¿Por qué el vocal Martínez Tristán renuncia a regresar al TSJM y opta por la Audiencia Nacional?
Gerardo Martínez Tristán en una foto reciente. Carlos Berbell/Confilegal.

¿Por qué el vocal Martínez Tristán renuncia a regresar al TSJM y opta por la Audiencia Nacional?

|
15/9/2016 07:59
|
Actualizado: 17/5/2022 10:41
|

Gerardo Martínez Tristán, de 59 años, vocal del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) y expresidente de la Sala de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM), ha renunciado a regresar a su Sala como magistrado de a pie ante la posibilidad de un sucesor que no parece no gustarle y que saldrá del Pleno del próximo 29 de septiembre.

En consecuencia, la Comisión Permanente del CGPJ -de la que él forma parte junto con seis vocales más y el presidente Carlos Lesmes, de 58 años-, ha aprobado hoy ¡a la Sala de lo Contencioso-Administrativo de la Audiencia Nacional, según constaba en el «críptico» punto 1.1.11 de la orden del día.

Un destino que ocupará cuando deje de ser vocal, en diciembre de 2018.

¿Cuál es la razón para que Martínez Tristán haya renunciado a regresar al TSJM? ¿Por qué?

La posibilidad de que, Javier Aguayo Mejía, de 52 años, actualmente jefe del Servicio de Personal Judicial y jefe de Sección de Régimen Disciplinario del CGPJ, y magistrado del TSJ de Cataluña en servicios especiales, uno de los tres candidatos que se han presentado para suceder a Martínez Tristán, pudiera salir elegido no es un panorama nada halagüeño.

Las relaciones entre Aguayo Mejías y Martínez Tristán, a día de hoy, son educadas y formales. Nada más.

El vocal no puede olvidar que en junio de 2014 el mencionado aspirante batió a su candidata, la magistrada Ana Sangüesa Cabezudo, de 53 años, para el puesto de jefe de Servicio de Personal Judicial en el Pleno de la institución.

Un puesto que, curiosamente, ocupaba el propio Martínez Tristán en 2006 cuando fue nombrado por el CGPJ de entonces presidente de la Sala de lo Contencioso-Administrativo del TSJM, en compensación por no haber obtenido la Presidencia del Tribunal Superior de Justicia de Castilla-León, que le habían prometido.

Aguayo Mejías, en este tiempo, se ha destapado como un magnífico letrado y un gran organizador. Además tiene un probado don de gentes. Es una persona muy apreciada, por su competencia y eficacia, por los siete componentes de la Comisión Disciplinaria.

Uno de sus «mentores» es, precisamente, Wenceslao Olea, de 61 años, hombre de «total confianza» de Lesmes.

Nadie en el CGPJ se atreve a calificar a Aguayo Mejías, a día de hoy, de «favorito» ya que los otros dos candidatos que se han presentado también tienen mucho peso: Juan Pedro Quintana Carretero, de 53 años, magistrado de la Sala de lo Contencioso-Administrativo de la Audiencia Nacional, y Ángeles Huet de Sande, de 57 años, magistrada de la Sala de lo Contencioso-Administrativo del TSJ de Madrid.

A Quintana, un juez muy respetado y profesional, miembro de la Asociación de Jueces Francisco de Vitoria -a la que perteneció Martínez Tristán en el pasado; ahora es no asociado-, le «han tocado» expresamente desde el CGPJ -en nombre del presidente-, para animarle a que se presentara.

Un paso que sería muy bien visto para el momento a que haya una vacante en la Sala Tercera del Supremo, donde Quintana aspira a llegar y en cuyo Gabinete Técnico sirvió durante una década.

Quintana tiene el «handicap» de que es amigo de José Manuel Sieira, de 69 años, quien fue sustituido en la Presidencia de esa Sala en junio de 2014 por Luis María Díez-Picazo, de 58 años, el candidato de Lesmes.

Este magistrado jamás ha renegado de su relación con Sieira. Al contrario, lo considera un gran juez, tras haber trabajado para él desde el mencionado Gabinete Técnico.

Huet, por su parte, es miembro de Jueces para la Democracia (JpD). Su padre, Francisco Huet, fue fundador de Justicia Democratica, la asociación de jueces, fiscales y secretarios judiciales fundada en 1970, en la clandestinidad, durante el régimen franquista, cuyo objetivo era democratizar la Administración de Justicia. Se disolvió tras la aprobación de la Constitución de 1978. Fue el precedente de JpD y de la Unión Progresista de Fiscales.

