Los jueces decanos denuncian que «no existe ninguna voluntad política por mejorar el funcionamiento de la Justicia»
Los representantes de los jueces decanos en la rueda de prensa, al finalizar las XXVII Jornadas Nacionales, celebradas en Bilbao: de izquierda a derecha, Pedro Viguer, de Valencia, Antonio Viejo, de Madrid, Lidia Ureña, de Hospitalet de Llobregat, Aner Uriarte, de Bilbao, Mercedes Caso (tapada), de Barcelona, Santiago Pedraz, de la Audiencia Nacional, y José María Páez, de Málaga.

Los jueces decanos denuncian que «no existe ninguna voluntad política por mejorar el funcionamiento de la Justicia»

En un manifiesto explican las razones de la huelga del 22 de mayo
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21/5/2018 11:37
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Actualizado: 21/5/2018 11:37
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Los jueces decanos de toda España, firman el manifiesto «Crónica del histórico abandono judicial: por un sistema judicial moderno y eficaz», donde denuncian que «no existe ninguna voluntad política por mejorar el funcionamiento de la Justicia, que sigue siendo la hermana pobre de las Administraciones Públicas, y a la que en ningún caso se le considera al mismo nivel que los otros dos Poderes del Estado».

En él insisten en que «en pleno siglo XXI, no se han realizado en Justicia las inversiones que se llevaron a cabo hace ya muchos años para la modernización de otros sectores de la Administración«, como  la sanitaria o tributaria o la Seguridad Social.

Por ignoradas razones a la Justicia se la mira con desdén a pesar de que se trata de uno de los pilares esenciales del Estado de Derecho y por supuesto el último bastión para la tutela de los derechos ciudadanos. Frecuentemente se olvida su extraordinaria relevancia para la seguridad jurídica, la convivencia ciudadana, la economía y el progreso de un país, en definitiva, que incide de lleno en la calidad de vida de los ciudadanos.

Recuerdan que hace diez años «los jueces y magistrados de toda España iniciamos una serie de movilizaciones para la modernización de la Justicia que culminaron con sendas huelgas judiciales en el año 2009. Perdimos el miedo e intentamos trasladar a la ciudadanía las deficiencias y necesidades de la Justicia española», «que ha empeorado notablemente».

También denuncian que «la Justicia no interesa a los sucesivos gobiernos. Tampoco al actual. Quizás porque no da votos».  Y un ejemplo claro de esta situación ha sido «la fallida Subcomisión del Congreso para un Pacto de Estado por la Justicia, que nos ha brindado un espectáculo poco menos que lamentable».

Falta de presupuesto y recursos propios

Subrayan que para que la justicia funcione «con agilidad y eficacia», es necesaria una «inversión suficiente que nos saque de esta situación de Justicia decimonónica y artesana en la que nos encontramos, en una especie de día de la marmota judicial”. Y ello depende en definitiva de los responsables políticos, en suma, de los otros dos poderes del Estado. Pero estamos solos».

Por todo ello, insisten en su manifiesto en explicar a los ciudadanos su protesta de cara a la convocatoria de huelga de este 22 de mayo, empezando por señalar que «los jueces carecemos de recursos propios porque dependemos en lo económico de los restantes Poderes del Estado. Somos económico-dependientes. Y nosotros solos no podemos mejorar nuestro abandonado sistema judicial».

«La Justicia en España será en definitiva lo eficaz que quiera el gobierno de turno. No hay mucho más. Y hoy todo apunta a que esta cuestión no interesa en absoluto al gobierno. Un ejemplo de ello es que la generosidad” del Estado con la Justicia alcanza tan sólo el 1,15% de los Presupuestos Generales del Estado,unos presupuestosgestionados además de forma descoordinada y desigual por el CGPJ, el Ministerio de Justicia y las CCAA.

Propuesta por las que se movilizan

En esta situación se ha planteado por las asociaciones judiciales y fiscales una serie de propuestas que ahora se avalan con las movilizaciones. «No son reivindicaciones caprichosas o descabelladas: las secundan miles de jueces y fiscales en toda España, y todosellosno pueden estar equivocados».

La mayoría de ellas constituyen un clásico en las reivindicaciones judiciales: despolitización del CGPJ (por cierto conforme a las recomendaciones del Consejo de Europa, a las que curiosamente nadie en España hace caso como tampoco a los informes “GRECO), un plan de inversión prolongado con  incremento de la planta judicial y fiscal y creación de 300 plazas anuales durante cuatro años, la dotación de medios necesarios para la lucha contra la corrupción y para poder aplicar con una mínima seriedad y eficacia las nuevas leyes procesales como el estatuto de la víctima.

También exigen que se determine la entrada máxima de asuntos por juzgado o tribunal para garantizar un trabajo judicial ágil y consiguiente creación de órganos judiciales suficientes, la dignificación de la situación de los jueces de las nuevas promociones, el adecuado proceso de digitalización para ayudar al juez en su trabajo en lugar de dificultarlo, la eliminación de los recortes que se han llevado a cabo durante la crisis en materia retributiva, vacaciones y permisos, etc…

La mayor parte de dichas medidas han sido propuestas y reiteradas hasta la saciedad por las Juntas de Jueces y por los Jueces Decanos de toda España. Y obviamente las apoyamos. Y no solo ello sino que creemos sinceramente que las apoyará cualquier ciudadano que apueste por una Justicia moderna y eficaz. 

Una movilización «inevitable»

La movilización por tanto no es que sea necesaria: es inevitablee incluso responsable, porque de lo contrario jamás saldremos de esta lamentable situación que lastra uno de los tres Poderes del Estado en España.

Por todo ello los Jueces Decanos creemos necesario utilizar todos los medios a nuestro alcance para dar un vuelco radicala la situación y reclamar de una vez por todas las medidas necesarias para disfrutar de una Justicia independiente, moderna y ágil, en la que sencillamente los jueces puedan trabajar en condiciones dignas y dedicar a cada asunto el tiempo y el estudio que merece; una Justicia que no sea sólo Poder del Estado sino en la que la referencia sea el ciudadanoy elemento nuclear el concepto de servicio público. Una Justicia donde preocupe y se atienda sobre todo a la calidadde servicio que se presta.

Por ello, las medidas de protesta se han hecho imprescindibles ante el autismo de los sucesivos gobiernos. Pero todavía quedan jueces en Berlín. Esperamos contar con la complicidad y el apoyo de los profesionales jurídicos y sobre todo de los ciudadanos que creen en la fortaleza del Estado de Derecho y el papel trascendental del Poder Judicial y que piensen que, bien pensado, las reivindicaciones de los jueces en definitiva son las suyas.

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