Rajoy, desde «la mesita de los testigos»: «Puigdemont quería liquidar la Constitución; no se podía negociar»
Rajoy contestando desde la "mesita de los testigos", habilitada por el tribunal para diferenciarla de la otra, desde la que declararon los acusados. Poder Judicial.

Rajoy, desde «la mesita de los testigos»: «Puigdemont quería liquidar la Constitución; no se podía negociar»

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27/2/2019 20:20
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Actualizado: 27/2/2019 20:52
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Liquidar. Ese fue el verbo que el presidente del Gobierno hasta el pasado 1 de junio, Mariano Rajoy, que más repitió durante el interrogatorio a que se vio sometido pasada la sobremesa de hoy en el Salón de Plenos del Tribunal Supremo, reconvertido temporalmente en sala de vistas del juicio del procés.

«Ningún presidente de un Gobierno puede aceptar que alguien quiera liquidar la integridad territorial de su país». «Se liquidó la legalidad vigente, la Constitución y el Estatuto y se pretendió poner la ley de transitoriedad», añadió, en referencia a las votaciones del 6 y 7 de septiembre de 2017 en el Parlament, en las que se aprobaron la ley del referéndum y la ley de transitoriedad, una seudoconstitución, que después fueron anuladas por el Tribunal Constitucional.

«Resulta sorprendente tratar de hablar con un presidente de un Gobierno sobre cómo liquidar la Constitución», afirmó, en referencia a los intentos de «negociación» de Carles Puigdemont, el depuesto y fugado expresidente de la Generalitat.

«Tengo muy claro que si liquidamos las normas de convivencia tendremos un problema, y eso es lo que se pretendía en Cataluña». «No se puede dialogar con quien solo quiere liquidar la soberanía nacional», señaló, en otra de las múltiples ocasiones.

Porque ese era el concepto que Rajoy tuvo de lo que ocurrió en Cataluña en los meses de septiembre y octubre de 2017: un intento de «liquidar» España por parte de los políticos separatistas. 

«España es lo que quieran los españoles y no sólo una parte de ellos», añadió.

Una prueba de deslealtad suprema.

Muy en la línea de pensamiento de su antecesor, el expresidente Felipe González, que el pasado miércoles declaró precisamente eso: «No es de recibo que el Estado [en referencia al gobierno autonómico catalán] se siente frente al Estado para destruirlo».

ESPERANDO EN LA ROTONDA

Rajoy, que recibió un tratamiento por parte del tribunal acorde con su trayectoria, esperó en la rotonda, el salón en el que el presidente del Tribunal Supremo suele recibir a sus visitantes, hasta que fue llamado para declarar.

Y lo hizo desde «la mesita de los testigos», una mesa ovalada situada junto a la que podríamos llamar «mesa de los procesados».

Un intento claro del tribunal de diferenciar a unos de los otros. Un «invento» nuevo, hay que decirlo. Una deferencia. 

El expresidente del Gobierno no tuvo detrás, hay que decirlo, a los encausados Oriol Junqueras y a Raül Romeva, detrás de él.

Los dos políticos presos se sentaron justo en el lado de los abogados, justo detrás de sus representantes, Andreu Van den Ende y Estefanía Torrente Guerrero.

¿Para evitar la foto con Rajoy delante? Es posible.

Sus puestos lo ocuparon Jordi Turull y Joaquim Forn.

Los procesados Oriol Junqueras y Raül Romeva sentados detrás de sus abogados, Andreu Van den Eynde y Estefanía Torrente.

SIN RELOJ EN NINGUNA DE LAS DOS MUÑECAS

Rajoy compareció tranquilo, sin ningún reloj en ninguna de las dos muñecas, como queriendo decir que el tiempo no era importante para él en esos momentos.

Contestó a las generales de la ley, como manda el artículo 436 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal: «El testigo manifestará primeramente su nombre, apellidos paterno y materno, edad, estado y profesión, si conoce o no al procesado y a las demás partes…».

Y se dejó interrogar, primero, por la acusación popular, representada por Javier Ortega-Smith, de VOX, que no tuvo necesidad de ser incisivo.

«Es el pueblo español quien decide qué es España, no los representantes de una Comunidad Autónoma».

