Las denuncias falsas sobre acoso laboral pueden acabar invisibilizando a las verdaderas víctimas, que pueden optar por no denunciarlo. Foto: Confilegal
Las denuncias falsas en el acoso laboral: una tendencia que hace aún más daño a las verdaderas víctimas
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20/2/2025 05:35
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Actualizado: 19/2/2025 19:56
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El acoso laboral (mobbing) se ha convertido en los últimos años en una lacra social de gran relevancia dentro de las empresas. Sin embargo, también existen denuncias falsas en este ámbito profesional. Algo que provoca que las verdaderas víctimas de esta situación se vean aún más desprotegidas.
Más de una de cada cinco personas empleadas ha sufrido violencia y acoso. Así lo mostraba el informe realizado por la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en 2024.
Un problema que se produce, no sólo en el lugar de trabajo en sí mismo, sino también en desplazamientos, viajes de trabajo, eventos, comunicaciones digitales y el teletrabajo, tal y como explicaba el documento.
Realidad que, sin embargo, se une también a una práctica «minoritaria», pero de gran importancia dentro de las empresas. Las denuncias falsas de acoso laboral. Ello, con intencionalidad, o bien por desconocimiento ante lo que realmente implica este «mobbing».
«Aunque resultan minoritarias, este tipo de denuncias generan un impacto muy significativo. No solo en las partes implicadas (acusado y organización), sino también en el sistema de justicia y en la percepción global que la sociedad tiene de este fenómeno», explica Miguel Pérez Urzay, director de SafeWork, despacho psicolegal especializado en prestar asistencia psicológica y pericial a víctimas de acoso laboral.
Invisibilizar a las víctimas de acoso laboral
Así pues, no siempre es sencillo saber la diferencia entre un acoso y un conflicto laboral. Una realidad de las muchas que se encuentran detrás de este tipo de denuncias falsas. Y que, tal y como explica el experto, «alimentan la desconfianza, complica el acceso a la justicia y desincentiva a muchas personas a denunciar casos legítimos».
Igual que sucede en los casos de denuncias falsas de acoso sexual, las denuncias falsas hacen que haya aún más desconfianza hacia las víctimas. Y, por tanto, más dificultades para que la víctima se decida a contar su situación de acoso laboral.
Del mismo modo, estas denuncias infundadas dificulten la llegada de los casos reales a la Justicia. Y es que las empresas, tribunales y abogados «actúan con más cautela» ante estas situaciones. Situación que, poco a poco, tal y como destaca el experto, acaba «invisibilizando» a las verdaderas víctimas.
«Es importante mantener un equilibrio y que estas denuncias no opaquen ni desvíen la atención de los casos legítimos, generando desprotección a las víctimas reales», asegura.
Acoso o conflicto
«La diferencia fundamental es que el acoso es algo sistemático. Es una conducta reiterada, y que tiene una intención, generar algún tipo de daño al trabajador«, explica Miguel Pérez Urzay.
Un punto muy distinto al del conflicto laboral, que «no es algo reiterado. Puede ser algo puntual, o se pueden dar varios conflictos espaciados en el tiempo, y surge por diferencias de criterios, etc. Pero no hay una intencionalidad de hostigar ni hacer daño a la víctima. Ello, aunque pueda provocar cierta tensión emocional»,
Dos conceptos distintos que, sin embargo, pueden llegar a estar relacionados. «Es importante poner encima de la mesa que a veces el acoso laboral comienza con un conflicto. Especialmente, cuando no se solucionan bien, no se han gestionado correctamente», destaca el experto.
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