César Jara: «Hay que sancionar al putero y al proxeneta para acabar con la esclavitud sexual»
César Jara, protagonista de la entrevista, con su novela, "Esclavas de la noche". Foto: Carolina Roca.

César Jara: «Hay que sancionar al putero y al proxeneta para acabar con la esclavitud sexual»

El periodista es autor de la novela "Esclavas de la noche"
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27/10/2018 06:15
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Actualizado: 26/10/2018 21:12
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La novela “Esclavas de la noche” es un compromiso personal, social y ético del veterano periodista César Jara que dedicó casi tres años a la investigación de las redes que manejan la prostitución en las calles, en los macroburdeles y en los pisos, fundamentalmente con mujeres africanas. Es también un grito de denuncia y una llamada de atención contra la indiferencia de la sociedad, de las instituciones y de los responsables de que la lacra de la prostitución se consienta mirando hacia otro lado.

“Hay que sancionar al proxeneta y al putero para acabar con la esclavitud sexual”, afirma el autor en esta entrevista con Confilegal.

¿Cuál fue la génesis de su novela?

En 2011 conocí en Valencia a una muchacha de unos 19 años nigeriana que era prostituta y a lo largo del tiempo llegamos a forjar una bonita amistad, una relación paterno filial, en la que ella me llamaba papá y yo a ella hija. Esta mujer me presentó a otras de sus compañeras y durante dos años compartí con ellas muchas horas al lado de la carretera, en un polígono industrial a las afueras de Valencia. Compartíamos comida, charlábamos y a raíz de aquello empecé a investigar ese mundo turbio de la prostitución y trata de  esclavas africanas en calles y polígonos y también la de los grandes prostíbulos y la de los pisos, las autónomas. Yo le prometí escribir una novela sobre ellas y sus compañeras y por eso la he escrito.

¿Por qué proceden en su mayoría de Nigeria?

La mayoría están en lo más bajo de la cadena de  este gran negocio que mueve más dinero que el tráfico de drogas y de armas y proceden de zonas muy pobres, fundamentalmente de Nigeria. En la novela se cuenta cómo son captadas y trasladadas a España y el sufrimiento de ser esclavizadas y usadas en nuestro país.

¿Incluso se les somete a una ceremonia vudú?

Aquí puede parecer extraño, pero en general son de extracción sociocultural bastante baja, del grupo étnico Edo, muy influidas por el cristianismo animista y con el tema del vudú las asustan, las controlan y las utilizan

¿Se puede extrapolar la situación en Valencia al resto de España?

Sí desde luego, lamentablemente la Comunidad Valencia es la número une en cuanto a puteros y consumo de prostitución. Ante el vacío legal España está, junto con Alemania, a la cabeza de Europa en el negocio de la prostitución.

¿La prostitución está consentida?

El tráfico de mujeres está condenado en el Código Penal, pero en cuanto a la prostitución como ni es legal ni deja de serlo está en un limbo. No sólo las grandes mafias sino también algunos grandes empresarios muy famosos y respetables se han dedicado al negocio de los macro burdeles donde muy raras veces entra la policía, donde en la práctica las mujeres que están allí son esclavas porque sufren todo tipo de extorsiones y palizas, por eso esta novela es una herramienta de debate sobre esta situación inadmisible.

¿Qué opina sobre la polémica de la legalización de un sindicato de prostitutas?

Pues que es una verdadera barbaridad, porque ¿cómo se puede hablar de trabajadoras?, entonces ¿quién es el empresario, el proxeneta? En ese caso se legaliza el proxenetismo, que hoy día sí esta tipificado en Código Penal como delito grave. Creo que al Gobierno y a  Carmen Calvo, que es una clara partidaria de la abolición, les han metido un gol.

¿Esa sería la solución, la abolición de la prostitución?

En este sentido yo he evolucionado: hace unos años tenía otra visión pero a medida que he ido conociendo la cruda realidad creo que hay que perseguir el tráfico de mujeres de forma eficaz y dotar a fuerzas seguridad y a la judicatura de un marco legal que les proporcione medios para perseguir la esclavitud sexual y perseguir y sancionar al proxeneta y al putero.

