Rafael Catalá, presidente del Centro Español de Mediación: «Esta ley es el mejor regalo de Reyes»
Catalá en una imagen reciente tomada el 17 de diciembre pasado en la Cámara de Comercio de España, en Madrid, donde reivindicó la mediación obligatoria que ahora ha visto la luz a través de la Ley Orgánica 1/2025. Foto: Confilegal.

Rafael Catalá, presidente del Centro Español de Mediación: «Esta ley es el mejor regalo de Reyes»

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04/1/2025 00:30
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Actualizado: 05/1/2025 00:41
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«Llevamos años con este enfoque de convertir en obligatoria la mediación previa a la interposición de la demanda en civil o mercantil. La publicación en el BOE de la Ley Orgánica 1/2025, de medidas en materia de eficiencia del Servicio Público de Justicia, que contiene nuestra reivindicación es una magnífica noticia. Es más, esta ley es el mejor regalo de Reyes que podíamos esperar», declaró ayer a Confilegal Rafael Catalá, presidente del Centro Español de Mediación (CEM) y exministro de Justicia.

Catalá recuerda que, hasta ahora, «han habido tres leyes independientes, un decreto ley que anticipó parte de los contenidos… Finalmente la ley se ha aprobado. Va a convertir en habitual en España lo que en otras culturas jurídicas ya lo es. Y es el hecho de que antes de acudir a los tribunales hay que intentar un acuerdo, en un proceso de negociación extrajudicial de conflictos».

La mediación ofrece múltiples ventajas: permite resolver conflictos con mayor rapidez y a un coste significativamente menor, beneficiando tanto a empresas como a particulares. Además, fomenta una dinámica de colaboración entre las partes, algo que no siempre es posible en el marco del litigio tradicional.

TRES MILLONES DE ASUNTOS CIVILES INGRESADOS EN LA JURISDICCIÓN EN 2023

Según datos compartidos por el presidente del CEM, anualmente se registran casi 3 millones de asuntos civiles y mercantiles en los tribunales españoles. Con esta nueva normativa, en todos estos casos va a ser obligatorio pasar por una sesión de mediación previa antes de interponer la demanda.

Catalá reconoce que, aunque «el cambio cultural hacia la mediación no será inmediato, la obligatoriedad de este paso previo en conflictos civiles y económicos puede sentar las bases para una transformación gradual en la manera de resolver disputas en España. Este nuevo paradigma obliga a los abogados a repensar su papel, no como litigantes exclusivos, sino como facilitadores de acuerdos que beneficien a todas las partes«.

Y añade: «Yo me daría por satisfecho si en los próximos tres años se dirimieran el 10 % de estos casos a través de la mediación. Vamos a entrar en un proceso de adaptación que llevará su tiempo pero que terminará por calar y por hacerlo nuestro. Ahora se presenta el desafío de hacer una mínima sesión para cada uno de esos 3 millones de asuntos».

Uno de los aspectos más innovadores de la ley es la incorporación de figuras como el «tercero neutral», un mediador independiente que actúa como árbitro informal para facilitar acuerdos entre las partes. Este modelo, inspirado en experiencias de Estados Unidos, Reino Unido y Francia busca garantizar soluciones rápidas y efectivas sin necesidad de un proceso judicial completo.

«Si la mediación obligatoria era excepcional en nuestro país imagínese el llamado ‘tercero neutral’, un experto independiente, elegido por ambas partes, que estudia los pros y los contras de cada una y que expone una solución que estas tienen que aceptar, o no, porque es mediación», afirma.

LA PERCEPCIÓN DE LOS ABOGADOS DEBE EVOLUCIONAR

Históricamente, la mediación no ha sido percibida como un entorno propio por muchos abogados, quienes tradicionalmente han centrado su práctica en la jurisdicción del litigio. Según Catalá, esta percepción debe evolucionar: “La mediación no es una competencia que vaya a reducir los ingresos de los despachos, sino una alternativa que genera nuevas oportunidades profesionales”.

Además, la mediación «ofrece ventajas claras para las partes implicadas, como la reducción de costes y tiempos en comparación con los procedimientos judiciales tradicionales. Este enfoque, a su juicio, beneficia tanto a los ciudadanos como a los profesionales, ya que optimiza recursos y facilita soluciones rápidas».

Por otra parte, Catalá recuerda que la implementación de la mediación obligatoria no solo beneficia a los abogados. «También abre la puerta a otros profesionales, como economistas y psicólogos, quienes pueden aportar valor en contextos específicos. Este enfoque interdisciplinario no solo diversifica el panorama profesional, sino que también enriquece la calidad de las soluciones ofrecidas», argumenta.

“La mediación tiene la capacidad de crear un espacio profesional autónomo, con honorarios propios y con un modelo de resolución de conflictos rápido y eficiente. Los abogados deben verlo como una opción positiva y no como una competencia desleal”, destaca Catalá.

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