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El papel de los preparadores de testigos en los despachos de abogados

El papel de los preparadores de testigos en los despachos de abogados
Escena de la película "Contratiempo", en la que conversan la preparadora de testigos Virginia Goodman (Ana Wagener) y el acusado Adrián Doria (Mario Casas).
19/8/2018 06:15
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Actualizado: 19/8/2018 02:42
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Los acusados y los testigos de los juicios, al menos de los mediáticos e importantes, suelen contar con preparadores para elaborar bien sus argumentos de cara a su comparecencia ante el tribunal y no digamos nada cuando hablamos de un tribunal del Jurado.

Entran dentro de las denominadas estrategias de defensa. No solo en la ficción, también en el día a a día de los despachos de abogados.

Y eso es precisamente lo que aborda la película «Contratiempo», protagonizada por Mario CasasAna Wagener, José Coronado y Bárbara Lennie. ¿Cómo construir un mensaje creíble, «verosímil», de una reconstrucción de los hechos lo más favorable para los intereses del cliente. Algo que los despachos de abogados utilizan con más frecuencia de la que podamos creer.

La trama gira entorno al personaje de Adrián Doria (Mario Casas), un empresario de éxito acusado de un asesinato, del que se declara inocente, pero por el que es detenido.

Para elaborar su defensa contrata a un gran abogado (capaz de todo: comprar un testigo, elaborar pruebas falsas,…, para conseguir librar a su cliente de una condena casi segura), quien, a su vez subcontrata los servicios de la mejor preparadora de testigos del país, Virginia Goodman (Ana Wagener), con quien trabaja una noche para encontrar un argumento convincente que le permita librase de la cárcel.

Todo se acelera con la aparición de un nuevo testigo de la Fiscalía, que puede hacer peligrar  su estrategia.

Para ello, es preciso trabajar a contrarreloj.

Sin entrar en aspectos concretos de la trama -no vamos a hacer aquí «de spoiler»-, la preparadora Virginia Goodman quiere lograr la verosimilitud.

«La verosimilitud se basa en los detalles, con ellos puedo convencer al mundo de que es inocente . Y le aseguro que puedo hacerlo. Hasta ahora no he perdido ni un solo caso delante de ningún juez, pero necesito que colabore».

«Si quiere que le libre del lío que se ha metido y le evite la cárcel, no me mienta más».

Los preparadores de testigos tienen que conocer bien los hechos para elaborar las respuestas adecuadas a las preguntas que realizará la acusación.

Como yo le digo muchas veces a mis alumnos, «la mejor improvisación es la preparada».

Si tienes las respuestas bien preparadas, podrás resultar creíble.

No significa que digas toda la verdad, pero sí tendrás que convencer al juez, al jurado (si lo hay), a la Fiscalía, a las acusaciones, y para ello, es necesario estar muy bien preparado.

Cerrar todas las vías, «tapar todas las lagunas de la estrategia de defensa«.

Para ello, como se observa en la citada película, hay que jugar a ser el «abogado del diablo» intentar reconstruir todos los hechos, una y otra vez, viendo diferentes perspectivas de la misma historia, refutando los argumentos de su cliente y conduciéndole por caminos que no quiere transitar.

Virginia Goodman: «En mis 30 años de carrera he tratado con dos tipos de cliente: los que asumen su posición y colaboran, aunque eso implique ir hasta donde no desean ir; y los que se creen más listos que yo y pretenden que les salve de una condena segura sin ensuciarse. Usted pertenece a los segundos, pero déjeme que le aclare algo al respecto. Ni habrá salvación sin sufrimiento, ni usted es más listo que yo».

Y así, montando y desmontando las diferentes versiones de los hechos que él va argumentando, se establece va estableciendo una relación de confianza entre ambos, básica para llevar a bueno puerto el resultado de un proceso, donde nadie es lo que parece.

Porque como ella misma le recuerda al acusado «un jurado solo comprará su retorcida teoría si los detalles la hacen verosímil».

Al final de la trama nos damos cuenta de que en esto, como en casi todos los aspectos de nuestra vida «el diablo está en los detalles».

Y en «Contratiempo», todos los detalles son muy importantes.

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