Las soluciones van desde la liberalización total de Finlandia, hasta la prohibición de Dinamarca -el taxi en la foto- o la participación en beneficios de Portugal.
¿Y ahora qué hacemos con Uber, Cabify y el taxi? Es la misma pregunta que se debió hacer el Gobierno de Pedro Sánchez cuando decidió pasar la «patata caliente» a las Comunidades Autónomas y ayuntamientos.
Todos nuestros vecinos de Europa, casi sin excepción, se han enfrentado a «guerras» similares y cada uno ha aplicado soluciones distintas.
Algunos han «cortado por lo sano». Otros han liberalizado el sector
Vamos a «dar ideas» viajando a otros países, en VTC o taxi, como prefieran ustedes, para conocer qué ocurre o cómo han resuelto otros países de Europa esta gran batalla que no es, ni mucho menos, privativa de España.
REINO UNIDO-210.000 VTC/80.600 TAXIS
Desde 2018 Uber puede operar libremente, pero tiene que admitir que los trabajadores son suyos y tienen derechos laborales.
Uber es el vehículo con conductor más extendido desde 2012 y se encuentra bajo el amparo de los organismos reguladores del transporte público y el taxi.
En el año 2012, Londres le abrió sus brazos sin condiciones .
A los 2 años sus circunstancias cambiaron cuando los taxistas locales hicieron, también, parones y protestas.
En verano de 2017 se les retiró la licencia y se les prohibió operar.
Las numerosas denuncias a sus conductores por acoso, la presión de los colectivos taxistas y el tráfico acrecentado del centro de la ciudad, fueron los motivos principales.
Sin embargo, en junio de 2018, Uber logró revocar judicialmente ésta prohibición. Idénticos problemas afrontó en otras ciudades como York o Brighton.
Eso sí, al igual que en Francia, la empresa ha perdido la batalla contra los trabajadores: son suyos y tienen derechos laborales.
Por cierto, en Londres triunfó la presión popular y más de 200.000 firmas acabaron con una norma que consistía en que los conductores de VTC tuvieran que esperar 5 minutos entre la reserva y la recogida de un pasajero.
ITALIA-80.000 VTC/ 40.000 TAXIS
En Italia los VTC sólo operan en Roma y Milán.
Uber llegó a Italia en 2013 rodeado de controversias.
Tras su intento de operar en distintas ciudades del país, en la actualidad, sus conductores solo están presentes en Roma y Milán, con el servicio Uber Black de vehículos de alta gama.
El servicio VTC fue prohibido en 2015.
El juez esgrimió argumentos de sobra conocidos. Señaló que «Uber estaba compitiendo de forma ilícita con el sector del taxi, al delegar en conductores no profesionales y sin licencia».
Así que si quería entrar en el negocio debería hacerlo de otro modo.
Optó por el mismo camino que España, las licencias VTC, potestad de los ayuntamientos.
En Italia, por tanto, funciona con una flota más pequeña que el colectivo del taxi, en contraposición a Londres, donde el mercado es más libre.
El pasado año la empresa, de nuevo, bordeó la total prohibición cuando una asociación de taxistas le llevó a los Tribunales otra vez por competencia desleal.
Uber perdió el juicio en Roma pero ganó el recurso en segunda instancia, recibiendo un espaldarazo legal para seguir operando tanto en esta capital como en Milán.
FRANCIA-26.000 VTC/60.000 TAXIS
En Francia la resistencia contra los VTC está siendo dura; los ayuntamientos establecen números limitados de taxis pero no para vehículos VTC.
Los taxistas franceses también han protagonizado muchas manifestaciones contra estas plataformas, «levantándose en armas», incluso atacando a los vehículos y prendiéndoles fuego.
Allí también se ha movilizado el sector del VTC contra el presidente Macron, por considerar que su gobierno beneficia al sector del taxi.
Uber aterrizó en el 2014 e introdujo su servicio sin consultar a las administraciones locales.
De igual modo, y por emplear a conductores sin registrar y sin licencia para transportar a pasajeros, las autoridades comenzaron a limitar su actividad.
En 2015 Uber moría y renacía con conductores «licenciados».
Uber ha seguido operando con conductores que sólo necesitan un exámen y una serie de controles para recibir el permiso de la policía.
Sus tasas administrativas no pasan de 200 euros, frente a los más de 100.000 que se pagan en el mercado de compra-venta de licencias de taxis.
Mientras que los ayuntamientos franceses establecen un número limitados de taxis, no hay límite para las VTC.
