Han admitido, en vía administrativa, que se diagnosticó mal la dolencia del joven que perdió un testículo.
El SAS admite una negligencia médica a un menor: le indemnizará con 54.800 euros por la pérdida del testículo
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Nuevo varapalo a la Sanidad Andaluza (SAS) por una negligencia médica. Han admitido, en vía administrativa, diagnosticar mal y tarde una dolencia a un joven que, en el momento de los hechos, tenía 14 años. Tendrán que indemnizarle con 54.870 euros tras haber perdido el testículo izquierdo.
Hay que recordar que, según los datos de la memoria de El Defensor del Paciente correspondientes al año 2023, Andalucía es la segunda Comunidad Autónoma, después de Madrid, en la que más negligencias médicas ocurren. Dicho año hubo 2.289 casos -102 fallecidos- y 192.561 personas en listas de espera.
En este caso, la familia decidió presentar una reclamación de responsabilidad patrimonial contra el SAS de la mano de abogado Francisco Javier Oñate Barbero. El objetivo era recibir una indemnización por los daños y perjuicios ocasionados como consecuencia del mal funcionamiento de la administración sanitaria.
Según se explica en la reclamación, todo comenzó cuando el 2 de diciembre de 2019 el adolescente acudió junto con sus padres al servicio de urgencias del centro de salud al tener un intenso dolor abdominal. Le dijeron que tenía que estar en reposo y con dieta líquida durante 24 horas. Pero a las pocas horas volvieron porque los dolores no cesaban.
Tras realizarle una serie de pruebas y analíticas, los médicos llegaron a la conclusión de que era estreñimiento, por lo que le pautaron un enema y paracetamol. Pero el dolor no paraba y regresaron a urgencias al día siguiente. El testículo izquierdo lo tenía inflamado a niveles «muy preocupantes». En esos instantes le diagnosticaron orquiepidimitis.
Una torsión de testículo
Pero como seguía sin mejorar, sus padres le llevaron al Hospital Virgen de Valme de Sevilla. Allí descubrieron por medio de una ecografía que lo que realmente tenía era una torsión testicular, esto es, una torsión del cordón espermático que compromete el flujo sanguíneo y linfático. El cuadro de dolor es muy brusco, intenso y puede traspasarse a la ingle y a la zona abdominal.
Se produce de forma frecuente en pacientes entre los 13 y los 16 años. También, durante el primer año de vida. Finalmente se lo tuvieron que extirpar.
La familia reclamó al considerar que se había incurrido en un error de diagnóstico por no haberle realizado las pruebas necesarias que hubiesen permitido una buena valoración dados los síntomas que presentaba.
Pues bien, hay que recordar que, en materia de responsabilidad sanitaria, en el caso de que los síntomas que presenten los pacientes sean indicadores de la necesidad de realizar pruebas diagnósticas y no se hagan, se produce una infracción de la lex artis cuando se acredita que esa omisión es la causa de las secuelas.
Sí hubo retraso en el diagnóstico
El SAS consideró que la asistencia del menor el día 3 de diciembre no fue buena. Pues se le detectó orquiepidemitis aguda y se le pautó antinflamatorio y antibiótico. Y aunque el diagnóstico entre eso y la torsión de testículo no es fácil, «en esta asistencia el paciente debió ser remitido a un centro hospitalario ante la posibilidad de que se tratase de una torsión testicular para realizar una Ecodoppler».
En conclusión consideraron que sí había existido un retraso en el diagnóstico y que ello llevó a la pérdida del testículo del paciente».
Según ha comentado el letrado a Confilegal, esta situación le ha causado un gran complejo al joven teniendo en cuenta, sobre todo, la edad que tiene actualmente, 18. Decidió llevar a cabo la reclamación tras la primera consulta con el perito médico especialista tras decirle que había posibilidades de que se declarase negligencia médica.
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