Los cuatro presuntos yihadistas detenidos en Guipúzcoa y Lugo comparecen hoy ante la Audiencia Nacional
La Policía detuvo a tres presuntos colaboradores de DAESH en Guipúzcoa, y la Guardia Civil a una individua en Lugo que se había radicalizado.

Los cuatro presuntos yihadistas detenidos en Guipúzcoa y Lugo comparecen hoy ante la Audiencia Nacional

Los tres marroquíes arrestados en Guipúzcoa serán interrogados por la magistrada María Tardón, y la mujer detenida en Lugo, por el magistrado José de la Mata
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25/7/2019 11:46
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Actualizado: 25/7/2019 11:48
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Los cuatro presuntos yihadistas detenidos en Guipúzcoa y Lugo serán puestos hoy a disposición de la Audiencia Nacional.

Los tres marroquíes, de 27 años, arrestados en Guipúzcoa comparecerán ante la magistrada titular del Juzgado Central de Instrucción número 3, María Tardón, mientras que mujer de 45 años detenida en Lugo será interrogada por el titular del Juzgado Central de Instrucción número 5, José de la Mata, según han informado fuentes jurídicas.

Los tres individuos marroquíes, residentes en las localidades guipuzcoanas de Urretxu, Ibarra y Urnieta, respectivamente, fueron detenidos por investigadores de la Brigada Provincial de Información de San Sebastián, bajo la coordinación de la Comisaría General de Información de la Policía Nacional, por su presunta participación en los delitos de adoctrinamiento y enaltecimiento del terrorismo.

Uno de los detenidos.

Según informó el pasado martes el Ministerio del Interior, formaban un grupo homogéneo y cohesionado, y se habían introducido en los círculos salafistas de la provincia de Guipúzcoa.

Explica que comenzaron como consumidores de propaganda que el grupo terrorista DAESH publicaba a través de Internet y fueron aumentando su actividad virtual, «pasando a ser ellos mismos los que difundían en sus redes sociales mensajes de incitación al odio y a la violencia».

«Empleaban sus perfiles para distribuir imágenes cruentas de los conflictos bélicos sirio e iraquí, acompañadas de comentarios alentando la confrontación religiosa y la destrucción de Occidente y sus aliados», detalla.

Interior informa que la investigación ha constatado que los detenidos «habían adquirido cierta capacidad de captación y adoctrinamiento dentro de su comunidad virtual».

Sin embargo, cuenta que a raíz de recientes operaciones policiales y ante el temor a ser arrestados, empezaron a adoptar medidas de seguridad en sus actividades y comunicaciones online.

«Aunque desde ese momento sus movimientos virtuales descendieron, los investigadores averiguaron que los arrestados habían empezado a interactuar en el plano real con otros individuos para difundir su pensamiento radical», señala el Ministerio.

La mujer fue detenida por agentes del Servicio de Información de la Guardia Civil. Ya había sido detenida por la Guardia Civil en 2018 tras más de un año de investigaciones.

La presunta terrorista, en el momento del arresto.

Interior ha informado que desde entonces, consciente del carácter delictivo de sus actividades, había asumido numerosas medidas de seguridad con la intención de eludir la vigilancia de los investigadores.

«Estas medidas abarcan su actividad en Internet, en redes sociales, el uso de comunicaciones telefónicas y su comportamiento en la vida real», señala.

Informa que «además de consumir propaganda producida por diversos grupos terroristas, la detenida ha celebrado públicamente acciones violentas, en concreto, los ataques perpetrados en Barcelona y Cambrils en agosto de 2017″ e «incluso ha mostrado su intención de replicar en Galicia un atentado de características similares».

Señala que en base a los elementos obtenidos a lo largo de la investigación y atendiendo a la reincidencia y el incremento del nivel de riesgo, la Guardia Civil ha procedido nuevamente a su detención «para neutralizar esta amenaza a la seguridad pública y determinar si la mujer pudiera estar siendo instrumentalizada o influenciada por alguien».

España está en nivel 4 sobre 5 de alerta antiterrorista desde junio de 2015.

Se elevó al nivel 4 tras los ataques yihadistas perpetrados en Francia, Túnez, Kuwait y Somalia. Y va a continuar así por indicación de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad y de inteligencia del país.

El 11 de marzo de 2004 España sufrió la mayor matanza de este tipo en Europa, con 192 fallecidos y unos 1.500 heridos, a causa de la explosión de 11 bombas en cuatro trenes de cercanías de Madrid.

Trece años después, el 17 de agosto de 2017, nuestro país volvió a ser sacudido por los atentados islamistas en Barcelona y Cambrils, que se saldaron con 16 víctimas mortales y más de 150 heridos.

En 2018, el terrorismo yihadista dejó al menos 10.598 muertos en todo el mundo, según ha informado el Observatorio Internacional de Estudios sobre Terrorismo (OIET).

Esta entidad, que depende de Colectivo de Víctimas del Terrorismo (Covite), contabilizó el año pasado 1.571 ataquesen 37 países.

Europa fue escenario de seis de ellos, que se saldaron con 13 víctimas mortales, lo que supone una reducción de un 79% respecto a 2017, cuando hubo 15 atentados.

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