Un juez de Vigilancia Penitenciaria de País Vasco concede a un interno un vis a vis con familiares y su perro
Sin embargo, en el auto, que tiene fecha de 1 de agosto, el juez ha impuesto ciertas medidas para introducir al perro.

Un juez de Vigilancia Penitenciaria de País Vasco concede a un interno un vis a vis con familiares y su perro

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31/8/2023 06:31
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Actualizado: 01/9/2023 09:26
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Hace dos semanas, una jueza de vigilancia penitenciaria concedió a una interna del Centro de Pamplona la posibilidad de tener un juguete sexual por no suponer ningún tipo de peligro al ser de goma, aunque impuso una serie de condiciones como, por ejemplo, que debía usarse sólo en la intimidad y de forma individual.

Y aunque este fue un caso curioso, no ha sido el único. Ahora, el Juzgado de Vigilancia Penitenciaria Nº1 de País Vasco con sede en Bilbao ha concedido a un preso del Centro Penitenciario de Gipuzkoa la posibilidad de tener una comunicación vis a vis con sus familiares y su perro.

Sin embargo, en el auto, que tiene fecha de 1 de agosto, el juez ha impuesto ciertas medidas. 

El can debe ser traído por un familiar al que se le haya concedido una comunicación vis a vis, también, acreditar con certificado que el animal estaba a punto de ser sacrificado. Por otro lado, ha manifestado que “el trayecto desde la entrada del Centro Penitenciario hasta la dependencia de vis a vis debe ser con bozal y atado con correa”.

Y, por último, en caso de que el animal ensucie, “el interno limpiará las dependencias”, ha concluido el auto.

Este no es un caso aislado. Otros internos han solicitado este encuentro, pero no se ha llegado a conceder. Por ejemplo, un preso de la cárcel de Zaragoza-Zuera solicitó el vis a vis con su perro pastor. 

«Los funcionarios de prisiones ya tenemos bastante como para estar pendientes de perros o satisfayer»

Sin embargo, este tipo de decisiones no ha gustado a los funcionarios de prisiones. Rafael Paniza, portavoz de la Asociación Profesional de Funcionarios de Prisiones (APFP) ha explicado a Confilegal que ya tienen bastante con la situación que atraviesan las cárceles como «para estar pendientes de perros y de satisfayer que quieren que entren desde el exterior».

Rafael Paniza, portavoz de la Asociación Profesional de Funcionarios de Prisiones.

«Los Centros Penitenciarios en España no sabemos en qué quieren convertirlos de la mano de la Secretaria General con el beneplácito del Ministerio de Interior y diferentes juzgados, pero el futuro se ve muy negro para los funcionarios de vigilancia».

Paniza ha calificado estos hechos de «vender progresismo a toda costa» porque «se está distorsionando lo que es una prisión» al «olvidar la seguridad desde hace décadas».

Según ha explicado, hay agresiones diarias o casi diarias a funcionarios de prisiones pero no se ocupan de ello ni de mejorar las condiciones. Ha criticado que no se les da protección legal e institucional a la hora de trabajar. «De los funcionarios de prisiones nadie se ocupa, al revés, cada día más perseguidos, más fiscalizados».

«Pura frivolidad»

Por otro lado, ha destacado que estas actuaciones son «pura frivolidad» porque «quieren que los delincuentes tengan los mismos derechos que en libertad pero olvidando la seguridad que debe imperar en un centro penitenciario sin regulación normativa al respecto y sin que se regule la responsabilidad accesoria que puede realizar el animal».

«Los funcionarios de prisiones seguimos con unas funciones reguladas en 1981 y la APFP se quejó al Defensor del Pueblo y ahí quedó el tema, cada nueva resolución judicial implica más funciones de trabajo sin que se regule normativamente ni se retribuya adecuadamente», ha concluido.

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