El ayuntamiento de Benalmádena, en Málaga, declara la guerra al incivismo y multará con hasta 700 euros a aquellos dueños que no limpien el orín de sus perros. Es imprescindible usar agua y jabón para evitar «el mal olor» y que «la ciudad esté tan sucia».

Se pretende diluir la orina de los perros que miccionan en la vía pública y una convivencia más llevadera. Entre los vecinos hay división de opiniones y algunos manifiestan públicamente «no voy a llevar botella, ni la pienso llevar porque es recaudatorio», declaraban algunos.

La medida no es exclusiva de Benalmádena. También otras localidades como Almería obligan a sus dueños a limpiar el orín con agua y vinagreCádiz, Barcelona o Jaén también tienen iniciativas similares.

Según recoge Diario Sur, el propósito de esta modificación es contribuir a tener la ciudad más limpia.

Además, esta entrada en vigor coincide con la obligatoriedad de registrar el ADN canino, también establecido en la ordenanza. El objetivo es triple: evitar la pérdida de animales; el control de las heces no recogidas de la vía pública por ciudadanos incívicos; y para prevenir el abandono animal.

Una huella genética «imborrable e inalterable»

El ADN canino constituye una huella genética «imborrable e inalterable», a través de la cual se puede identificar quién es el dueño de la mascota, constituyendo así una herramienta eficaz para combatir el maltrato animal y el abandono, y para sancionar a los propietarios incívicos que no retiran de la vía pública las heces caninas de sus perros.

El alcalde insistió en lanzar a la ciudadanía un mensaje de «respeto y convivencia». Así, a partir de hoy la Policía Local llevará una circular para informar a los propietarios de mascotas sobre su nueva obligación de llevar una botella con agua jabonosa cuando saque a pasear a su perro.

Pasado este periodo de información y concienciación de la ciudadanía, la Policía Local empezará a multar a los propietarios que no porten la botella con agua jabonosa durante los paseos a sus mascotas.