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Opinión | De Sonia Gumpert a Belén Landáburu y María Telo: liderazgo e igualdad en el sector legal
24/11/2024 05:35
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Actualizado: 23/11/2024 23:59
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En 2012, tras más 400 años de historia y 35 decanos liderando el Colegio de Madrid, la abogada Sonia Gumpert se convertía en la primera mujer en llegar a lo más alto de la abogacía institucional madrileña.
Cuarenta años antes, en 1972, Belén Landáburu promovía la ley que rebajaba la mayoría de edad legal de las mujeres de los 25 a los 21 años, equiparándola a la de los varones, y junto con María Telo, desde el año 72 hasta el año 75, elaboraban meticulosamente la reforma legislativa que eliminó del Código Civil todos aquellos artículos que incluían la aberrante “licencia marital” que debía otorgar el marido a la mujer para cualquier actuación de su vida ordinaria.
Esta reforma se plasmó en la Ley 14/1975, de 2 de mayo, sobre reforma de determinados artículos del Código Civil y del Código de Comercio sobre la situación jurídica de la mujer casada y los derechos y deberes de los cónyuges.
Además de su pertenencia al Colegio de la Abogacía de Madrid, Gumpert, Landáburu y Telo tienen en común el haberse convertido en referentes para las distintas generaciones de juristas que, desde los despachos, las empresas o las instituciones dedicamos nuestra carrera profesional al ejercicio del derecho.
Como juristas y como mujeres, su trayectoria es un ejemplo del compromiso con la igualdad entendida de manera global, sin sesgos de ningún tipo, así como de los más que acreditados efectos positivos que el liderazgo femenino genera allá por donde pasa.
Tanto si se trata de romper un milenario “techo de cristal” o de despegarse de un “suelo pegajoso” al que se encuentran adheridas las mujeres tras siglos de elaboración normativa monocromática, la visibilidad de las mujeres juristas ha sido inversamente proporcional al de su impacto social.
Por todo ello, cuando desde la Junta de Gobierno del ICAM nos propusimos poner en valor nuestro compromiso con la igualdad y el talento femenino de profesionales y entidades vinculadas al sector legal, tuvimos claro en quiénes debíamos inspirarnos.
Así, en el marco de la nueva estrategia de Igualdad del Colegio, dedicamos una de sus ocho líneas de actuación a la creación de unos premios que contribuyeran a encontrar nuevos referentes capaces de acelerar el movimiento de la igualdad legal a la real.
Nacían así el premio Liderazgo “Decana Sonia Gumpert”, que reconoce a las personas relacionadas con el ejercicio de la abogacía, en el ámbito de la Comunidad de Madrid, que más estén favoreciendo e impulsando el liderazgo y el talento femenino; y el premio Igualdad “Belén Landáburu y María Telo”, que pone en valor a quienes por su trayectoria personal, profesional o empresarial en el sector legal estén firmemente comprometidas con la igualdad.
En su primera edición, celebrada en 2023, los galardones reconocieron el compromiso y la trayectoria de Magdalena Suárez Ojeda, directora de la Unidad de Igualdad de la Universidad Complutense de Madrid, y de Paloma Durán y Lalaguna, catedrática de Filosofía del Derecho y referente en derechos humanos.
Juristas que, como Belén, María o Sonia son un ejemplo por su compromiso, por su talento y por su manera de ejercer e incentivar el liderazgo femenino en sus respectivos ámbitos de actuación.
Algo que, como bien demostraron nuestras antecesoras, no solo sirve para hacer más inclusivo, diverso y eficiente el mundo jurídico. También contribuye, desde el ejercicio comprometido del derecho, a lograr una sociedad más justa y paritaria en su conjunto.
Como dijo María Telo en una carta dirigida en 1977 al entonces presidente del Gobierno, Adolfo Suárez, nuestro propósito no es otro que alcanzar “una igualdad, no solo práctica, sino real, entre los hombres y las mujeres”.
Y en ese camino, su reflejo debe servir para orientar los pasos de las nuevas generaciones de juristas. A ellas van dirigidas estos premios, cuya segunda edición estará abierta hasta el próximo 20 de diciembre a la presentación de candidaturas de personas físicas o jurídicas.
¡Bienvenidas sean!
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