mal comportamiento fue lo que desencadenó todo

Dos días antes de viajar, el 25 de noviembre de 2010, Javier Pinto reprendió en el ascensor del hotel a su hijo porque éste se había portado mal. La corrección del padre fue registrada por una cámara y, tras una denuncia anónima, miembros del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) y policías les arrebataron a sus hijos sin ninguna garantía legal.

A partir de ese momento, no se les permitió mantener contacto con sus hijos.

La Fiscalía General de la Nación solicitó una orden de búsqueda y captura para ambos progenitores a pesar de que la madre no estuvo en el momento en el que su marido reprendió a su hijo, pues se encontraba con sus otras dos niñas en la cafetería del hotel. 

Finalmente fueron detenidos en la Sede Nacional del ICBF, sin embargo, el Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses determinó que no había ninguna secuela o indicio de lesión en el menor.

El juez de control de Garantías decretó la ilegalidad de la detención, pero el proceso penal quedó abierto y las autoridades colombianas solicitaron ante la Audiencia Nacional la extradición del matrimonio, pero la petición fue desestimada.

María Cruz Martín Martín con sus tres hijos.

Pero en 2011, el Juzgado Nº 6 de Familia de Bogotá decidió volver a poner en adopción a los niños a pesar de que ellos ya tenían unos padres en España, por lo que las autoridades colombianas intentaron hacer valer tal resolución en el país de origen de los progenitores solicitando el exequatur, pero sin éxito.

El exequatur es un procedimiento judicial especial a través del cual los tribunales españoles reconocen y homologan resoluciones judiciales dictadas en el extranjero para que tengan plena vigencia en España.

Colombia decidió volver a poner a los niños en adopción a pesar de que España no quiso 

A través de un auto de enero de 2014, el juzgado de Villaviciosa rechazó la petición de Colombia al considerar que la sentencia que se pretendía ejecutar era contraria al Orden Público español, pues el artículo 180 del Código Civil relata que la adopción es irrevocable. 

También el 179 manifiesta que la extinción de la adopción sólo será acordada por el juez a petición de los padres dos años después de la misma sin que perjudique gravemente al menor. 

Para la familia Pintado-Martín sus hijos fueron borrados del mapa, pero la pesadilla no terminó aquí, pues tuvieron conocimiento de que se había producido una doble adopción internacional sobre sus niños.

Estaban adoptados en Canadá.

A consecuencia de ello, a finales de 2015 decidieron ponerlo en conocimiento de la Consejería de Servicios y Derechos sociales del Principado de Asturias. Consideraron que se estaba vulnerando la Cooperación en materia de Adopción Internacional de 19 de mayo de 1993, exigiendo que se tomasen las medidas necesarias al respecto.

Tres meses después recibieron un informe de la letrada del menor y les dijo que había que ir a los tribunales. 

En el informe afirmó que “si bien no existe una prueba veraz y acreditada, con documentos originales y auténticos, de que los menores hayan sido adoptados en Canadá, si existe constancia de que por resolución judicial Colombiana se ha revocado la adopción de los señores Pintado Martín.”

Sólo quiere visitarles y poder comunicarse con ellos

En esos momentos, decidieron presentar una demanda de derechos fundamentales contra el Principado de Asturias y en junio 2017, el Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Autónoma la desestimó. 

Desesperados ante el desamparo de las Administraciones Públicas, llegaron a acudir a la Audiencia Nacional contra el Ministerio de Asuntos Exteriores y, también, al Tribunal Europeo de Derechos Humanos, pero no encontraron ayuda en ninguno de las dos instancias.

Ahora, en Canadá tienen nombres distintos y ya son más mayores, tienen 22, 17 y 16 años. Javier Pintado es consciente de que un cambio en el régimen de la guardia y custodia de sus hijos podría causarles un grave trastorno. Por lo que su deseo es poder ejercer el derecho a visitas al menos una vez al año y comunicarse con ellos.

Javier Pintado, padre adoptante de los niños.

En palabras Confilegal, Javier Pintado ha explicado que lo que quiere es que se haga Justicia. “No hemos sido acusado de nada, no hemos cometido ningún delito, nos han destrozado la vida tanto a mí como a mi mujer, mis hijos fueron secuestrados y los han separado de su familia”.

Han intentado desde un primer momento conseguir información sobre ellos para saber si estaban bien. «A mis hijos les han asesinado, aunque estén vivos no son las mismas personas que serían de haber estado conmigo».

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