La Asociación Europea de LegalTech propone al Senado usar la tecnología para identificar las leyes mal hechas y los cuellos de botella
Pablo Rabanal, de Reclamador.es, María Jesús González-Espejo, vicepresidente de la Asociación Europea LegalTech, y Manuel Altava, presidente de la Comisión de Justicia del Senado. Foto: Senado.

La Asociación Europea de LegalTech propone al Senado usar la tecnología para identificar las leyes mal hechas y los cuellos de botella

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09/12/2018 06:15
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Actualizado: 10/4/2023 17:50
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La tecnología legaltech existente permite llegar donde hace unos años era impensable, pero está siendo infrautilizada.

«Permitiría hacer un análisis claro de los cuellos de botella existentes en la Administración de Justicia, y buscar soluciones para acabar con ellos. Permitiría analizar qué leyes están mal hechas, identificando qué artículo, o artículos, están siendo recurridos con más asiduidad. Permitiría analizar qué procesos se podrían automatizar. Son tres ejemplos muy simples pero que revelan el verdadero potencial de la tecnología ‘legaltech'», explicó María Jesús González-Espejo, vicepresidenta de la Asociación Europea de LegalTech (ELTA por sus siglas en inglés), en su reciente comparecencia ante la Comisión de Justicia del Senado.  

El término legaltech tiene un fuerte componente jurídico. Es una tecnología que ayuda a los profesionales del Derecho a hacer mejor su trabajo, facilitando o mejorando la prestación de servicios jurídicos y que engloba inteligencia artificial, blockchainapps, plataformas online, etcétera.

González-Espejo fue muy crítica con la situación actual.

«Para empezar, existe una enorme resistencia al cambio. No existe un plan estratégico nacional de innovación en Justicia. Un plan que recoja medidas claras respecto a las plataformas (software) mejor para cada necesidad, los procesos en los que la automatización es más necesaria y la capacitación que deben tener las personas para llevar a buen fin los objetivos que éste proponga», afirmó. 

Sobre los despachos, también fue dura, clasificándolos en cuatro categorías: elefantes, zorros, tortugas y osos perezosos.

«Los elefantes son los grandes despachos que se mueven despacio. No les interesa la transformación digital porque son muy rentables», relató a los senadores.

«Los zorros son despachos pequeños, muy listos, que se han dado cuenta de por donde sopla el viento», apuntó.

«Las tortugas son los bufetes que, como esos animales, son lentos, muy lentos».

«Y los osos perezosos son aquellos que ese están enterando pero que se subirán al cambio de la transformación digital cuando les toque», concluyó.

Según González-Espejo, la tecnología afectará a una parte de los abogados, que podrían verse fuera del negocio.

TECNOLOGÍA PARA PREVENIR LA CORRUPCIÓN

Esa misma tecnología, en opinión de la vicepresidenta de la Asociación Europea de LegalTech, también podría tener otros usos, como la prevención de la corrupción.

«Hay una persona que acaba de hacer un doctorado sobre la prevención de la corrupción y los temas urbanísticos. Y ha identificado los parámetros que se cumplen cuando hay corrupción. Por ejemplo, se produce en aquellos ayuntamientos donde se perpetua demasiado el equipo de gobierno, o ayuntamientos donde hay mucha construcción. ¿Por qué no desarrollar esos parámetros mediante el legaltech para combatirla?», se pregunta.

En esa misma comparecencia intervino también Pablo Rabanal, consejero delegado de Reclamador.es, compañía online de servicios legales para defender los derechos de los ciudadanos frente a las empresas y la Administración, en la que también hizo sobre la necesidad de implementar las legaltech en la Justicia.

“Estamos tardando de media en resolver cada caso 848 días, casi dos años y medio. Mientras que en Centroeuropa el mismo tipo de litigios se resuelven en unos 5 meses de media”, expuso Rabanal.

AUSENCIA DE FOCO EN LO DIGITAL

«Esto se produce por falta de medios, de foco en lo digital y de una ausencia de criterios a la hora de racionalizar los presupuestos de justicia. ¿Cómo se aceleraría la implementación de la Justicia Digital? Pues con Lexnet. Pero para empezar hay siete Lexnet en España, desarrollados por equipos diferentes, sin homogeneización de criterios, cada uno haciendo la guerra por su cuenta. Ninguna funciona bien, a día de hoy», añadió.

El problema que hay con el Lexnet de la Comunidad de Madrid, según Rabanal, es que no se pueden subir documentos que pesen más de equis megabytes y que, además, de presentarlo digitalmente, lo piden en papel, porque no hay presupuesto para papel y para dar traslado a la parte contraria.

«Lo que parecía una solución para agilizar las cosas, al final lo que está haciendo es retrasándolas», apuntó.

Rabanal se mostró muy crítico con el sistema de costas imperante.

«En España se tiene que litigar tres o cuatro veces más que en otros países. Y esto es porque en los pleitos de pequeña cuantía, en Alemania hay que pagar una tasa al juzgado, luego, el que pierde, tiene que pagar una penalización al sistema, lo cual tiene toda la lógica del mundo. A veces escucho hablar de justicia abierta, sin costas, sin tasas, para todo el mundo y creo que es todo lo contrario. Tiene que haber costas. Porque es un impedimento para que el infractor no abuse del sistema y lo convierta en una gestión de herramienta de tesorería», señaló.

De acuerdo con consejero delegado de Reclamador.es, los casos que ha llevado su compañía le han costado al Estado 55 millones de euros.

Si hubiera sido en Alemania, serían 13 o 15 millones.

MEJORAR EL SISTEMA DE COSTAS ACTUAL

Por ello, propuso al Senado mejorar el sistema de costas actual. «Porque fomenta la litigiosidad al no ser suficientemente punitivo. Proponemos que se impongan costas en los juicios desde un euro de baja cuantía. El 90 por ciento de las veces nosotros ganamos el 98 por ciento de los casos. Esto debería tener una penalización para no abusar del sistema. En Europa hay empresas, como la nuestra, que tienen que litigar, y lo hacen en un 30 por ciento de  los casos. Nosotros tenemos que litigar el 90 por ciento. Y son exactamente las mismas compañías: Vueling, Iberia, Lufthansa… ¿Cuál es la razón? A Lufthansa ir a un litigio en Alemania le costaría mil euros mientras que en España le costaría 250 euros». 

La realidad de las costas para un ciudadano que reclama por una cláusula suelo es que se tarda dos años y medio. Y cuando gana, y ha tenido que invertir dinero en el proceso, tiene que declarar las costas en su declaración de IRPF como ingresos. Lo cual desincentiva el presentar una demanda.

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