En verano de 2017 se les retiró la licencia y se les  prohibió operar.

Las numerosas denuncias a sus conductores por acoso, la presión de los colectivos taxistas y el tráfico acrecentado del centro de la ciudad, fueron los motivos principales.

Sin embargo, en junio de 2018, Uber logró revocar judicialmente ésta prohibición. Idénticos problemas afrontó en otras ciudades como York o Brighton.

Eso sí, al igual que en Francia, la empresa ha perdido la batalla contra los trabajadores: son suyos y tienen derechos laborales.

Por cierto, en Londres triunfó la presión popular y más de 200.000 firmas acabaron con una norma que consistía en que los conductores de VTC tuvieran que esperar 5 minutos entre la reserva y la recogida de un pasajero.

ITALIA-80.000 VTC/ 40.000 TAXIS

En Italia los VTC sólo operan en Roma y Milán.

Uber llegó a Italia en 2013 rodeado de  controversias.

Tras su intento de operar en distintas ciudades del país, en la actualidad, sus conductores solo están presentes en Roma y Milán, con el servicio Uber Black de vehículos de alta gama.