Los veterinarios reclaman la inclusión explícita en el artículo 550 del Código Penal como autoridades públicas
Reclaman la inclusión explícita en el artículo 550 del Código Penal de los veterinarios funcionarios como autoridades públicas ante situaciones de amenaza o agresiones.

Los veterinarios reclaman la inclusión explícita en el artículo 550 del Código Penal como autoridades públicas

“Somos la barrera para frenar las enfermedades que se transmiten del animal al humano”, señalan
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07/11/2019 13:54
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Actualizado: 08/11/2019 07:35
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Los veterinarios se han cansado. Consideran que no se les reconoce su papel real de profesionales sanitarios y de garantes de la salud publica y van a protagonizar una manifestación el domingo 17 de noviembre en Madrid.

Entre otras cosas, reclaman la inclusión explícita en el artículo 550 del Código Penal de los veterinarios funcionarios como autoridades públicas ante situaciones de amenaza o agresiones, para mantener la libertad de ejercicio.

“Los veterinarios somos una de las barreras para frenar las enfermedades que se contagian a las personas. Hay que entender que nuestra función es fundamental”, explican. Y añaden que el 60 por ciento de las infecciones que sufren los humanos, provienen de los animales.

La Federación de Sindicatos Veterinarios (FESVET) y los promotores de la manifestación del 17 de noviembre quieren reclamar al Gobierno que surja de las urnas tras las elecciones del próximo día 10 de noviembre, que aborde el reconocimiento real de su condición de profesionales sanitarios.

Formando parte del Sistema Nacional de Salud (SNS) con todas las consecuencias que de ello se derivan, al igual que otros profesionales como farmacéuticos o médicos.

Su objetivo es reivindicar a todos los niveles su papel fundamental: “Un Mundo, una sola Salud” es su lema, porque la salud animal, ambiental y humana están tan interrelacionadas que son una sola.

La Veterinaria se define como una profesión sanitaria junto con Medicina, Odontología o Farmacia, tal como se recoge en la Ley 44/2003, de 21 de noviembre, de Ordenación de las profesiones sanitarias, pero en la práctica no tiene esta consideración.

Para los convocantes de la manifestación, es esencial en la protección de la salud de las personas y ésta solo se puede desarrollar en todo su potencial para prevenir la enfermedad de la población y garantizar la seguridad alimentaria desde dentro del Sistema Nacional de Salud, con una integración plena.

Efectivamente, en un principio los veterinarios estaban integrados en el SNS en tareas coordinadas de prevención y control de la salud pública.

Pero tras el traspaso de competencias sanitarias a las Comunidades Autónomas sólo un mínimo porcentaje de profesionales está ligado a alguna de las administraciones.

El resto, la mayoría de los 30.000 profesionales que ejercen en España, trabajan, según denuncian, en condiciones de precariedad, con falta de medios humanos y materiales o en condiciones de excesiva presión fiscal e incluso de falta de respeto profesional.

El papel de los veterinarios, recuerdan en nota de prensa, es fundamental en el triángulo “animales, hombres, enfermedades” con la finalidad de preservar “una sola salud”, porque según los datos publicados en común por las organizaciones internacionales FAO,  OIE y OMS el 60% de los patógenos que afectan al hombre es de origen animal.

Por otra parte, el 75% de los patógenos llamados “emergentes” también se deriva de los animales (caso del ébola por ejemplo) y el 80% de los mismos presenta un interés para el bioterrorismo, como aquellos  virus que afectan a animales y están disponibles en países en que la enfermedad es endémica, con el riesgo de que se liberen deliberadamente (por ejemplo la fiebre aftosa).

A pesar de esta falta de reconocimiento, los veterinarios defienden la manera en que desarrollan su profesión, atendiendo al bienestar animal, controlando el ganado en una explotación, realizando la supervisión en un matadero, atendiendo animales en una clínica veterinaria o inspeccionando el proceso de producción de una industria de alimentación.

EL PAPEL DE LAS CLÍNICAS PRIVADAS

Los centros clínicos veterinarios, a pesar de que en ellos trabajan profesionales sanitarios, no figuran en el Real decreto de centros y servicios sanitarios, lo que supone que no tengan un IVA reducido como los centros sanitarios reconocidos, sino que soportan un 21%.

Por ello, entre sus reivindicaciones destaca la reducción al 8-10% o la exención del IVA; el permiso para dispensar medicamentos; la prohibición de la venta de medicamentos veterinarios online; la reglamentación nacional y clasificación de consultorios, clínicas y hospitales veterinarios y la regulación de la figura del veterinario de explotación.

Demandan en este punto la preservación de un ejercicio libre de presiones con separación de las responsabilidades de ganadero y veterinario. Y entre diversas medidas, la unificación de criterios a nivel nacional para el control, entre otros, de la rabia e identificación de animales.

 LOS VETERINARIOS OFICIALES

Las peticiones de los veterinarios oficiales incluyen un aumento de plazas de funcionarios en el ámbito de la salud animal y la seguridad alimentaria en sus diferentes vertientes; consolidación del personal interino de acuerdo con la jurisprudencia del Tribunal de Justicia de la UE, así como más ofertas públicas que permiten reponer las plazas vacantes.

Otro aspecto fundamental es la inclusión explícita en el artículo 550 del Código Penal de los veterinarios funcionarios como autoridades públicas ante situaciones de amenaza o agresiones, para mantener la libertad de ejercicio.

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