La Fiscalía ha desistido de su recurso de casación y la acusación particular no lo ha presentado, por lo que el asunto ha quedado desierto ante el Supremo.
Los fondos con los que se pagó la indemnización a Tomás Cavanna, públicos en su origen, "se integraron en el patrimonio de la Fundación y eran privados, por lo que no podía ser objeto de delito de malversación".