El abogado Peláez acusa al fiscal anticorrupción Grinda de revelación de secretos, coacciones y extorsión

El abogado Peláez acusa al fiscal anticorrupción Grinda de revelación de secretos, coacciones y extorsión

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02/6/2017 04:59
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Actualizado: 02/6/2017 07:47
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El abogado -y fiscal en excedencia de la Audiencia Nacional-, Ignacio Peláez, ha presentado dos querellas ante el Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) contra el fiscal anticorrupción José Grinda González, al ser este aforado

La primera de ellas es por un presunto delito de revelación de secretos cometidos por funcionario público.

En concreto por haber filtrado, supuestamente, un sumario que había sido declarado secreto por el titular del Juzgado Central de Instrucción 4, Fernando Andreu, en el marco del caso de la llamada «Operación Tarantella».

La segunda querella es por tres supuestos delitos: amenazas, coacciones y extorsión y está relacionado con la investigación del «caso Emperador,» que también instruía el mismo Juzgado Central de Instrucción, y que estaba dirigido sobre la «mafia china» en España.

Ambas querellas contra el fiscal anticorrupción llevan fecha de sello de entrada del 18 de mayo pasado.

Para la primera, la Sala de lo Civil y Penal del TSJM ha designado magistrada ponente a Susana Polo García. Y para la segunda, a Jesús María Santos Vijande.

Peláez -uno de los tres abogados de la acusación particular que provocó la inhabilitación del juez Baltasar Garzón en el Tribunal Supremo- acusa a Grinda de haber vulnerado el secreto de las actuaciones del caso denominado «Operación Tarantela» en 2014.

El grupo criminal investigado tenía su origen en Nápoles, Italia. Y Grinda era el fiscal competente en ese caso.

El magistrado Andreu declaró secreto el sumario y ordenó intervenir telefónicamente a varias de las personas implicadas.

Según Peláez, el 11 de julio de 2014 el diario ABC publicó la transcripción de una de esas conversaciones.

Concretamente, una de 25 de marzo de 2013.

Uno de las personas grabadas era Ciro Rovai y el otro Luis Bárcenas Gutiérrez, extesorero del Partido Popular.

Durante la conversación, el italiano le contó al español que iba a abrir un restaurante en Madrid y le pidió que le ayudara a conseguir las licencias municipales pertinentes.

«El querellado, con ánimo de perjudicar el honor, la fama y el nombre de los intervinientes en las conversaciones telefónicas, entregó a un medio de comunicacion de España copia íntegra del contenido de una de las conversaciones», dice el abogado querellante en el texto de escrito legal, al que ha tenido acceso Confilegal.

El magistrado Andreu, al conocer la filtración -según Peláez-, solicitó a la Telefónica que realizara una investigación y que preparara un informe pericial para determinar qué persona había revelado y enviado al medio de comunicación la citada conversación telefónica intervenida bajo secreto de sumario.

«En dicho informe se estableció y quedó perfectamente acreditado que la persona que había llevado a cabo la citada revelación y filtración de la conversación telefónica era el fiscal encargado del caso judicial que estaba bajo secreto, D. José Grinda González«, afirma Peláez.

El supuesto delito conllevaría inhabilitación

Andreu, al tener conocimiento de los hechos, y al no ser competente sobre ellos, envió el asunto a los Juzgados de Plaza de Castilla, para que se abriera la consiguiente investigación judicial.

Lo pertinente, en este caso, ya que Grinda era fiscal anticorrupción, y aforado, hubiera sido que desde allí se hubiera reenviado, a su vez, a la Sala Civil y Penal del TSJM para que esta decidiera.

De forma incomprensible, «no se continuó actuación alguna contra el denunciado, Sr. Grinda, y se archivaron las actuaciones, habida cuenta de que estando personado solamente la acusación pública, es decir, el Ministerio Fiscal, este no solicitó investigación alguna contra el Sr. Grinda, procediéndose al archivo del procedimiento, a pesar de que se trataba de un delito perseguible de oficio, estando obligada la acusación pública, es decir el Ministerio Fiscal, a continuar el procedimiento contra el denunciado, Sr. Grinda».

El supuesto delito cometido, según el exfiscal, es el de revelación de secretos por funcionario público, del 417 del Código Penal.

«La autoridad o funcionario público que revelare secretos o informaciones de los qeu tenga conocimiento por razón de su oficio o cargo y que no deban ser divulgados, incurrirá en la pena de multa de doce a dieciocho meses e inhabilitación especial para empleo o cargo público por tiempo de uno a tres años», dice el artículo en cuestión.

El asunto cayó finalmente, de acuerdo con Peláez, en el Juzgado de Instrucción 53.

