Fernando Savater: «España no tiene por qué ir a reconciliarse con los separatistas que la han amenazado»
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14/2/2024 02:34
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Actualizado: 14/2/2024 08:58
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El filósofo Fernando Savater no defraudó anoche con su intervención ante una nutrida audiencia, en la Fundación Carlos de Amberes, que se dio cita para asistir a la presentación de la obra coral «La amnistía en España: Constitución y Estado de Derecho», publicada por Colex, la cual contiene 78 artículos de 66 autores, mayormente de juristas, pero también de no juristas.
«España no tiene por qué ir a reconciliarse con los separatistas que la han amenazado. No señor. Ellos tienen que venir a reconciliarse con España y con las leyes y con el orden nos hemos concedido democráticamente», afirmó, arrancando un sonoro aplauso.
«Eso de que tengamos que ser los demás los que tengamos que ir a pedirles por favor que nos dejen amnistiarlos me parece un disparate. Y como es un disparate irracional me niego a retorcer mi razón y a aceptar como natural lo que es irracional«, afirmó.
Savater citó una anécdota de cuando él era estudiante en París, en 1969 y estaba asistiendo a una clase de uno de sus profesores, Michael Foucault, un influyente filósofo, historiador y sociólogo.
«En un momento dado, un compañero se levantó y le preguntó: ‘pero Foucault, ¿la revolución es posible o no?’. A lo que Foucaulat respondió: ‘hay una pregunta anterior a esta que me esta haciendo: ‘¿Es deseable?’. Es lo que tenemos que preguntarnos nosotros. Pero ya sabemos la respuesta, ¿verdad?», añadió Savater.
El filósofo fue invitado a este acto, en el que no es autor del libro, después de que fuera despedido como columnista del diario El País, después de 50 años, como consecuencia del libro que acaba de publicar con la editorial Ariel y titulado Carne gobernada.
En sus páginas se queja de forma amarga de la línea adoptada por este periódico. El filósofo acusó a El País de haberse convertido en portavoz del Gobierno de Pedro Sánchez, al que calificó como el peor Ejecutivo de «la historia de la democracia».
La expectación era enorme. Y Savater no defraudó a los presentes. Dijo con toda claridad todo lo que pensaba.
A Savater le precedió y le dio entrada Juan Luis Cebrián, exdirector de El País, coautor del libro, quien elogió a Savater.
Cebrián calificó la amnistía de inconstitucional, afirmó que estamos en una democracia «iliberal» que «utiliza los sistemas democráticos para pervertir y utilizar y poner la democracia al servicio de una minoría gobernante», subrayó.
«Esto es el producto del deterioro que están sufriendo todas las democracias occidentales. Tenemos a Milei en Argentina, vamos a volver a tener a Trump en Estados Unidos, tuvimos a Boris Johnson en Gran Bretaña, tenemos a Andrés Manuel López Obrador en México, a Petro en Colombia y aquí tenemos a Sánchez. Cada uno tiene su demócrata ‘iliberal’ en el Gobierno», señaló.
COHECHO IMPROPIO
Cebrián recordó lo que todo el mundo sabe, que esto es un pago del presidente del Gobierno a la formación separatista catalana de derechas, Junts, a cambio de la investidura. «Y se me ha ocurrido leer lo que es un cohecho impropio en el Código Penal. No hago una cuestión jurídica de esto. Yo no soy jurista. Pero soy gramático. El artículo del Código Penal que recoge el cohecho impropio, dice que cuando una autoridad o funcionario a cambio de recibir favores que le interesa hace favores a un particular o a una empresa, etcétera, pues ha cometido cohecho impropio», dijo, en referencia al pago de la ley de amnistía a cambio de los 7 votos de la formación separatista que le han permitido ser investido como presidente de Gobierno.
«Si no se demuestra que esto responde a un proyecto político, a una alianza política y que es simplemente un pago, yo me pregunto si no hay por ahí algún abogado para actuar. A mí más de un jurista me ha llamado para decirme que habría que fijarse en el artículo 109 de la Constitución respecto a la responsabilidad penal del presidente del Gobierno que es muy explícita en el caso de la traición, ahora con el caso ruso entrando en escena, desde mi punto de vista de iletrado», relató.
Previamente le precedió en el uso de la palabra Manuel Aragón, exvicepresidente del Tribunal Constitucional, quien hizo de moderador, también coautor de la obra, que presentó Ángel Gandoy, director comercial de Iberley y Colex.
Aragón definió el libro como una voz de alarma en esta operación «deconstituyente» que se está llevando a cabo.
«La insistente pretensión del Gobierno y de sus apoyos parlamentarios de desjudicializar la política lo que persigue en realidad es que la política no esté sometida al derecho que es, en definitiva, la pulsión atávica de cualquier despotismo. Propugnar que el poder está al margen y por encima de las normas jurídicas. Hasta el extremo de dejar impunes a los políticos que cometan cualquier clase de delito», explicó.
«A mi juicio, y es opinión compartida por los tres que hemos coordinado el libro [Enrique Gimbernat, Agustín Ruiz Robledo y él mismo], la ley de amnistía que se está tramitando en Las Cortes es plenamente rechazable, jurídica y políticamente. Nuestra Constitución no permite amnistías», añadió.
Un punto en el que profundizó el catedrático de derecho penal, Enrique Gimbernat, que definió la ley como de «bodrio».
«La Constitución española no permite al amnistía. El artículo 62.1 de la Carta Magna reconoce el derecho de gracia con arreglo a la ley, pero prohíbe los indultos generales. La amnistía va mas allá del indulto. Y si no se puede lo menos no se puede lo más», contó.
Teresa Freixes, catedrática de derecho Constitucional en la Universidad Autónoma de Barcelona, hizo hincapié en la Comisión de Venecia, órgano consultivo del Consejo de Europa y su reciente visita a España.
Freixes hizo hincapié en los criterios de verificación que aplica esta Comisión para comprobar si se ha vulnerado el estado de derecho aplicados a España. «Ha habido exceso de legislación de urgencia no justificada. Ha habido un intento continuado de utilizar, desde el poder ejecutivo, la proposición de ley, que es una técnica propia del poder legislativo para obviar los informes preceptivos por parte de los órganos técnicos».
«En el caso del proyecto de ley de amnistía se dijo que se hacía de esta forma porque el gobierno estaba en funciones. Pero es que se elaboró desde el propio Gobierno, y salió el ministro [Bolaños] explicándolo en Bruselas y en el Congreso como cosa propia. Con lo cual no era una proposición de ley del grupo parlamentario porque lo hizo el Gobierno. Esto fue una de las cosas que más preguntaron los miembros de la Comisión de Venecia en las reuniones que celebraron», expuso.
Freixes recordó que la ley de amnistía no se les aplica a los beneficiados por sus ideas o por su condición personal. Se les ha aplicado porque cometieron delitos. Asimismo señaló algo muy importante: la ley de amnistía no tiene en cuenta las víctimas.
Elisa de la Nuez, por su parte, calificó el proyecto de ley de extravagante y de palmaria inconstitucionalidad, llevado a cabo sin luz ni taquígrafos y a espaldas de los ciudadanos españoles.
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