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El inmenso legado de Ignacio Echeverría

El inmenso legado de Ignacio Echeverría
Ignacio Echeverría, el joven español que falleció en los atentados de Londres (Change.org)
09/6/2017 04:58
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Actualizado: 15/2/2021 13:27
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Muy estimado Ignacio:

Aunque no he tenido el placer de haberte podido conocer en persona, te escribo estas líneas como manifestación pública de mi humilde homenaje hacia tu persona. Poco sé de ti. Conozco, por lo publicado estos días en los medios, que te fuiste joven, demasiado joven. A tus 39 años, por la acción de unos cobardes asesinos, tuviste que dejarlo todo, al menos, aquí, en esta terrenal vida.

Por el capricho y la execrable atrocidad de unos fanáticos asesinos te arrebataron tu derecho fundamental, el derecho básico protegido de todo ser humano: La Vida. En tu caso, mi admirado y  respetado Ignacio, los indeseables terroristas se llevaron por delante, además, un feliz presente y un futuro prometedor por disfrutar.

Hoy, lloran tu ausencia en Ferrol, tu tierra natal. Madrid, donde creciste y te formaste como abogado, esta bella profesión que hoy se vuelve a vestir de luto por perder a uno de los suyos, a uno de los nuestros. Londres, donde las aguas del Thamesis crecen por tantas lágrimas derramadas. El mundo entero sabe de tu valor, de tu involuntario adiós y, por eso, te llora, te implora que vuelvas…

El banco HSBC, en el que trabajabas como analista de prevención de blanqueo de capitales, (siempre estabas del lado bueno y justo de las cosas), seguro que sabrá de tu enorme valor. Como profesional, seguro. Aún más como persona. Por tus valores, por tu enorme valor, respetado y admirado Ignacio.

Tu familia, aún llora más tu pérdida. ¡Qué gran familia tienes, por haberte enseñando tantos y tan buenos valores!

Todos hemos sabido de tu heroica actuación durante la barbarie perpetrada por los terroristas. Los actos que cometen estas alimañas pasarán a la historia como lo que son: Bajeza moral, la más vil y cruel acción que un ser humano puede cometer.

Sin embargo, tus actos son de los que dejan una huella imborrable por realizar una hazaña, esto es, por acciones o hechos heroicos. ¿Puede haber algo más heroico que arriesgar la propia vida por salvar la de un semejante, anónimo, al que no se conoce de nada? Yo creo que no. Y, eso, es lo que tú hiciste, admirado y respetado Ignacio.

Te fuiste, de forma involuntaria, muy pronto, demasiado pronto. Pero tu ejemplo perdurará muchas vidas más: las nuestras, las de generaciones futuras. Te arrebataron la vida, pero jamás aniquilarán el inmenso legado que nos dejaste: Tu valentía, tu generosidad, tu ejemplo de cómo actúan los buenos, los mejores…

Gracias, Ignacio.

In memoriam.

D.e.p.

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