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Opinión | La potencialidad de la querella para iniciar un proceso judicial
Jesús Garzón, socio de la firma Garzón Abogados (www.garzonabogados.com), explica en su columna para qué sirve y qué poder tiene una querella criminal cuando se presenta. Foto: Confilegal.
02/3/2024 06:30
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Actualizado: 02/3/2024 01:09
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En el ámbito del derecho penal, el proceso de presentación de una querella criminal, también conocido como «querella» a secas, es un aspecto importante y fundamental de la búsqueda de justicia por presuntos actos delictivos.
La querella sirve como declaración formal presentada ante la autoridad competente, normalmente un juez o un tribunal, que contiene información detallada sobre los presuntos actos delictivos.
Es un documento legal que puede iniciar y redactar cualquier persona, organización o entidad que crea que ha sido víctima o que tiene una reclamación contra el presunto delincuente.
La querella pone en marcha los procedimientos legales en respuesta a los delitos penales y es un instrumento fundamental en la defensa de los principios del debido proceso y del estado de derecho.
REVISIÓN DEL PROCESO EN FEBRERO DE 2020
A partir del 9 de febrero de 2020, se promulgó una importante revisión del proceso de denuncia, que incluye la presentación de denuncias penales o querellas, y que sigue vigente en la actualidad. Esta revisión puede tener implicaciones para el proceso de querellas y sus resultados.
Es esencial comprender el marco jurídico y las normas precisas que rigen la querella, en particular en el contexto de las diferencias en el tratamiento y la resolución de denuncias penales .
El proceso de querella en el ordenamiento jurídico español está meticulosamente delineado en los artículos 270 a 281 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal, que establecen los requisitos procesales específicos y las funciones de las partes implicadas con una claridad meridiana.
Estas disposiciones legales son instrumentales en la configuración de la trayectoria y resolución de las querellas y proporcionan la base necesaria para comprender los dispares resultados de los casos analizados de querellas criminales.
«A diferencia de la denuncia, que puede presentarse sin la intervención de un abogado y suele emplearse en respuesta a delitos menores, la querella requiere la representación de un abogado, lo que subraya su elevada formalidad»
Dentro del proceso de querella, tres partes principales desempeñan un papel integral en su inicio, adjudicación y resolución: el querellante, o demandante, que inicia el procedimiento penal presentando la querella; el querellado, o acusado, que es el objeto de la querella criminal; y el Juzgado de Instrucción, el juez instructor o la autoridad judicial responsable de llevar a cabo la investigación preliminar y determinar la admisibilidad de la querella.
Las distintas acciones, respuestas y conducta procesal de estas partes clave pueden influir significativamente en el resultado final de la querella y dar forma a la impartición de justicia en respuesta a los presuntos actos delictivos.
Al examinar la conducta y las decisiones de estos actores fundamentales dentro del proceso de querella, es posible obtener información valiosa sobre las razones que subyacen a los resultados divergentes de las denuncias penales analizadas.
ES LA VÍA PRINCIPAL PARA ABORDAR Y RESOLVER UNA GAMA DE TRANSGRESIONES PENALES
La querella, como instrumento formal para incoar un proceso penal, encarna la invocación de la acción penal, asumiendo el querellante el papel de acusador en el proceso judicial.
Representa un medio fundamental para hacer valer los propios derechos, buscar reparación por presuntas infracciones y obligar a la adjudicación y posible enjuiciamiento de delitos penales.
La presentación y posterior tramitación de una querella significan una coyuntura crítica en el sistema de justicia penal, en la que se ponen en marcha los derechos y obligaciones tanto del acusador como del acusado, culminando en una resolución judicial relativa a los presuntos actos delictivos.
Como tal, la querella es la vía principal a través de la cual el sistema judicial aborda y resuelve una amplia gama de transgresiones penales, lo que subraya su importancia primordial en el ámbito del derecho penal y los procedimientos judiciales.
Una de las distinciones clave entre una denuncia, o una simple querella, y una querella radica en el requisito de representación legal.
A diferencia de la denuncia, que puede presentarse sin la intervención de un abogado y suele emplearse en respuesta a delitos menores, la querella requiere la representación de un abogado, lo que subraya su elevada formalidad y su utilización predominante en el contexto de infracciones penales más serias y graves.
Esta distinción en los requisitos procesales para iniciar una querella frente a una denuncia sirve para subrayar la mayor gravedad e importancia jurídica que se atribuye a la primera, lo que significa su papel como principal mecanismo para iniciar un procedimiento penal, especialmente en respuesta a delitos de naturaleza más grave.
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