Un juez anula una deuda de casi un millón de euros a una mujer que avaló un préstamo con la Ley de Segunda Oportunidad
Avaló personalmente un préstamo que solicitó un hijo suyo para llevar a cabo una promoción inmobiliaria de 10 viviendas las cuales no pudieron terminarse debido a la crisis de la construcción iniciada en el año 2007.

Un juez anula una deuda de casi un millón de euros a una mujer que avaló un préstamo con la Ley de Segunda Oportunidad

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30/10/2023 09:39
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Actualizado: 30/10/2023 09:40
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El titular del Juzgado de Primera Instancia Nº 6 mercantil de Lleida, Eduardo M Enrech Larrea, ha perdonado una deuda de 983.857 euros a una mujer de avanzada edad que avaló personalmente un préstamo que solicitó un hijo suyo para llevar a cabo una promoción inmobiliaria de 10 viviendas las cuales no pudieron terminarse debido a la crisis de la construcción iniciada en el año 2007.

Exonera a la clienta de Bergadà Asociados del pasivo insatisfecho al aplicar la Ley de la Segunda Oportunidad.

En cuanto a los hechos, cabe indicar que la mujer, que actualmente tiene 78 años, había dedicado la mayor parte de su vida a la realización de tareas propias del campo y la ganadería como autónoma. De hecho, regentó un negocio familiar junto a su marido, que falleció hace ocho años, hasta abril de 2022, cuando se jubiló.

No obstante, en su momento avaló un préstamo de unos 350.000 euros solicitado por uno de sus hijos el cual tenía como objetivo llevar a cabo una promoción inmobiliaria de 10 viviendas. Los problemas surgieron en el año 2007, cuando se inició la crisis de la construcción, ya que dicha promoción no pudo terminarse y, por lo tanto, tampoco se pudo cumplir con las obligaciones que se habían contraído.

La afectada quiso negociar con el banco

«Quisimos renegociar con el banco, pero no fue posible. Esto hizo que, debido a los intereses y las costas, la deuda fuera cada vez mayor hasta alcanzar los 983.857 euros», lamenta la mujer.

Fue entonces cuando empezó un auténtico calvario para ella. Tras años de angustias, y como el préstamo estaba también avalado por su difunto esposo y por la madre de ésta, se presentaron sendos concursos de herencia yaciente y se liquidó todo el patrimonio, quedándose sin herencia y sin un futuro estable. «Su situación era muy crítica y desesperante», expone la socia fundadora del despacho, Marta Bergadà.

En este sentido, la letrada añade que «todo ello le generó un gran problema en su salud, llegando a tener una situación de estrés constante, pues se le reclamaba la totalidad de la deuda, algo que le era imposible asumir». Muestra de ello es que actualmente está percibiendo la prestación de jubilación y la de viudedad, y entre ambas escasamente recibe 1.000 euros mensualmente.

«Hay que indicar que pese a vender todo el patrimonio para cubrir la deuda, esto fue insuficiente», puntualiza Bergadà. También las llamadas del banco fueron constantes y perturbaron la tranquilidad y la estabilidad mental de esta madre, que como otras, sin pensar mucho en las consecuencias, apoyaron a sus hijos avalando proyectos con todo su patrimonio.

No obstante, incluso, el pasado mes de mayo se le embargó el poco dinero que tenía ahorrado de un rescate de un plan de pensiones, cuya cantidad ascendía a 6.000 euros. Así, tras quedarse sin esos pocos ingresos, la situación de la mujer pasó a ser insostenible. «Ha sido una pesadilla constante», manifiesta la mujer.

Gracias a la Ley de la Segunda Oportunidad

La buena noticia llegó a principios del mes de octubre, cuando el juez del Juzgado de Primera Instancia número 6 (mercantil) de Lleida emitía el correspondiente auto en el cual le perdonaba la elevada deuda de 983.857 euros gracias a la Ley de la Segunda Oportunidad y a la correspondiente exoneración del pasivo insatisfecho.

«Han sido muchos años de sufrir una pesadilla constante y mucho sufrimiento. Por ello, cuando Bergadà nos llamó para decirnos que se perdonaba la deuda nos pusimos a llorar y, a día de hoy, todavía se nos pone la piel de gallina. Perdimos todo lo material que teníamos, pero ahora podré vivir tranquila lo que me quede de vida».

Finalmente, la abogada señala que «hoy en día todavía hay muchas familias que están sufriendo las consecuencias de la crisis inmobiliaria, ya que en su momento avalaron de forma personal préstamos de terceras personas los cuales no se pudieron hacer frente. Tienen que saber que siendo deudores de buena fe la Ley de la Segunda Oportunidad les va a permitir olvidarse de la pesada carga de las deudas, pasar página y encarar el futuro con mayor optimismo».

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