Ignacio Sancho Gargallo (el tercero por la izquierda) con esta ceremonia ritual ha pasado a asumir la Presidencia de la Sala de lo Civil del Tribunal Supremo.
Ignacio Sancho Gargallo y Concepción Ureste tomaron posesión como presidentes de Sala en el Supremo
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24/3/2025 18:45
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Actualizado: 24/3/2025 18:45
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Los magistrados Ignacio Sancho Gargallo y Concepción Ureste han asumido hoy sus cargos como presidentes de las Salas de lo Civil y de lo Social del Tribunal Supremo, respectivamente, en un acto celebrado en la sede del alto tribunal que ha comenzado a las 13.30 y que ha durado apenas 10 minutos.
La ceremonia ha estado presidida por Isabel Perelló, presidenta del Tribunal Supremo y del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ).
Al acto han asistido el ministro de la Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes, Félix Bolaños, vocales del CGPJ, así como magistrados del Supremo y del Tribunal Constitucional.
Sancho, de perfil conservador, fue designado por el CGPJ el pasado 26 de febrero por unanimidad. No tuvo rivales en el proceso de selección.
Por su parte, Ureste, con una trayectoria identificada con el sector progresista, se impuso a su rival, el magistrado Juan Molins.
La ceremonia ha durado apenas diez minutos y ha adolecido de la consabida jura o promesa del cargo ya que no era necesario. Pero sí ha seguido las reglas generales de las tomas de posesión que se celebran en el Salón de Plenos del Supremo.
Primero, la intervención de Perelló, máxima autoridad, pidiendo al secretario de Gobierno, Ángel Tomás Ruana Maroto, que leyera la orden publicada en el BOE por el que se nombraba a Sancho Gargallo y a Ureste presidentes de cada una de las salas.
Luego la presidenta se dirigió a Francisco Marín Castán, magistrado emérito y presidente de la Sala de los Civil hasta el pasado mes de noviembre, para que saliera de la Sala y fuera a buscar a su apadrinado, su sucesor, Sancho Gargallo, que esperaba fuera, como es preceptivo.
Después ambos regresaron al interior, el padrino cogiendo del brazo al apadrinado, hasta posicionarse frente a la mesa de presidencia, donde estaban los miembros de la Sala de Gobierno, formada por la presidenta, el vicepresidente Dimitry Berberoff, los tres miembros natos –los presidentes de la Sala de lo Militar, Jacobo Barja de Quiroga, y de las salas de lo Penal, Andrés Martínez Arrieta (en funciones) y de lo Contencioso-Administrativo, Pablo Lucas Murillo de la Cueva (también en funciones)–.
Y los cinco miembros electos: Antonio del Moral, Susana Polo, Antonio Sempere, Sebastián Moralo y Esperanza Córdoba Castroverde.
Sustituyendo al fiscal general del Estado, la teniente fiscal del Supremo, María de los Ángeles Sánchez Conde.
Después de hacer las cuatro reverencias de rigor, una a la mesa presidencial, otras dos a los magistrados y fiscales a ambos lados y una cuarta al resto de la sala, la presidenta pronunció la fórmula clásica: «Sírvase su Señoría ocupar su puesto en señal de posesión».
Sancho Gargallo, después de saludar a todos los miembros de la Sala de Gobierno, pasó a sentarse, sonriendo visiblemente, en el sillón que se encuentra al lado del del vicepresidente del Supremo.
A continuación se repitió el rito con Concepción Ureste solo que en ese caso, los padrinos fueron dos: María Luz García de Paredes, que próximamente dejará la judicatura, y Gonzalo Moliner Tamborero, magistrado emérito y expresidente del CGPJ y del Tribunal Supremo.
Ureste, tras las cuatro reverencias rituales, ocupó su nuevo asiento, este junto a Barja de Quiroga.
Y ahí terminó todo. Visto y no visto.
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