Éste, en consecuencia, solicita al tribunal que se interrogue a Grinda y que se llame a declarar, como testigos, a Luis Bárcenas y a los periodistas de ABC Cruz Morcillo y Pablo Muñoz. También la prisión incondicional y sin fianza para Grinda.

Esa misma petición la realiza Peláez en su segunda querella, por los supuestos delitos de amenazas, coacciones y extorsión en la persona del ciudadano chino Wu Liu, también investigado en el caso de la Operación Emperador.

El Centro Nacional de Inteligencia y Grinda

De acuerdo con el exfiscal, corría 2012 y Grinda era el fiscal anticorrupción encargado del «caso Emperador», que también instruía Fernando Andreu, contra la mafia china, y que comprendía supuestos delitos de blanqueo de capitales y fraude fiscal, contrabando, contra la hacienda pública, coacciones y amenazas, contra la propiedad intelectual e industria y contra los trabajadores.

«A partir del 15 de octubre de 2012, Wu Liu, uno de los invesgigados del citado procedimiento, comienza a recibir llamadas de una persona que dijo llamarse María y que se identificó como miembro del Centro de Nacional de Inteligencia», relata Peláez.

«En las citadas conversaciones, la persona que se identifica como María nombra al querellado, D. José Grinda en numerosas ocasiones, las cuales hacemos referencia a contiuación», añade.

Cuenta que la tal María le dice a Wu Liu que ella y que el CNI confiaban plenamente en un fiscal que se llamaba Grinda y le induce a mantener una conversación con el fiscal anticorrupción. A cambio de su colaboración, el fiscal le ayudaría «con su situación en la operación Emperador, en caso contrario, iba a hacer todo lo posible para perjudicarle, para que ingresara en prisión y para que fuera condenado».

«El querellado, D. José Grinda, asimismo, con sus amenazas e intimidaciones al señor Wu Liu, requirió a este para que le contara cosas sobre los negocios que hacían los policías, sus relaciones y amistades y si conocía datos de aquellos que vendían información a cambio de regalos«, afirma el abogado.

¿Una cita con Grinda?

Y relata lo que la agente del CNI le dice a Wu Liu en una de las conversaciones: «Si hablamos con él (con el querellado D. José Grinda) cuéntale la verdad, dile dónde puede mirar y dile si hay alguien implicado… No puedes entrar en la puta cárcel. No es una testificación oficial, eso no va a ningún sitio. Si tú te fías de mí yo lo voy a organizar para que sea una conversación, sentados sin teléfonos, en un sitio seguro con mi gente de seguridad, que nos van a cubrir. Así ni nos pueden seguir ni nos pueden grabar».

«A lo largo de la conversación, la agente del CNI María, intenta convencer al empresario chino de que el querellado, el fiscal D. José Grinda, no le tiene manía, expresando lo siguiente: ‘Si lo conocieras, a sentarte con él, a charlar como dos personas, independientemente de que él sea el fisca, independientemente como persona. Me gustaría que te sentaras con a hablar y que él viera la verdad. Que tú se la contaras, pero no de forma oficial, sino joder, sentados. ¿Quieres que intentemos hablar como amigos? Ellos van a querer saber… Van a ir a por ti», avanza en el relato.

«El querellado, fiscal encargado del caso, Sr. Grinda, con pleno convencimiento, llevó a cabo una serie de actuaciones claramente contrarias a la ley, sin respetar los derechos del investigado o imputado, sometiéndole a amenzas, coacciones e intimidaciones absolutamente ilegales e ilícitas en un procedimiento judicial, máxime cuando una de las obliaciones graves del fiscal en un proceso judicial es velar por los derechos del imputado y la correcta aplicación de la ley».

El encuentro con Grinda no llegó a producirse porque -cuenta Peláez- Wu liu grabó las conversaciones con la agente del CNI y las entregó al magistrado del caso, Fernando Andreu. Este envió las grabaciones a los juzgados de Instrucción de Madrid «para que se le abriera el pertinente procedimiento judicial contra el fiscal D. José Grinda González».

Como ocurrió en el anterior caso,  este asunto también se archivó sin que el Ministerio Fiscal solicitara investigación alguna contra Grinda. «A pesar de que se trataba de un delito perseguible de oficio, estando obligada la acusación publica, es decir, el Ministerio Fiscal, a continuar el procedimiento contra el denunciado señor Grinda», indica Peláez.

El exfiscal afirma que los hechos son calificativos de un delito de amenazas, del artículo 169 del Código Penal, de un delito de coacciones, del artículo  172 y de un delito de extorsión, del 169.