Los tribunales franceses han reconocido, además, que los conductores de Uber son sus trabajadores y no empleados subcontratados.
PORTUGAL- 3000 VTC/13.000 TAXIS
Portugal es un paraíso de los VTC.
En Portugal los servicios de Uber, Cabify y Taxify, empresa estonia similar a la española, entraron en la legalidad portuguesa por la puerta grande.
En julio de 2018, tras 4 años en un «limbo legal», el Congreso aprobaba la «Lei de Uber», una regularización profunda del mercado del taxi.
Todas las compañías tienen derecho a operar libremente si cumplen unas determinadas condiciones.
La «Lei de Uber» entró en vigor en noviembre con estas condiciones:
–El Estado se asegura el 5% de cada carrera realizada por los conductores, un tipo impositivo muy superior al de los taxistas portugueses.
–Las tres compañías VTC tienen que contratar a sus empleados, no basta la figura del autónomo.
–Los conductores se atienen a un horario semanal regulado por el estado
–No limita el número de VTC que pueden circular
-Y, además de la licencia, tienen que superar un cursillo de conducción específico como los taxistas.
La aprobación de la ley, entre huelgas estridentes, incidentes violentos y rupturas parlamentarias, fue extremadamente polémica.
La legalización de estas plataformas fue duramente contestada por el sector del taxi. Varias huelgas y protestas por lo que consideran «una competencia desleal».
ALEMANIA. SE DESCONOCE Nº VTC/56.000 TAXIS
Alemania es uno de los países más hostiles a los VTC.
El actual gobierno de Angela Merkel ha declarado su intención de legislar a nivel nacional para dar cobertura legal a los VTC.
De momento todos sus conductores necesitan obtener una licencia de transporte de pasajeros que certifica su capacitación y sus empresas precisan una concesión de taxi, cuestión que regulan los estados federados.
Ha sido uno de los país más hostiles a la implantación de Uber.
La empresa se introdujo «por la puerta de atrás» colocando un montón de vehículos en las calles y haciendo caso omiso de las regulaciones locales.
Empleaba a conductores autónomos, a menudosin licencia y sin permiso local.
Todo cambió cuando los sectores del taxi llevaron a Uber frente a la justicia y en el 2015 pasaba a mejor vida.
Pero Uber optó por empezar de cero y subcontratar a compañías profesionales dedicadas al transporte de pasajeros.
Todas cuentan con licencia y permiso administrativo, cumpliendo con los requisitos de seguridad exigidos por las ordenanzas municipales. De momento, sólo Berlín y Múnich cuentan con servicios.
DINAMARCA- PELEÓ CON «FIEREZA» Y VENCIÓ A UBER
En 2017 Uber tuvo que cerrar en Dinamarca después de tres años.
Dinamarca ha sido uno de los países que con más fiereza ha batallado a Uber desde su llegada a Copenhague en 2014.
A finales de aquel año las autoridades iniciaron una doble vía, judicial y policial, para investigar y penalizar las posibles infracciones cometidas por Uber.
Desde el gobierno la respuesta fue clara: Uber operaba sin licencia, cuestión inasumible dentro del ordenamiento legal danés.
Las barreras fueron continuas. En 2016 un tribunal declaraba ilegal su funcionamiento .
En 2017 Uber anunciaba el cierre de sus operaciones en Dinamarca. El estado había salido victorioso en su pugna.
Aún hoy, algunos conductores están siendo multados por la justicia por transportar pasajeros sin licencia durante el tiempo en que Uber estuvo operativo.
Eso sí, la compañía quiere volver.
FINLANDIA: VICTORIA DE LOS VTC
Finlandia es la otra cara de la moneda de Dinamarca: liberalizó la industria del taxi.
Al igual que Dinamarca, el país impuso severas restricciones al funcionamiento de Uber
La compañía llegó al país el país con su «procedimiento habitual», operando con conductores sin licencia En 2016 la Justicia lo prohibió.
En 2018 Finlandia cortó el conflicto por lo sano y liberalizó la industria del taxi.
Se introdujo una licencia única para todos los conductores, certificando su entrenamiento específico y su capacidad para ofrecer un buen servicio
Se eliminaron los ratios, permitiendo que haya tantos taxis como el mercado sostenga.
Se liberalizaron las tarifas, se tumbaron las limitaciones geográficas y se permitió la entrada de otros vehículos.
Finlandia acabó con el mercado regulado y dio vía libre a Uber y a otras aplicaciones.
Es, hasta la fecha, la victoria más rotunda de los VTC en toda Europa.