El ministro de Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes, Félix Bolaños, se reunirá con los 10 miembros de la Sala de Gobierno del Tribunal Supremo, la primera vez en su mandato. Foto: Confilegal.
Bolaños se reúne hoy con la Sala de Gobierno del Tribunal Supremo
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08/4/2024 00:45
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Actualizado: 08/4/2024 10:46
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Hay una cosa que no se le puede negar al triministro Félix Bolaños: trata de hablar con todos pero además escucha y encaja. Y le dicen cosas duras que, la mayor parte de las veces, no trascienden. Porque muchas de ellas se exponen en modo Francisco de Quevedo, ya se sabe, «
Eso es, precisamente, lo que va a hacer hoy cuando se reúna con la Sala de Gobierno del Tribunal Supremo, un órgano diezmado a consecuencia de la reforma de la Ley Orgánica del Poder Judicial de marzo de 2022 que impide a un Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) en funciones como este hacer ningún nombramiento.
El 30 % de sus plazas han quedado vacantes por jubilación de sus titulares o por excedencias. Y eso se está dejando sentir en la producción del Alto Tribunal. Y de un modo especial en la Sala de lo Contencioso-Administrativo y en la Sala de lo Social.
Según datos del CGPJ, en el Supremo hay ya 25 vacantes.
La Sala de lo Civil acumula 3; la de lo Penal, 1; y la de lo Contencioso-Administrativo, 11. En la Sala de lo Social tienen 7 bajas; y la de lo Militar, 3.
Las vacantes del Supremo junto al resto de órganos judiciales –vacantes a cubrir por nombramientos discrecionales por el CGPJ– suman ya las 94.
La mayoría se acumulan en los Tribunales Superiores de Justicia, que cuentan con 38 bajas; mientras que las Presidencias de las Audiencias Provinciales aúnan 30 ausencias.
En el caso de la Audiencia Nacional, de momento, consta una sola, la de la Presidencia de la Sala de lo Penal.
Poco va a poder explicarles el ministro Bolaños que no sepan los magistrados sobre la renovación del CGPJ, que sigue ahí embarrada desde hace 5 años y 4 meses, con las elecciones a los parlamentos autonómicos de País Vasco y Cataluña y después con las elecciones al Europarlamento.
O sobre la aprobación de la ley de amnistía, ahora en el Senado, ante la que, con toda probabilidad, la Sala de lo Penal va a elevar una cuestión prejudicial ante el Tribunal de Justicia de la Unión Europea.
LA SALA DE GOBIERNO DEL SUPREMO ESTÁ FORMADA POR 10 PERSONAS
Bolaños se reunirá con el presidente en funciones del Tribunal Supremo, y presidente de la Sala de lo Civil, Francisco Marín Castán, y sus homónimos de la Sala de lo Penal, Manuel Marchena, de lo Contencioso-Administrativo, Pablo Lucas Murillo de la Cueva, de lo Social, Antonio V. Sempere, y de la Sala de lo Militar, Jacobo Bajara de Quiroga López, todos ellos miembros natos de la Sala de Gobierno.
Y con los miembros electos, Ignacio Sancho Gargallo, Antonio del Moral García, Susana Polo García y Dimitry Berberoff Ayuda –sin olvidar al secretario de dicho órgano, Tomás Ruano Maroto–.
Los magistrados no esperan mucho.
A Bolaños estos encuentros no le amilanan. Al contrario, se crece. Y para después, a la salida, habrá previsto un «canutazo», que es como se llama a las declaraciones al término de los encuentros para hacer una valoración siempre positiva de la reunión, aunque de ella no saldrá nada. Porque es improbable que tal como están las cosas vea la luz algo.
Está será la primera reunión del ministro de Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes con la Sala de Gobierno del Supremo desde que tomara posesión de la cartera del ramo, el 21 de diciembre pasado.
No obstante, cabe recordar que el 21 de diciembre el ministro ya se sentó a la mesa con el presidente interino del Supremo, el magistrado Francisco Marín Castán, quien le exigió que defendiese a los jueces de los ataques que estaban recibiendo por parte de diferentes representantes políticos.
Aquel encuentro tuvo lugar en plena escalada de tensión por los señalamientos de los partidos independentistas a jueces y magistrados. Estaba previsto que en un principio Bolaños acudiera al Supremo el 13 de diciembre, pero Marín Castán suspendió la cita en el último momento por «motivos sobrevenidos».
Tras dicho anuncio, fuentes del alto tribunal explicaron que en realidad la razón fue el profundo malestar entre los magistrados por las declaraciones realizadas el día anterior en el Congreso por la portavoz de Junts, Miriam Nogueras, que pidió cesar y juzgar a los magistrados encargados de causas relacionadas con el ‘procés’ y llamó directamente «indecentes» al presidente de la Sala de lo Penal del TS, Manuel Marchena, y a sus compañeros Pablo Llarena, Carlos Lesmes y Carmen Lamela.
Poco después de cancelar la reunión con Bolaños, Marín Castán emitió un comunicado en el que rechazó el «ataque personal» de Nogueras a varios magistrados del Supremo, advirtiendo de que «no se corresponde con los requisitos mínimos de la separación de poderes en un Estado de Derecho».
En ese contexto, al ser preguntado por la prensa sobre la suspensión de la reunión, Bolaños insistió en que iba a «defender a los jueces y magistrados siempre que hagan su trabajo con independencia».
Ese mismo 13 de diciembre, el ministro y el presidente interino del Supremo mantuvieron una conversación telefónica en la que, según fuentes ministeriales, acordaron verse el día 19 de ese mes.
Sin embargo, tuvieron que postergarlo por problemas de agenda del ministro, fijando finalmente la cita para el 21.
Unos y otros saben cómo están las cosas. Nada claras. Pero hay que cumplir y es lo que todos van a hacer.
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