Justicia: Una auténtica revolución tecnológica en marcha, de bajo perfil mediático
Sobre estas líneas, Francisco de Borja Vargues Valencia, secretario general para la Innovación y Calidad del Servicio Público de Justicia, desde donde se impulsa este salto hacia delante en la transformación de la Justicia española. Foto: Carlos Berbell/Confilegal.

Justicia: Una auténtica revolución tecnológica en marcha, de bajo perfil mediático

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20/10/2020 06:53
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Actualizado: 20/10/2020 02:45
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El Ministerio de Justicia no tiene previsto ni a medio ni a largo plazo introducir los jueces robots, basados en inteligencia artificial, en el sistema judicial español, en la línea de China, Estonia o Argentina, para solucionar asuntos menores, como reclamaciones de cantidad.

No, lo que está en marcha es una revolución tecnológica de perfil bajo. Y no nos estamos dando cuenta.

«Para nosotros la transformación digital de la Justicia es un medio no un fin en sí misma. El fin es Justicia 2030», explica Francisco de Borja Vargues, secretario general para la Innovación y Calidad del Servicio Público de Justicia del Ministerio del ramo.

La clave de Justicia 2030, según Vargues, es que está basado en el diálogo y la cogobernanza con las consejerías de Justicia de las 12 Comunidades con competencias transferidas, los agentes de la justicia y otras administraciones públicas.

«Dentro de poco tiempo el Consejo de Ministros aprobará la Ley de medidas de justicia digital y sostenible, que es nuestra apuesta de agilización procesal del servicio público», precisa.

Dos de los puntos fuertes de esta transformación son la oficina del dato, por una parte, y la inmediación digital. 

«Lo que planteamos es un modelo de gestión de políticas públicas basadas en el dato. Tenemos una ingente cantidad de datos sobre el funcionamiento de la Justicia que no estamos utilizando y que son vitales para entender dónde nos encontramos, por qué y qué soluciones son posibles. Con el objetivo de funcionar de un modo más eficiente», explica.

La inmediación digital, por su parte, está llamada a transformar la forma con la que los ciudadanos nos relacionamos con la justicia. 

«La pandemia nos ha enseñado que el modelo no es vital, que se pueden evitar desplazamientos innecesarios. La idea es que la presencialidad digital tenga el mismo valor que la presencialidad física. ¿Cómo? A través de una clave pin, el pin justicia. Combinando eso con la firma electrónica, el salto que daremos será de gigante», apunta Vargues.

«El testigo podrá declarar telemáticamente, sin tener que desplazarse al órgano judicial. El pin permite confirmar que la persona es quien dice ser. La firma electrónica permitiría a la persona validar con ella cualquier documento que se aporte. Es un mundo nuevo que está en camino«, añade.

TELETRABAJO

En el Ministerio de Justicia tienen asumido que el teletrabajo ha llegado para quedarse, y los sindicatos no ponen obstáculos, asegura. De ahí que la inmediación digital cobre una gran importancia en la Justicia que viene en cosas como la cita previa.

«Hasta ahora lo hemos venido probando en diferentes ciudades, como Murcia, Valencia, Cartagena, León, Ávila, Talavera, Palma de Mallorca, Burgos o Ibiza, por citar algunas. La persona puede elegir entre ser atendida por videoconferencia o en los juzgados, en los registros civiles o en las gerencias», subraya.

Para este salto hacia delante, el Ministerio «fichó», el pasado mes de mayo a Aitor Cubo Contreras, que era director general de la División de Innovación de Servicios Ciudadanos del Banco Interamericano de Desarrollo, en Washington, donde ejercía como especialista de Gobierno Digital en proyectos de transformación tecnológica en América Latina y el Caribe.

El secretario general para la Innovación y Calidad del Servicio Público de Justicia, Francisco de Borja Vargues, a la derecha, y el director general de Transformación Digital, Aitor Cubo. Foto: Carlos Berbell/Confilegal.

Cubo Contreras es director general de Transformación Digital, una especie de Schuster, dicho en términos futbolísticos, el cerebro en el centro del campo que reparte el juego con mucha inteligencia.

«Otro de nuestros proyectos, en el que la Inteligencia Artificial juega un papel fundamental es el de la textualización de los juicios de todo tipo, o de los interrogatorios en fase de instrucción, en lo que a la jurisdicción penal se refiere. No solo los juicios seguirán grabándose digitalmente sino que será posible buscar dentro del archivo audiovisual por voz los términos buscados y hará una transcripción a papel de todo lo que en él se diga. La aplicación es muy buena«, explica.

«Esto facilitará mucho las cosas. El año que viene esa misma textualización será posible hacerla en las lenguas cooficiales», señala.

De acuerdo con Vargues, con la textualización los jueces podrán hacer también sentencias in voce, sentencias orales.

«Para tener la mayor eficacia es necesario cambiar los micrófonos analógicos por digitales de alta definición. De hecho, ya hemos digitalizado un tercio de las Salas de vistas de territorio Ministerio» –comprende las Comunidades Autónomas de Extremadura, Castilla-La Mancha, Castilla-León Murcia y Baleares, la Audiencia Nacional y el Tribunal Supremo–, precisa Cubo Contreras; «el nivel de eficacia en la textualización, a día de hoy, es de un 96 por ciento».

Además, ya se han facilitado 5.200 «puntos de trabajo deslocalizados», que son unidades portátiles con aplicación de vídeo integrado que se conectan al escritorio virtual de la nube del Ministerio de Justicia, cuyos servidores están ubicados en Ocaña y en la calle Luis Cabrera, de Madrid.

EL EXPEDIENTE ELECTRÓNICO EN LA NUBE

Este es otro de los objetivos a conquistar en este cambio tecnológico. Que al igual que ocurre en la Audiencia Nacional, con los expedientes en la nube, esto se generalice. Que las partes y sus clientes puedan entrar en sus asuntos digitalmente y que eso sea la normalidad. 

Lo mismo que la interoperabilidad de los 8 sistemas de gestión procesal existentes en España.

«No es imposible que sean interoperables. Lo importante, y en ello estamos, es que puedan conectarse y comunicarse. Se puede hacer con la tramitación orientada al dato. Estamos trabajando en esa dirección con el resto de los operadores jurídicos, llegando a acuerdos, que se traducen en resoluciones espejo que se aplican en todas las Comunidades Autónomas. Todo es negociado», relata Vargues.

En esta nueva Justicia que va tomando forma se van a acabar los compartimientos estancos. La Fiscalía también va a estar integrada y conectada en el nuevo sistema, avanzan.

Otro camino de avance es el de la «Robotic Process Automation», o automatización de procesos robóticos. Consiste en el uso de «bots» de software para automatizar tareas rutinarias altamente repetitivas que realizan los funcionarios, liberándolos para otras ocupaciones más importantes.

«Estamos en un proceso de cambio como nunca antes se había conocido. En estos momentos no hay ningún país en la Unión Europea que se encuentre en una fase tan avanzada como la nuestra en este campo. La clave del éxito, y estoy convencido de que lo conseguiremos, está en la cogobernanza y en la colaboración con las otras administraciones y agentes sociales», concluye Vargues.

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