«Aquello», en referencia al seudoreferéndum del 1 de octubre- «no fue un referéndum, y así lo ha dejado dicho la Junta Electoral Central». «El 155 fue más operativo y justo que el estado de excepción o de sitio».

Rajoy, que no ha perdido ninguno de sus reflejos de políticos, estuvo suelto y seguro durante todas sus contestaciones.

Recordó que había tenido 6 conversaciones con Artur Mas desde 2012, cuando este era presidente de la Generalitat.

«Hablamos de la reducción del déficit público. Estábamos en una situación de prequiebra del Estado, con una prima de riesgo en los 630 puntos. Hablamos de la situación de las finanzas catalanas, de los bonos basura de Cataluña, del impago a proveedores, a farmacéuticos… Contribuimos a solucionar todo aquello. También hablamos de la celebración de un referéndum. Y le dije que no», explicó al tribunal. 

También se reunió con Puigdemont dos veces.

De acuerdo con el expresidente, «la situación se veía venir. Ellos [por Puigdemont y el Govern] eran conscientes de que no íbamos a aceptar el referéndum de ninguna manera. Crearon una situación imposible a sabiendas de que iba a ocurrir lo que ocurrió».

«¿QUE SI ME VÍ CON URKULLU? SÍ, Y CON MUCHA MÁS GENTE»

A pesar de que Jordi Pina, el abogado de Jordi Turull, Josep Rull y Jordi Sánchez, trató de arrancarle que había «negociado» con Íñigo Urkullu, el lehendakari vasco, Rajoy reconoció que sí se había visto con él.

«Pero aquí no ha habido mediador de ningún tipo. Me llamó mucha gente. A muchos los vi personalmente y con otros hablé por teléfono. Nunca hubo negociación alguna. El Gobierno lo ha advertido desde 2012», aclaró.

EL ORIGEN DE LA VIOLENCIA NO ES CULPA DEL GOBIERNO

Otro de los abogados de las defensas, en este caso Andreu Van den Eynde, trató de arrancar a Rajoy su conocimiento de lo ocurrido tanto en los despliegues de policías y guardias civiles como de los sucesos violentos que sucedieron el 1 de octubre.

Y no fue solo una vez. Rajoy contestó de forma consistente: «Si no se hubiera convocado un referéndum ilegal esas lesiones no se habrían producido. Si se hubiera repetido la Ley y la Constitución, eso no habría ocurrido».

«También vi violencia hacia las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado en los hoteles en los que se hospedaban. Hacia los órganos judiciales… Una situación impropia de una democracia avanzada», señaló.

¿POR QUÉ NO SE APLICÓ EL 155 CON EL REFERÉNDUM DEL 9 DE NOVIEMBRE?

Para eso también tuvo respuesta Rajoy.

«Primero, no fue una consulta vinculante, como la del 1 de octubre. Segundo, no hubo una declaración universal de independencia. Tercero, no había ocurrido unas votaciones como las del 6 y 7 de septiembre de 2017, aprobando ilegalmente una ley de referéndum y una ley de transitoriedad. Los antecedentes eran distintos», aclaró.

De acuerdo con el expresidente del Gobierno, tuvieron una gran paciencia con Puigdemont. Y cuando se produjo la «declaración de independencia deliberadamente confusa», le dieron tres días para revertir la situación.

Y luego otros tres días más. Fue requerido dos veces, pero Puigdemont no contestó como se esperaba.

Por eso se aplicó el 155 de la Constitución, que supuso la deposición de todo el gobierno autonómico.

SOBRE LA SUPUESTA MALVERSACIÓN DE FONDOS PÚBLICOS

El expresidente del Gobierno también se refirió a la posibilidad de que se hubiera hecho uso de fondos públicos para la organización del seudoreferéndum del 1 de octubre.

«Tras la aplicación del 155, el Ministerio de Hacienda recibió documentación sobre la gestión económica de la Generalitat. En 9 ocasiones se dio parte a la Fiscalía General del Estado», dijo.

Y añadió: «Otra posibilidad es que se hubieran ocultado algunas partidas. Pero esa es una cosa de los tribunales».

 

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