La juez candidata ha sido letrada del Tribunal Constitucional y fue vocal del CGPJ entre 1996 y 2001, bajo la presidencia de Javier Delgado Barrio. Precisamente en 1996 fue nombrada magistrada de lo contencioso-administrativo del TSJ de Madrid, puesto que ha venido ocupando desde 2001 hasta la fecha.

Esta candidata tiene el apoyo del vocal Rafael Mozo, miembro de la Comisión Permanente y afiliado a JpD.

El Pleno del CGPJ, en este caso, tiene que hilar muy fino en este caso, teniendo en cuenta dos precedentes anteriores, muy recientes: el caso de la presidencia del TSJ de Murcia y el de la Audiencia Provincial de Barcelona. En ambos se presentaron dos candidatas –Pilar Alonso, en el primero, y Angels Vivas, en el segundo- que salieron derrotadas frente a candidatos varones y que terminaron recurridos en la Sala Tercera del Supremo.

Huet se presentó como candidata, en 2014, a la plaza que dejó vacante el propio Lesmes cuando fue nombrado presidente del CGPJ y del Tribunal Supremo, pero no salió elegida.

El resultado en el TSJM está, a día de hoy abierto, pero Martínez Tristán ante la posibilidad de regresar a una Sala con Aguayo en la Presidencia, ha optado por lo seguro y navegar en aguas profundas.

Martínez Tristán con la entonces vocal por CiU, Mercé Pigem, que tuvo que presentar su dimisión. Yolanda Rodríguez.

Martínez Tristán con la entonces vocal por CiU, Mercé Pigem, que tuvo que presentar su dimisión. Yolanda Rodríguez.

LA LOPJ

Para optar a este destino, el vocal ha hecho uso del artículo 340 de la Ley Orgánica del Poder Judicial, que permite a los presidentes de Sala de los Tribunales Superiores de Justicia dos salidas: quedar adscritos a la Sala en la que hayan cesado, en este caso la de lo Contencioso-Adminstrativo del TSJM, o a «aquél del que provinieran en su último destino». Es decir, la Audiencia Nacional.

Este precepto legal le ha permitido escoger una plaza de su categoría mediante el privilegio de concurso directo.

Fuentes jurídicas consultadas presentan ciertas dudas en cuanto a su destino en la Sala de lo Contencioso-Adminsitrativo de la Audiencia Nacional, donde hay dos o tres magistrados por encima de plantilla, y afirman que lo más razonable sería adscribirlo como refuerzo a uno de los Juzgados Centrales, que llevan un retraso de un año, aproximadamente.

Antes de asumir la presidencia de la Sala del TSJM en 2006, Martínez Tristán había sido magistrado del Juzgado Central de lo Contencioso-Administrativo 9 de la Audiencia Nacional, puesto en el que sirvió poco porque ejercía como letrado en el CGPJ.

Otras fuentes contactadas creen, sin embargo, que lo más lógico habría sido adscribirlo al presidente de la Audiencia Nacional, José Ramón Navarro, para que él decidiera donde podría ser más útil su concurso.

El momento en el que fue nombrado vocal, en diciembre de 2013, el magistrado había cumplido la mitad de su segundo mandato como presidente.

Desde el minuto 1 fue uno de los cinco vocales a tiempo completo que componen la Comisión Permanente, pero no presentó la dimisión a la Presidencia, que ha sido ejercida por «por presidentes accidentales» durante dos años y nueve meses: Entre el 7 y el 22 de enero de 2014  Miguel Ángel Vegas Valiente, entre el 22 de enero y el 22 de abril de 2014 Teresa Delgado Velasco, desde el 24 de abril y el 31 de julio de 2015 Ana María Aparicio Mateo. Y entre el 31 de julio y la actualidad, la presidenta ha vuelto a ser Delgado Velasco.

Martínez Tristán ocupó muchos titulares en 2013 cuando abocó el decreto de privatización de los hospitales madrileños promulgado por el PP al Pleno de la Sala de lo Contencioso-Administrativo, donde recibió un fuerte revolcón por parte de sus compañeros.

Semanas después fue nombrado vocal del CGPJ a propuesta del PP.

Noticias Relacionadas:
Lo último en Mundo Judicial