¿Por qué la Abogacía del Estado quiere que se celebre el juicio contra Messi si ya ha pagado?
Leo Messi y su padre Jorge Horacio Messi en una imagen reciente.

¿Por qué la Abogacía del Estado quiere que se celebre el juicio contra Messi si ya ha pagado?

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31/5/2016 07:58
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Actualizado: 16/6/2016 09:42
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El 14 de agosto de 2013 la estrella de fútbol del F.C. Barcelona, Leo Messi, consignó judicialmente -en su nombre y en el de su padre, Jorge Horacio Messi– 5.016.542,27 euros, la suma resultante de las cuotas defraudadas del IRPF -4,1 millones de euros- correspondientes a los años 2007, 2008 y 2009, más los intereses de demora tributarios.

Traducido: ha pagado.

En lo que a Leo Messi específicamente respecta, el Ministerio Fiscal ha pedido el sobreseimiento y el archivo de la causa, como se puede leer en el escrito de acusación.

Raquel Amado, la fiscal del caso -una profesional competente y recta que no se casa con nadie-, está convencida de que Messi no estaba al corriente del manejo de su dinero, del que se encargaba su padre.

Messi -español desde 2005- sólo firmaba lo que le ponían delante y se dedicaba a jugar al fútbol. «De la plata se encarga mi papá», declaró el astro del fútbol.

Era su padre quien se encargó de montar una estructura de empresas para defraudar los ingresos del jugador, por derechos de imagen, a través de Sport Consultants Ltd., sociedad domiciliada en Belice, y Sport Entrerprises Ltd., con base en Reino Unido, primero, y por las uruguayas  Jenbril, S.A.y Forsyl Corporation, S.A., después.

Para Messi senior el Ministerio Público solicita, aparte de los 5.016.542,27 euros defraudados -que ya están en la «butxaca» del Estado-, 2.093.001,55 euros de multa, así como 18 meses de prisión, por tres delitos contra la Hacienda Pública -6 años por delitos-, como autor por inducción.

Además, la Fiscalía reconoce la «circunstancia muy cualificada de reparación del daño», es, decir, que lo ha reconocido y ha pagado.

La consecuencia de esa condena, que no supera los dos años de prisión, se traduce en que Jorge Horacio Messi no entraría en prisión sino que el castigo quedaría suspendido al no tener antecedentes penales.

La Abogacía del Estado, por su parte, no se ha avenido a un posible acuerdo de conformidad.

No, quiere que mañana se celebre el juicio -está previsto que tenga una duración de tres días en el tribunal de la Sección Octava de lo Penal de la Audiencia Provincial de Barcelona- y que se condene a Leo Messi a 22 meses y 15 días de cárcel por los tres delitos de fraude fiscal, además de las correspondientes multas.

Con 22 meses de cárcel tampoco el jugador de fútbol entraría en prisión, pero sí quedaría marcado públicamente.

Según el punto de vista de esta parte, Leo Messi no es un as de las finanzas, pero eludió el pago de sus impuestos de «forma consciente y voluntaria». Y tuvo que ser consciente de que percibía «exorbitantes ingresos» por sus derechos de imagen.

PENA DE BANQUILLO PARA MESSI

Reconoce, la Abogacía del Estado, eso sí, que Messi también ha reparado el daño y ha reconocido los hechos.

Entonces, ¿por qué la Abogacía del Estado, estando las cosas tan claras, quiere que se celebre el juicio?

En opinión de Joan Queralt, catedrático de derecho penal de la Universidad de Barcelona, «según dicen, para dar un escarmiento» público a Messi.

La famosa pena de banquillo. 

En su opinión, eso no debería ser posible. Porque el Estado no está legitimado para escarmentar a sus ciudadanos.

Es «paternalismo punitivo, incompatible con los valores fundamentales del artículo 1.1 de la Constitución, en el que se propugna como valor superior del ordenamiento jurídico la justicia. En base a eso, ni la petición de pena ni la imposición de pena alguna pueden servir de escarmiento público».

Además, se pregunta: «¿quién es el Estado -o su abogado- para escarmentar a nadie?».

Quiénes sí que se van a batir el cobre con la Abogacía del Estado van a ser los abogados de los Messi: Enrique Bacigalupo -exmagistrado de la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo- y su compañero, el abogado penalista Javier Sánchez Vera, que, con las argumentaciones de la Fiscalía, van a atacar sobre todas las irregularidades existentes en la investigación, por todos los flancos, que las hay. Como las «meigas».

De celebrarse el juicio, se promete un duelo de titanes jurídicos ante el circo mediático de la televisión. A tres o cuatro pisas simultáneas.

Para Queralt, y para otras fuentes consultadas por Confilegal, dado que los Messi han reconocido su culpa y han reparado el daño causado a la Hacienda Pública, dado que el Ministerio Público considera que lo más razonable y menos costoso es un acuerdo de conformidad que evitaría el juicio, no tiene ninguna justificación que la Abogacía del Estado haga del juicio un aviso para navegantes, con el castigo añadido que eso supone.

Y se pregunta, este catedrático de derecho penal, «¿por qué siempre, en casos del ‘famoseo’, se quedan fuera del pleito a los que en realidad diseñan los mecanismos defraudadores: los asesores?». 

Y vuelve a preguntarse, finalmente: «¿por qué no se crea, de una vez por todas, el delito autónomo del asesor de la defraudación?. Quizá eso sea mucho pedir en el paraíso fiscal que es España».

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