Vicente Magro recibe el I Premio Vicente Gimeno Sendra por un trabajo sobre la prueba ilícita en el proceso penal
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20/11/2024 05:37
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Actualizado: 20/11/2024 10:10
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El magistrado de la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo, Vicente Magro Servet, recibió ayer, en un solemne acto en el marco de la sede de la Academia de Jurisprudencia y Legislación, en Madrid, el primer Premio Vicente Gimeno Sendra, de la Fundación Mediterráneo, por su trabajo doctrinal, titulado «El momento de resolución del alegato de la prueba ilícita en el proceso penal».
Este galardón, que busca reconocer la excelencia en investigaciones jurídicas inéditas y originales sobre derechos fundamentales, es un homenaje al desaparecido jurista, abogado, catedrático de derecho procesal y magistrado emérito del Tribunal Constitucional, que falleció inesperadamente el 22 de noviembre de 2020 en Campello (Alicante), a los 71 años de edad.
El acto fue inaugurado por Luis Boyer, presidente de la Fundación Mediterráneo, acompañado por Pascual Sala, presidente del jurado y expresidente del Tribunal Constitucional, Luis María Cazorla, académico de número y miembro del jurado, y Rafael Simón, secretario del jurado y de la Fundación Mediterráneo, quien leyó el acta del jurado en la que destacó la calidad y el rigor de las investigaciones presentadas.
EN QUÉ CONSISTE LA TESIS DEL TRABAJO DE MAGRO
La tesis de Magro propone que la cuestión de la prueba ilícita sea resuelta de forma anticipada, antes del juicio oral, y no en el momento de dictar sentencia. Según el magistrado, “la prueba ilícita se debe resolver de forma anticipada al inicio del juicio oral”.
Este enfoque, defendido también por el desaparecido jurista, catedrático de derecho procesal de la UNED y magistrado emérito del Tribunal Constitucional, Vicente Gimeno Sendra, busca evitar lo que Manuel Marchena, presidente de la Sala Segunda del Tribunal Supremo, calificó como “la contaminación psicológica del tribunal”. Una idea que también comparte otro de sus compañeros de Sala, Antonio del Moral.
Magro recordó el intenso debate doctrinal sobre este tema, que enfrentó las posiciones de Gimeno Sendra y otros juristas como José María Asensio Mellado. “Hubo un cruce de artículos doctrinales muy interesantes en La Ley sobre si debía resolverse la prueba ilícita por el órgano de procesamiento o por el juez de instrucción”, destacó.
La posición de Magro, alineada con la de Gimeno Sendra, aboga por que la decisión se tome antes del juicio oral para garantizar un proceso más limpio y justo.
EL PROYECTO DE LEY DE EFICIENCIA DEL SERVICIO PÚBLICO JUSTICIA AVALA SU TESIS
Durante su intervención, el magistrado del Tribunal Supremo subrayó un acontecimiento muy relevante sucedido apenas una semana: «La providencia divina quiso que el Parlamento aprobara el jueves pasado exactamente el Proyecto de Ley Orgánica de medidas en materia de eficiencia del Servicio Público de Justicia que modificará el artículo 785 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal, estableciendo una audiencia previa obligatoria en todos los juicios orales».
«Introduce justo lo que yo planteo en el trabajo por el que hoy he sido premiado. La novedad procesal de la audiencia previa para resolver el alegato de los derechos fundamentales será la norma próximamente tanto en el procedimiento abreviado como en el sumario. Además, en esta instancia también será posible abordar cuestiones como la posible conformidad entre las partes», añadió.
«Este avance supone un hito en el ámbito procesal penal español y pone en práctica estándares internacionales de justicia», subrayó.
Magro confesó que este es uno de los premios que más ilusión le han hecho en toda su trayectoria profesional. «Es el primer premio Vicente Gimeno Sendra. Vicente fue profesor mío durante la Facultad. Fue mi director de tesis. Fue mi maestro y mi amigo; mi padre jurídico y una figura de referencia en el derecho español. Su pensamiento sigue influyendo hoy sobre la evolución del derecho penal español«.
Durante el acto, Magro entregó a Cristina Beviá, viuda de Vicente Gimeno Sendra un recuerdo muy personal: una copia de una cartulina en la que su marido había plasmado, hace años, anotaciones sobre una reforma de la Ley de Enjuiciamiento Criminal en la que participó.
El jurado estuvo compuesto por Pascual Sala, Luis María Cazorla, Rafael Simón, Victoria Ortega, expresidenta del Consejo General de la Abogacía, Yolanda Gómez, catedrática de la UNED, Juan Carlos López Coig, fiscal del Tribunal Supremo y José María Asencio, catedrático de la Universidad de Alicante (UA).
Este jurado otorgó una Mención Especial a Antonio Serrano por su trabajo sobre el impacto de la inteligencia artificial en el ámbito sanitario.
LOS ASISTENTES
A la ceremonia de entrega del premio, que está dotado con 9.000 euros y que consistente en una placa y un diploma, asistieron Gema Espinosa y Esther Rojo, vocales del Consejo General del Poder Judicial, el presidente de la Sala de lo Penal, Manuel Marchena, y los magistrados de esa misma Sala, Andrés Martínez Arrieta, Antonio del Moral, Julián Sánchez Melgar, Luis Ángel Hurtado, Carmen Lamela, Andrés Palomo, Javier Hernández y Susana Polo.
También el magistrado de la Audiencia Provincial de Madrid, Pascual Fabiá y Jesús González, catedrático de derecho procesal de la Universidad Complutense y actualmente presidente del Consejo de Transparencia y Protección de Datos de la Comunidad Autónoma de Madrid.
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