La magistrada pitonisa no tiene miedo al CGPJ: Sigue ejerciendo de adivina
La magistrada María Jesús García en una foto que publica hoy La Voz de Galicia.

La magistrada pitonisa no tiene miedo al CGPJ: Sigue ejerciendo de adivina

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13/6/2018 12:45
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Actualizado: 13/6/2018 12:45
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María Jesús García, la titular del Juzgado de Vigilancia Penitenciaria de Lugo, sigue ejerciendo de pitonisa, leyendo el futuro a través de las cartas del tarot, a pesar de que el promotor de la Acción Disciplinaria del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) le ha abierto una investigación (diligencias informativas) sobre este «pluriempleo».

Una segunda actividad que no está contemplado entre las compatibilidades para jueces y magistrados establecidas en la Ley Orgánica del Poder Judicial. De hecho, en la página web del CGPJ, donde cualquiera puede comprobar si se le ha concedido alguna compatibilidad, no figura.

«No se ha solicitado compatibilidad alguna», dice la información que facilita el órgano de gobierno de los jueces. Que, además, previamente aclara: «Únicamente se muestran los miembros de la carrera judicial que tienen solicitada y concedida alguna actividad compatible con el ejercicio jurisdiccional».

De acuerdo con la información más actualizada del CGPJ -que data de 2016-, ese año 420 jueces y magistrados, de una plantilla de 5.500, habían solicitado y obtenido la compatibilidad para ejercer otra actividad. La gran mayoría -366- como docentes en Universidades o como preparadores de opositores a la Carrera Judicial y Fiscal.

Las restantes fueron concedidas para colaborar en revistas jurídicas o realizar investigaciones jurídicas, ser vocales de academias de jurisprudencia o de consejos asesores de instituciones como el Defensor del Pueblo, o ejercer funciones jurisdiccionales como magistrados en el Tribunal Superior de Justicia de Andorra.

Ninguna para revelar el futuro a los ciudadanos a través de las cartas del tarot.

Una actividad que, además, obligaría a la magistrada pitonisa a estar  dada de alta como autónoma y estar cumpliendo con sus obigaciones con Hacienda.

EL ÚLTIMO «SERVICIO»

Su último servicio se produjo ayer, por espacio de una hora, y la cliente fue una joven, según publica hoy La Voz de Galicia.

La mujer llamó la pasada semana por teléfono a un número que aparecía en Facebook para pedir cita.

Una voz masculina le respondió que ya no trabajaban.

En esos momentos sobre la magistrada estaba descargando toda la tormenta mediática que se formó al conocerse públicamente esta faceta que ella misma se había encargado de promocionar poniendo propaganda en los coches y distribuyéndola porla calle.

Sin embargo, días más tarde la joven recibió una llamada de esa misma persona que le preguntó si seguía interesada en la consulta con el fin de concertar día y hora.

«LEE EL FUTURO» A TRAVÉS DEL TAROT EN UNA MESA PEQUEÑA

«Ana, la clienta, llegó a las cuatro de la tarde a la consulta. Un hombre le abrió la puerta. La mujer subió al tercer piso y él mismo la recibió en el vestíbulo acompañado por una perra. La invitó a pasar y en el primer cuarto a mano derecha estaba ella: la jueza de Vigilancia Penitenciaria, María Jesús García, sentada en un sofá cubierto por una funda roja sobre el que había un cenicero y un paquete de tabaco. Con el pelo suelto y vestida con unas mallas, camiseta deportiva y tenis, la jueza saludó a su clienta, la invitó a sentarse en un sillón individual, justo enfrente de ella y al pie de una mesa redonda que las separaba», relata el periódico gallego.

Fue en esa mesa pequeña donde la magistrada le echó las cartas.

«En el mismo sofá que María Jesús García se sentó su supuesto asistente, Francisco, que estuvo presente en toda la sesión y que en alguna ocasión intervino para hacer algún comentario. ‘Eso te lo digo yo sin echar las cartas’, sentenció en un determinado momento», continúa la información.

«¿Qué quieres que te mire? ¿Todo en general?, ¿salud, dinero y amor?, ¿algún problema concreto y que te preocupe?», preguntó la pitonisa. ‘Mírame un poco todo, pero especialmente el amor’, le pidió Ana».

La magistrada barajó las cartas e inició el relato, ralata el periódico gallego: «Vienes de una unión muy buena y ahí algo ha pasado. Hubo cuernos o algún lío. Hay un hombre que está ahí, pero ahora mismo muy paradito».

Durante «el servicio» la magistrada pitonisa llega a la conclusión de que el chico es bisexual y que ella es «muy paradita».

«Ya lo has mandado a la mierda muchas veces y quiere que tú te acerques. Ponle [en el Whatsapp] alguna chorradita. Figura que le gustas. Hace bien el chico no contarte que es bisexual, porque con lo conservadora que eres… Eres una inmadura en el amor, parece que tienes 14 años y no 26», le dijo.

SESIONES «MUY CARAS»

A la hora de pagar, la magistrada le preguntó dónde había visto el anuncio.

La joven le dijo que en Facebook.

«Estas sesiones son muy caras, pero nosotros estamos empezando. Si cuando lo viste ponía que costaba 20 euros, pues son 20 euros», le aclaró.

La sessión duró una hora y diez minutos. La magistrada pitonisa y su ayudante le dieron incienso de los ángeles y tres velitas.

«Una de color rojo, otra rosa y una última blanca. En cada una de ellas tienes que escribir con un cuchillo lo que te pasa por la cabeza y tus inquietudes amorosas. Luego las enciendes. Pero también tienes que poner de tu cabeza, porque esto solo no funciona. Enciéndelas una vez y listo», le recomendó.

Y ahí se terminó todo.

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