¿Una ley que también regule?

No, una ley que entre en el problema y lo combate, yo soy partidario de la abolición.

¿La novela contiene sus experiencias y los personajes son reales?

Los personajes son ficticios pero se cuentan cosas que yo mismo he vivido como periodista.

El protagonista principal es un inspector de policía, de origen manchego, destinado en Valencia que se encuentra en plenas Fallas con el cadáver de una joven prostituta nigeriana y a partir de ahí comienza a investigar y descubre  ese mundo tenebroso.

La novela narra la lucha de este policía honesto y profesional contra las tramas, los jefes, las estructuras de un sector de poderes facticos valencianos que quieren echar tierra al asunto porque al fin y al cabo se trata solo de una puta africana.

Existen muchas connivencias, como en la vida misma, porque no hay semana que no haya políticos, empresarios, policías, jueces y fiscales implicados de alguna manera o que consienten la situación.

¿Es usted el trasunto del periodista Enrique Fernández, otro protagonista de la novela?

Hay ciertas notas autobiográficas, pero esta es una novela clásica con estructura de género policiaco español, he cuidado mucho el argot, tengo un amigo que me ha asesorado en este sentido y hemos intentado darle todo el realismo posible sin ocultar ningún aspecto crudo de la trama.

¿Pero su objetivo va más allá de ser una novela policíaca?

Sí, quiero aportar un granito de arena al debate social y político sobre el drama de miles de mujeres. Según una encuesta reciente, en Valencia un tercio de los estudiantes de secundaria ve como algo normal esto de irse de putas; el razonamiento es: “pues como se paga, se puede hacer con ella lo que se quiera”. Este es un dato muy preocupante, algo está fallando con el sistema educativo español y luego pasa lo que pasa todos los días con la violencia de género, que se empieza maltratando a una prostituta y se acaba matando a la novia o a la mujer.

¿Quiere que llegue hasta el Congreso?

Para eso estoy presentado el libro por toda España, en Castellón, luego en Gandía, Valencia, Alicante, ahora en Albacete y próximamente en Granada, Gijón, en Madrid. También estoy en contacto organizaciones y colectivos de mujeres, colectivo ab  y estoy contactando con todos los políticos que puedo.

Para llevar este mensaje a todos los sectores de la sociedad.

¿Hay salida para las mujeres?

¿Cómo puede haberla para unas chicas que malviven en uno de los países más ricos de África gracias al petróleo y que vienen a vender sus cuerpos en un país europeo?

Es muy complicado, pero hay organizaciones que trabajan seriamente en África para dar una alternativa a estas chicas.

Hay que realizar un plan integral de protección de la mujer y contra la prostitución, para que puedan ser testigos protegidos si quieren colaborar.

¿Para que superen el miedo?

Así es, lo cuento en la novela cuando una chica dispuesta a colaborar en la investigación le pregunta al policía que quién protege a su familia en Nigeria y éste, casi con lágrimas en los ojos le dice, pues nadie. Y ella contesta: pues entonces no hay nada que contar.

Y sin embargo la novela tiene un final feliz

Algunos allegados me lo han criticado, tanto en un sentido como en otro.

He querido dar a la novela un final feliz porque me parecía todo tan crudo, tan horrible, que anímicamente como autor necesitaba ese final

¿Como un rayo de esperanza?

Efectivamente, como un rayo de esperanza

LA HISTORIA

En plena fiesta de las Fallas de Valencia, el cadáver de una prostituta africana es descubierto dentro de un monumento en la “nit de la cremà”. La noticia conmociona al mundo fallero y las autoridades urgen a la policía el esclarecimiento del caso.

Un policía manchego recién llegado a la ciudad, Pepe Sanz, su viejo amigo periodista Enrique y Kate, una chica compañera de infortunio de la muerta, investigan el crimen y descubren la implicación en el mismo de un conocido empresario valenciano, en connivencia con una red internacional que trafica con mujeres nigerianas para su explotación sexual.

Más allá de un caso policial, la novela revela crudamente un drama social como es el de miles de esclavas sexuales, obligadas por la miseria en su país y las mafias a prostituirse en las calles de nuestras ciudades.

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