Como en el caso anterior, Peláez pide que se interrogue a Grinda, que testifique Wu Liu y que se solicite al CNI los datos de la tal María para que sea citada como testigo, y que se requiera al Juzgado de Instrucción que archivó las diligencias judiciales para que entregue una copia íntegra d elas mismas.

Grinda lo niega todo

Confilegal se puso en contacto telefónico con el fiscal anticorrupción, quien lo negó todo.

JOSÉ GRINDA. Mi abogado tiene todo lo que dijo el señor Peláez y el lunes tengo la entrevista con 13TV para arreglar un poco el desaguisado que hizo este señor.

CARLOS BERBELL. El señor Peláez le ha puesto dos querellas, una por coacciones y amenazas y la otra por revelación de secretos…

JOSÉ GRINDA. Sí, correcto, es lo que me ha dicho mi fiscal jefe.

CARLOS BERBELL. Y luego otra cosa, que son relativas a dos operaciones, relacionadas con pornografía infantil por Internet y otra por exhibicionismo y corrupción de menores. Recientemente le hicimos una entrevista a su jefe, a Maza, y le preguntamos sobre usted, y nos dijo que estaba requiriendo información de sus jefes para saber lo que había pasado. Nos gustaría saber su punto de vista.

JOSÉ GRINDA. Esos dos asuntos…, una de las razones por las que voy a dirigir acciones penales contra el señor Peláez es porque yo no he estado investigado en nada de pornografía infantil y en nada de bajadas de internet. Ha cometido un error muy gordo.

CARLOS BERBELL. Ya, en ninguna de las dos cosas. Ni en el caso de Alcalá la Real ni en el caso de Cangas del Morrazo…

JOSÉ GRINDA. En el caso de Alcalá la Real fui denunciado, pero los dos asuntos están archivados desde hace años.

CARLOS BERBELL. El de Cangas del Morrazo, tampoco…

JOSÉ GRINDA. El de Cangas del Morrazo, por lo que yo sé, nunca he sido parte. Nunca he sido investigado. Está archivado. Y no creo que sea un procedimiento independiente.

CARLOS BERBELL. El caso de la Operación Telémaco, de Cangas del Morrazo es diferente del caso de Alcalá la Real. Otras dos cosas, la operación Emperador…

JOSÉ GRINDA. Perdone, vamos a hacer una cosa. ¿Esto que es? ¿Para sacarlo ustedes?

CARLOS BERBELL. Voy a publicarlo, sí.

JOSÉ GRINDA. Pues entonces prefiero que hable con mi abogado.

CARLOS BERBELL. Muy bien. ¿Me dice el número de teléfono de su abogado?

CARLOS BERBELL. Sí, es Juan Luis Ortega.

JOSÉ GRINDA. De todas formas, podemos hacer otra cosa. Vernos.

CARLOS BEBELL. Bueno, puedo aguantar 24 horas.

JOSÉ GRINDA. Porque está usted en un error.

CARLOS BERBELL. Usted sabe que la verdad es como una olla, tiene diferentes asas.

JOSÉ GRINDA. Sí, por eso no tengo inconveniente en hablar con usted. Por teléfono es bastante extraño, porque ni siquiera sé quién es.

CARLOS BERBELL. Si mete Carlos Berbell en Internet me va a ver.

JOSÉ GRINDA. No es eso, es una cuestión de conocernos. Y saber por qué hace estas determinadas cosas el señor Peláez.

CARLOS BERBELL. Pues no lo sé, tendrá que preguntárselo al señor Peláez. Yo sólo soy un periodista.

JOSÉ GRINDA. A lo mejor yo puedo informarle mejor. Mejor de lo que está informado.

CARLOS BERBELL. Ya, pues mañana por la tarde, ¿le va bien?

JOSÉ GRINDA. Mañana jueves, sí.

CARLOS BERBELL. Pues dígame un sitio. ¿Le parece bien la cafetería Santander, en la Plaza de Alonso Martínez?

JOSÉ GRINDA. Yo, si no le importa prefiero que venga aquí.

CARLOS BERBELL. ¿A la Fiscalía Anticorrupción?

JOSÉ GRINDA. Sí. No tengo ningún inconveniente. ¿Le parece bien que esté presente Juan Luis Ortega?

CARLOS BERBELL.  Yo prefiero hablar con usted a solas. ¿Le parece? Le veo a las 5 de la tarde mañana.

JOSÉ GRINDA.  Muy bien. Hasta mañana.

Al día siguiente, el periodista que mantuvo esta conversación, telefoneó a Grinda para adelantar una hora la entrevista pero el fiscal anticorrupción «se había enfriado» y declinó celebrarla, tal como había propuesto el día anterior de motu propio.

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